Más de la mitad de los mexicanos trabajan en la informalidad. Este es sector importante para la economía ya que casi 6 de cada 10 mexicanos obtienen ingresos de esta forma. Pero ¿qué significa ser un trabajador informal y cómo les afectó la pandemia por la COVID-19?
Los trabajadores informales son quienes están “laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan”. Es decir, son las personas cuyo vínculo laboral no es reconocido por su fuente de trabajo o bien, no pueden comprobarlo.
La COVID-19 afectó mucho a este sector de la población, principalmente al inicio de la pandemia. Poco a poco se ha ido recuperando e incluso, en algunos estados donde se dieron altas pérdidas de empleos formales, ahora tienen niveles más altos de informalidad.
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El sector informal perdió empleos y sueldos
Este sector de la población fue el más afectado por el desempleo. De cada 100 trabajadores en la informalidad 8 se quedaron sin trabajo (una caída de 8 puntos porcentuales en abril del 2020). Sin embargo, este tipo de empleo se ha recuperado progresivamente y para marzo del 2021 casi 6 de cada 10 personas ocupadas se dedicaban a la informalidad.
Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en el primer trimestre de 2021 se perdieron 2.1 millones de empleos comparado con los que había en el mismo periodo de 2020. Esta pérdida tuvo mayor incidencia en el sector informal, el cual presentó un descenso de 5.5%, mientras que en el sector formal esta disminución fue de 2.6%.
Según el Coneval, los trabajadores informales presentaron una disminución promedio de 1.6% de su ingreso anual. Esta disminución en sus sueldos provocó que aumentara la pobreza en este sector. Para el primer trimestre de 2021, una de cada cinco personas en la informalidad no podía costear la canasta básica.
Actividades más afectadas
Las mayores pérdidas en el ingreso laboral de los trabajadores informales se dio en las siguientes actividades: transportes, comunicaciones, correo y almacenamiento (11%); servicios sociales (4.7%); y restaurantes y servicios de alojamiento (4.5%).
Mientras que para el sector formal, las actividades que presentaron los mayores aumentos reales en el ingreso laboral fueron: servicios diversos (3.8%); gobierno y organismos internacionales (2.6%); y, servicios sociales (1.4%).
Según los datos del Coneval, la precarización del mercado informal tuvo un impacto “positivo” en el sector formal y es que los trabajadores formales tuvieron un aumento anual de su ingreso laboral real de 0.9%.
Estados más afectados
El porcentaje a nivel nacional de población activa que se encuentra en la informalidad es de 50.8%, según los indicadores de México cómo vamos.
Los estados que tienen los menores niveles de informalidad son: Aguascalientes, Baja California, Colima, Chihuahua, Nayarit, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas.
Mientras que los estados con mayor informalidad son: Campeche, Chiapas, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas. Estos estados tienen una población informal de casi 7 por cada diez trabajadores.
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El gobierno sigue implementando medidas para que la economía se active y pronto se pueda salir de la crisis, sin embargo, se están viendo pocos resultados. En México, 4 de cada 10 personas no pueden costear la canasta básica por sus ingresos laborales.
Actualmente casi 6 de cada 10 mexicanos no son reconocidos por su fuente de trabajo, y por lo tanto, no tiene acceso a derechos laborales. La situación para las y los trabajadores en México es preocupante para un amplio sector de la población. Desde los salarios hasta las condiciones en las que trabajan, más de la mitad de los mexicanos con actividades económicas están desprotegidos.
