Desde el 1 de enero de 2021 aumentó el precio de las gasolinas, diésel, refrescos y cigarros. Andrés Manuel López Obrador cerró el 2020 con el anuncio de un ajuste al Impuesto Especial a Productos y Servicios (IEPS) del 3.3% con base a la inflación.
¿Cómo lo vemos reflejado en nuestros gastos? Josué compra una cajetilla de cigarros cada tercer día. El año pasado pagó 63 pesos por unos Marlboro 100’s. “Ayer fueron tres pesos más. Este ‘vicio’ no se me quita. En enero de 2020 le subieron seis pesos y ve, sigo fumando”.
Claudia solía pagar por 20 litros de gasolina Premium un poco más de 370 pesos, el precio por litro en diciembre fue de 18.57 pesos. El domingo pasado “fueron casi 392 pesos. El precio por litro es variable, pero ese día estaba en 19.59 pesos; aunque he visto lugares en 19.89 el litro”, nos comentó.
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Don “Charly” es dueño de una tienda. El aumento en los precios de refrescos no disminuyó su consumo. “Así le suban más, se sigue vendiendo. La Coca-Cola de tres litros subió dos pesos desde diciembre, siempre se adelantan. Antes costaba 32 pesos, pero no se puede dejar, es pa’ acompañar el taco”, nos dijo el locatario.
AMLO presumió cerrar el año con buenos datos en las finanzas públicas. “Estamos cerrando con cuatro billones 87,000 millones de pesos; son 82,000 millones de pesos más que el año pasado”. De ellos, 459,703 millones corresponden al IEPS, un -3.4% con respecto al 2019.
¿Qué es el IEPS? “Es un impuesto al consumo, al igual que el IVA. A diferencia del ISR e IVA, se tabula dependiendo de mercancías y servicios”, nos explicó José Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM.
El IEPS se aplica a bebidas alcohólicas, cervezas, refrescos, mieles, combustibles, plaguicidas, botanas, dulces de fruta, chocolates, dulces de leche, nieves, galletas, además de servicios por comisión, mediación, agencia o representación.
¿Y cuándo surgió? El Diario Oficial de la Federación (DOF) publicó el 30 de diciembre de 1980 el decreto de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, que entró en vigor el primer día de enero de 1981 durante el sexenio de José López Portillo.
“Con Miguel de la Madrid (1982 a 1988) se estableció como un impuesto para productos y servicios de lujo. Antes así era, pero ahora ya es más ordinario que extraordinario. El IEPS es el tercer impuesto, después del ISR e IVA, que más aporta al ingreso tributario presupuestado”, señaló el coordinador de LACEN-UNAM.
Además de la recaudación, el segundo objetivo fue reducir el consumo de bebidas alcohólicas y cigarros. Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto se extendió el IEPS a refrescos y jugos. Sin embargo, no ha alcanzado su objetivo…
En noviembre de 2020, la consultora Nielsen reveló que el consumo de alcohol se incrementó 63%, una parte debido al confinamiento. De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco de la Secretaría de Salud, en México cuatro de cada 10 menores de edad han consumido alcohol alguna vez en su vida.
La Organización Panamericana de la Salud señaló que en menos de dos décadas nuestro país pasó de nueve a 13 millones de fumadores, incrementándose las enfermedades relacionadas al tabaquismo.
En lo referente a refrescos, en 2019 la Universidad de Yale colocó a México como el principal consumidor de bebidas azucaradas en el mundo. Por lo que para 2020, el Instituto Nacional de Salud Pública solicitó a López Obrador regular este tipo de productos que causan 40,000 muertes anuales.
El impuesto no ha servido para detener el consumo de esos productos.
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¿Va a Salud lo recaudado del IEPS?
José Ignacio Martínez Cortés nos dijo que lo recaudado por el IEPS va a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). “De ahí, una parte se destina a la Secretaría de Salud”, aclaró. “No hay estrictamente un gasto a Salud o Educación, resultado del IEPS”, agregó el experto.
Alejandra Macías, directora de investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria dio a conocer a El Economista que el 30% del IEPS va a los estados a través de participaciones y aportaciones. Y en 2018 se destinó sólo un 5.8% a Salud.
El analista de LACEN-UNAM reconoció que “no está estrictamente etiquetado como tal el que lo recaudado por el IEPS vaya a Salud. Se destina en lo general, pero no es estrictamente un reservado hacia ese fin en particular; aunque el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) sí tuvo un aumento en su presupuesto”.
En julio de 2018, la asociación civil de El Poder del Consumidor alertó que “los IEPS se establecieron como un mecanismo para compensar los daños que genera el consumo” de comida chatarra, tabaco, refrescos, “sin embargo estos recursos no se han destinado a la prevención ni a la atención de afectaciones”.
Ante este panorama, ¿la actual administración modificará el destino de lo recaudado por IEPS?
