Interjet se desploma a pesar de la “ayudadita” de Carlos Cabal Peniche

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“2020 será un año de expansión y consolidación para Interjet”, publicaba la aerolínea en un comunicado del 6 de enero. Hoy, Interjet podría estar al filo de la quiebra.

Interjet debe alrededor de 4,641 millones de pesos, tan solo a instituciones de gobierno. Sin contar con otros acreedores, como las empresas que le arrendaban 35 aeronaves y que se las recogieron por falta de pago, entre enero y marzo de este año (antes de que los estragos por la pandemia comenzaran), de acuerdo con IBA, la consultora del mercado aeronáutico más importante del mundo.

Con la flotilla reducida de 87 a 52 aeronaves (algunas están sin operar y otras que conservan para reutilizar las piezas como refacciones, de acuerdo con IBA), Interjet pasó de tener 55 rutas (30 nacionales y 25 en el extranjero, a países como Estados Unidos, Canadá y varios más de Latinoamérica) a menos 10, según se constata en su página de internet. 

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Además, el gobierno de Canadá le canceló el permiso de volar en su territorio por no pagar el seguro de responsabilidad civil. Esta historia se repite en los aeropuertos de Estados Unidos y algunos países latinoamericanos.

Quienes están pagando los platos rotos de los malos manejos –que datan desde antes de la pandemia– son los miles de pasajeros que compraron boletos de avión con Interjet y que ven sus vuelos cancelados y sin posibilidades en el corto plazo de recuperar su dinero, explica Max Murck, cofundador de Tec-Check, una plataforma en línea que reúne a consumidores para ingresar quejas colectivas ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), y que ya prepara la de Interjet.

“Las aerolíneas no deberían trasladar todos los malos manejos de antes de la pandemia a las y los consumidores”, dice Murck, quien nos cuenta que actualmente ya tienen congregados a cerca de 200 pasajeros para interponer una queja colectiva ante la Profeco, por el costo de sus boletos. El monto total alcanza los 2.3 millones de pesos. 

Uno de estos usuarios es Gabriela Gutiérrez: “Compré dos boletos de avión México-Canadá, pero ahora el gobierno canadiense les retiró el permiso, por no pagar el seguro de responsabilidad que exige a las aerolíneas. El call center no sirve, no responden los correos y Profeco se está tardando meses en dar cita para audiencia”, dice la afectada.

También está Nancy, dueña de una agencia de viajes, quien organizó un tour para 30 personas a Estados Unidos, saliendo de Ciudad de México: “Cuando me cancelaron el vuelo, me dieron un voucher para reagendar y tuve que pagar una diferencia de 15,000 pesos. Y me lo volvieron a cancelar. Yo ya estoy perdiendo dinero”. 

Hay cerca de 8,000 personas congregadas en el grupo de Facebook Queja Colectiva a Interjet, que piensan recurrir por la vía legal y demandar formalmente a la aerolínea. 

Como este grupo, también existe Defraudados Interjet y Denuncias Interjet, cada uno con unas 1,300 personas. Todas estas personas se sienten defraudadas por la aerolínea, propiedad del empresario Miguel Alemán Magnani (nieto de quien fuera presidente de México entre 1946 y 1952, Miguel Alemán Valdés e hijo del exgobernador de Veracruz, Miguel Alemán Velasco), y la falta de respuesta de la empresa y de las autoridades.

Para la abogada Sara González, el actuar de la aerolínea constituye “un fraude genérico, con dolo. Está maquinado. Te cancelan un vuelo, te dan un voucher que para usar tienes que pagar una diferencia y después ese mismo vuelo te lo vuelven a cancelar”.

Además, esto se ve agravado por la falta de disposición de Interjet para atender a los quejosos, pues su servicio al cliente para quejas no permite ser atendido por los operadores, los correos electrónicos no son respondidos y tampoco en sus redes sociales, explica González.

La Profeco ha recibido, entre enero y julio de 2020, 2,863 quejas en contra de compañías aéreas (39% más que en el mismo periodo de 2019), de las cuales más de la mitad serían contra Interjet. Cuestione solicitó la postura de Profeco, sin que haya dado respuesta al momento de la publicación. 

Pandemia, el pretexto para no cumplir

De todas las aerolíneas mexicanas nacionales, Interjet tuvo las mayores bajas en cuanto a transportación de pasajeros, pero esto no se debió a las restricciones de vuelo derivadas de la crisis sanitaria mundial por el nuevo coronavirus, sino a los malos manejos que ABC Aerolíneas, S.A de C.V. (razón social de Interjet) viene arrastrando desde años anteriores. 


