Avances en igualdad de género se retrasaron una década por COVID-19

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La pandemia de COVID-19 provocó en las mujeres y niñas un rezago en distintos ámbitos, pues las colocó en una situación en la que estuvieron obligadas a proveer cuidados en el hogar debido al mandato cultural que les asigna este tipo de tareas, nos dice una experta en el tema.

Esto ha provocado que alrededor de 9 millones de niños, niñas y adolescentes abandonaran sus estudios y generó un retroceso de una década en los avances logrados en participación laboral, nos alertó en entrevista Marta Ferreyra, directora general de la Política Nacional de Igualdad y Derechos de las Mujeres en el Instituto Nacional de las Mujeres.

De acuerdo con el “Informe Especial COVID-19 N⁰9: La autonomía económica de las mujeres en la recuperación sostenible y con igualdad”, en 2020 la participación de las mujeres en el mercado laboral se ubicó en 46% en contraste con el 52% del año previo. 

“La tasa de desocupación de las mujeres llegó al 12% en 2020, porcentaje que se eleva al 22,2% si se asume la misma tasa de participación laboral de las mujeres de 2019. En 2020 se registró una contundente salida de mujeres de la fuerza laboral, quienes, por tener que atender las demandas de cuidados en sus hogares, no retomaron la búsqueda de empleo”, señala el documento.

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La COVID-19 puso a mujeres en mayor vulnerabilidad

Esta situación, a la cual Ferreyra califica como una emergencia, coloca a las mujeres en mayor vulnerabilidad, principalmente por el trabajo de cuidados que asumieron, lo que multiplicó sus tareas y les restó tiempo para su desarrollo personal y profesional.

“Es una situación de emergencia porque efectivamente las mujeres han pagado muy alto el costo de la pandemia, lo han pagado en su cuerpo, lo han pagado en sus oportunidades, lo han pagado en su economía”, nos dice.

“De la experiencia mundial y compartida por todos los países en ese sentido, en el tema de la pandemia, salió a la luz algo que nosotras las mujeres conocemos muy bien, pero que estaba bastante invisibilizado, que es el trabajo doméstico y de cuidados, la carga, lo que nosotros llamamos la carga de cuidados y la carga de trabajo doméstico y del hogar. Las mujeres del hogar, las mujeres de la casa han estado poniéndose en peligro, sin protección, sin más cuidados. O sea, pasaron a una situación de mayor vulnerabilidad”.

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La experta de Inmujeres explicó que de acuerdo con la “Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado de los Hogares de México”, del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, en 2019 el valor de las labores domésticas y de cuidados ascendió a 5.6 billones de pesos, equivalentes a 22.8% del Producto Interno Bruto

El estudio arroja que la mayor parte de las labores domésticas y de cuidados fueron realizadas por las mujeres, con el 74.8% del tiempo que ellas destinaron a estas actividades.

Es por ello que Ferreyra llama a valorar el sostenimiento de la vida, que lo constituyen todas las actividades y horas que invierten las mujeres, niñas y adolescentes en la educación de sus hijos e hijas, en el cuidado de enfermos y adultos mayores.

“Horas-mujer no pagadas y en general no remuneradas para que hayas sobrevivido la  infancia, para que hayas crecido, para que te hayas desarrollado, para estar en condiciones de ir a la escuela, que los alimentos estén, que la casa esté hecha, que la ropa esté limpia, o sea, todo eso para que estemos preparados para ese mercado masculino”, afirma.

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El Sistema Nacional de Cuidados, una alternativa para redistribuir obligaciones

Foto: Especial

Para contrarrestar esta carga excesiva de trabajos y cuidados, que se traduce en que las mujeres cubren 2,090 millones de horas semanales de trabajo no remunerado, Ferreyra impulsa programas desde Inmujeres para darle autonomía a las mujeres, siempre desde la óptica de profesionalizar los cuidados y atender el desarrollo. 

“El programa de las tandas es un programa piloto, es un programa que se hizo con Tandas de Bienestar. Ese programa empezó con 100 créditos. Las mujeres han respondido y tenemos abiertas en este momento 10 tiendas que han facturado, o sea, han mejorado su calidad de vida y su autonomía de una manera exponencial” explica.

“Resultó bien el proyecto piloto y ahora ya lo podemos implementar a nivel nacional y federal con otros proyectos que tienen que ver con otros elementos, con otras posibilidades. Vamos a abrir a las mujeres otras posibilidades de venta de productos e incluso de productos propios, estamos trabajando ahora para abrir cooperativas y en pequeños emprendimientos de carácter social”, nos relata.

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Pero el proyecto más ambicioso es la creación del Sistema Nacional de Cuidados, que es tan grande como crear un nuevo sistema de salud e involucrará a todas las dependencias y órdenes del gobierno.

“Es un sistema que articula servicios, pero sobre todo que pone en el centro a las personas. Y cuando ponemos en el centro a las personas, lo que vemos es cuáles son las necesidades de cuidado, quiénes están cuidando. Pensamos en las personas que necesitan cuidados, pero también mucho en las personas cuidadoras, y cómo esto va a mejorar la calidad de vida, no solamente de las personas, sino la calidad de vida de las mujeres, que en este momento tienen el 100 o el 90% de la carga de cuidado”, informa.

“Nuestra hipótesis más importante de trabajo es que una sociedad que cuida es una sociedad más igualitaria, una sociedad que distribuye los cuidados con los hombres, con la iniciativa privada y con el Estado es una sociedad que asume que los cuidados son un bien común, que tenemos que trabajar, que tenemos que proteger, que tenemos que preservar y que tenemos que desarrollar de manera progresiva”.

El sistema es necesario para impulsar productividad del país

Marta Ferreyra explica que para la operación del Sistema Nacional de Cuidados es necesario elaborar la Ley General de Cuidados

De acuerdo con la experta, en las obligaciones y derechos del Artículo 4 de la Constitución está contemplado el derecho al cuidado según ella lo interpreta, ya que garantiza la equidad entre hombres y mujeres. 

“La Ley General de Cuidados va a ser fundamental para poner a cada secretaría a trabajar en lo que les corresponde” dice.

“Nosotros estamos justamente pensando en ese modelo, construirlo y dialogar con las secretarías y cumplir con el mandato, que es crear ese sistema y cumplir con la reducción, reconocimiento y redistribución del trabajo de cuidados”, concluye.

De acuerdo con la experta, para que México crezca, que haya aumento de productividad, las mujeres tienen que incorporarse de manera masiva al trabajo remunerado y esto no está pasando porque las mujeres se dedican a los cuidados.

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