Se sienten inseguras más de la mitad de las personas que viven en ciudades de México

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El gobierno de México se ha concentrado, en la medida de lo posible, en combatir la pandemia. Sin embargo, la sociedad también enfrenta otros problemas como que la mayoría de las personas se sienten inseguras en sus ciudades. 

Los datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU segundo trimestre de 2021), revelan que más de la mitad de las personas no se sienten seguras en la ciudad en la que viven, han sido testigos de algún crimen y no confían en las fuerzas policiales. 

Las percepciones de inseguridad son altas en las ciudades

La ENSU es un estudio desarrollado por el INEGI que mide percepciones y experiencias que las personas tienen sobre la seguridad pública en zonas urbanas.

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De hecho, con base en los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepciones de Seguridad Pública (ENVIPE), sabemos que la mayor parte de los casos de victimización en el país se concentran en las zonas más densamente pobladas.

Por ello, mirar más a fondo en las impresiones de la ciudadanía sobre la seguridad puede dar una imagen más específica sobre la marca que deja la criminalidad y la violencia en las personas.

La última versión de la ENSU revela que el 66% de la población en centros urbanos, al preguntarles sobre los niveles de delincuencia que sienten a su alrededor, consideran que vivir en una ciudad es inseguro.

Si bien los resultados de la encuesta muestran que el porcentaje de la población que se siente insegura es menor que años anteriores, sigue siendo más de la mitad de la ciudadanía. Además, la inseguridad no es la misma para todas las personas: las mujeres se sienten más inseguras.

De igual forma, al preguntarles a las personas con qué frecuencia se sienten inseguras, también el 66% contestó que se siente inseguro a diario en una ciudad. En el caso de las mujeres es el 72% y 61% para los hombres. 

Las percepciones de inseguridad tampoco son las mismas en todas las ciudades. Hay lugares como Tonalá y Guadalajara, ambos en Jalisco, donde el 86% y 84% de las personas respectivamente se sienten inseguras. De hecho, estos son los centros urbanos donde la ciudadanía se siente menos segura.

Les sigue Toluca, capital del Estado de México, donde el 82% de las personas se sienten inseguras. Estas tres ciudades también pertenecen a los cinco estados donde más hay homicidios.  

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¿Dónde entran las instituciones de seguridad en todo esto? 

La ENSU también muestra que el 53% de las personas encuestadas ha sido testigo de algún robo o asalto. Hace cinco años el porcentaje era mayor (60%) y ha disminuido constantemente, pero sigue siendo alto. 

Y a todo esto, ¿en dónde están las autoridades? Las policías son las primeras en proteger a las personas, en teoría. Sin embargo, parece que su desempeño no es el mejor porque es la institución en la que menos se confía.

¿Por qué hay inseguridad?

Según Elkin Velázquez, director del programa de seguridad urbana de la ONU para América Latina, las percepciones vienen de actitudes y emociones, no de números objetivos de crímenes. Sin embargo, también apunta que las percepciones no surgen de la nada; por lo general son un buen indicador de la situación de seguridad de un lugar. 

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Este estudio de la Revista de Estudios Penales y de Seguridad establece que, no solo en México, también en América Latina se han concentrado los problemas de inseguridad relacionados con la desigualdad

En el último siglo, América Latina se convirtió en la región en desarrollo con el mayor nivel de urbanización en el mundo. También, se considera como la región más insegura del mundo por la concentración de homicidios y otros crímenes. 

De acuerdo con Pedro Piedrahita, profesor de la Universidad de Medellín en Colombia y autor del artículo, una de las principales razones por las cuales aumenta la inseguridad de las ciudades en la región es por la desigualdad. 

En la Ciudad de México, por poner un ejemplo, esto sigue siendo un problema. El coeficiente de GINI, un número que mide la desigualdad en el ingreso de la población, aumentó de 0.49 a 0.54 entre 2019 y 2020, según información del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Cuanto mayor es el coeficiente, mayor es la desigualdad, al menos en ingresos. 

La pandemia ha obligado a los gobiernos a enfocar esfuerzos en reducir los contagios, ¿pero podrá resolver los problemas de desigualdad que ya existían con una crisis sanitaria encima?

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