Todas las aerolíneas redujeron los pasajeros transportados a causa de la pandemia, entre 43 y 56%. Pero Interjet fue la segunda que tuvo el mayor descenso porcentual (después de Magnicharter), con 67%, al pasar de transportar 7.1 millones de personas en vuelos domésticos, entre enero y agosto de 2019, a sólo 2.4 millones, en el mismo periodo de este año, de acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

Fuente: SCT

Lo que sucedió con los vuelos internacionales es aún peor, pues Interjet pasó de volar a tres millones de personas, entre enero y agosto de 2019; a solo un millón, entre enero y marzo de este año, después de ese mes la aerolínea no ha cruzado las fronteras del país.

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¿Y la inyección de los 150 mdd?

Carlos del Valle Charlie, como le gusta que lo llamen– se convirtió en el director general adjunto de Interjet, después de que se anunciara, en julio pasado, la inversión de 150 millones de dólares (unos 3,169 millones de pesos al tipo de cambio actual de 21.13) que realizarían su padre, Alejandro del Valle, y Carlos Cabal Peniche, el exbanquero acusado de fraude y desvío de 700 millones de dólares, en 1994, delitos por los que pasó siete años en la cárcel. 

El anuncio hizo pensar que nuevos aires soplarían para la empresa, pero esto no sucedió. A prácticamente tres meses del anuncio, la situación de la aerolínea no parece mejorar y esto podría deberse a que los recursos no han sido inyectados y en lugar de dirigirse a Interjet, podrían haberse ido para la adquisición de Radiopolis.

Hay que recordar que, en junio del año pasado Corporativo Coral –de Miguel Alemán, al igual que Interjet– anunció la compra del 50% de las acciones a Televisa del Sistema Radiopolis (que entre sus estaciones tiene a W Radio), mientras que el otro 50% lo conservaría el grupo de medios español Prisa (dueños del periódico El País.

Pero ahí los Alemán también quedaron mal y no realizaron los pagos correspondientes, por lo que Televisa los demandó. En julio de este año, Coral –ahora acompañada de Del Valle y Cabal Peniche– tomaron las instalaciones de Radiopolis. Pues al parecer, ya habían pagado la parte que les correspondía. Por lo que, Interjet y los miles de afectados, nuevamente se habrían quedado “volando”.

Fuentes cercanas al caso explicaron que lo anunciado como capitalización, con miras a resarcir los problemas financieros de la aerolínea, en realidad terminó en la adquisición del Sistema Radiópolis a Televisa”, reporta La Jornada

Si eso fue lo que pasó, sería “para dar la imagen de que ya estaban saliendo del hoyo, pero eso también se vuelve en un problema, porque es mentirle al inversionista y mentirle al público”, dice Gómez Suárez. 

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Las deudas que ahogan a Interjet

Uno de los grandes lastres que ancla al suelo a Interjet es la deuda por combustible que tiene con Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) –la empresa del Estado encargada de administrar sola o en conjunto con gobiernos locales 24 aeropuertos del país–, a la que debe 1,217 millones de pesos, con corte al 30 de junio de este año, de acuerdo con los estados financieros de la administradora.


ASA no es la única entidad del gobierno a la que le debe Interjet, en total, a las arcas públicas debe más de 4,641 millones de pesos (mdp), de acuerdo con declaraciones oficiales y solicitudes de información pública.

Incluso por concepto de la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA), que las aerolíneas cobran a los pasajeros y trasladan al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) 982 mdp, con corte a julio de este año, es decir, es dinero que ya recibieron cuando se realizó la compra de los boletos.

Para Fernando Gómez, analista del sector aeronáutico independiente, hace falta hacer una revisión de las leyes y los reglamentos, pues situaciones como la de Interjet y de otras aerolíneas que han quebrado en el pasado –como Taesa y Aviacsa– “evidencia la falta de supervisión de la autoridad”

“No se debe financiar con recursos públicos, las ganancias privadas. (El gobierno) no debe esperar a que reviente el problema, por eso (las aerolíneas) actúan así, porque la ley lo permite. Es decir, lo que estamos viviendo no es una coyuntura, es un problema estructural”, agrega Gómez Suárez. 

A los pasivos, faltaría agregar a otros acreedores –como los de las empresas arrendadoras de aviones–; a los pasajeros que demandan los reembolsos y al menos a 100 trabajadores, a quienes en agosto se les ofreció “un retiro voluntario”, a cambio de una liquidación de entre 40 y 50%, pero que a finales de septiembre aún no se les había pagado, reportó Eje Central

Mientras tanto, los miles de pasajeros continúan en la incertidumbre y espera de que Interjet o las autoridades respondan a su exigencia de recuperar el dinero de los vuelos que nunca despegaron. 

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