¿Qué hay detrás de la invitación de integrar al gabinete a los gobernadores de oposición?

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El 10 de septiembre pasado el presidente López Obrador sorprendió al invitar al priista Quirino Ordaz Coppel, gobernador saliente de Sinaloa, a ser parte de su equipo. Específicamente le ofreció la embajada en España.

Un día después visitó al gobernador saliente de Nayarit, Antonio Echeverría, y el presidente una vez más impactó con una invitación al panista para integrarse a su gabinete en cuanto termine el sexenio en ese estado.

Pero ¿qué hay detrás de estas invitaciones? ¿Traen consigo un mensaje para los demás gobernadores de oposición? ¿Tiene en la mira cambiar el escenario rumbo a la carrera presidencial de 2024? 

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¿Quiénes son estos gobernadores?

En el caso de Ordaz Coppel, se trata de un priista que inició su trayectoria política como asesor de gobierno en el Estado de México entre 1985 y 1988, por lo cual le tocó trabajar con personajes como Alfredo del Mazo González, padre del gobernador actual Alfredo del Mazo Maza, tío del ex presidente Enrique Peña Nieto y miembro del grupo Atlacomulco.

Más tarde, Ordaz Coppel estuvo en dependencias del gobierno federal en los sexenios de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, desde la Secretaría de Energía a la Secretaría de Turismo, así como en el entonces Departamento del Distrito Federal entre 1994 y 1997, cuando era encabezado por Óscar Espinosa Villarreal.

Fue hasta 2001 que Ordaz Coppel volvió a Sinaloa como delegado del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, desde donde fue escalando hasta ser diputado federal en 2015 y luego gobernador en 2017.

Por su parte, la trayectoria del panista Antonio Echeverría es mucho más breve. Se formó como empresario pero es hijo del ex gobernador Antonio Echevarría Domínguez, quien dejó las filas del PRI en 1999 para ser candidato al gobierno de Nayarit.

En aquella ocasión, Echeverría Domínguez encabezó una alianza entre el PAN y el PRD cuando estos partidos eran dirigidos por el ex presidente Felipe Calderón y el ahora presidente López Obrador.

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¿Qué hay detrás de estas invitaciones del presidente?

De acuerdo con el politólogo de la UNAM, Jorge Márquez, hay que distinguir que hay diferentes momentos en la política, y que lo que ahora nos parece extraño puede tener todo el sentido del mundo si retrocedemos en el tiempo.

En el caso concreto de Quirino Ordaz y Antonio Echeverría, ellos subieron al poder en sus estados antes de que existiera un bloque opositor unido, y cuando los partidos políticos a los que pertenecen no veían ni siquiera la necesidad de estar aliados.

“Cuando entraron al gobierno, tenían compromisos con la cúpula de su partido, pero la de aquel entonces”, dijo Márquez y agregó que en 2017 la élite priista estaba enfrentada con el PAN de Ricardo Anaya, mientras que la cúpula panista no veía con buenos ojos al PRI que tenía a Enrique Peña Nieto en el poder. 

O sea que ni Ordaz Coppel ni Echeverría García ni otros gobernadores y gobernadoras que comenzarán a dejar el cargo en los próximos meses son necesariamente parte del pacto que hicieron el actual presidente del PRI Alejandro Moreno y el del PAN Marko Cortés

Además cuando llegaron al poder “estaban en la orfandad”, según el experto, ya que no sabían ni quiénes serían sus líderes ni cuál sería el futuro de sus partidos, y por lo tanto pudieron llegar a acuerdos con Morena desde 2017 con miras a 2021. 

Por otro lado, para Jorge Márquez esta es una reacción del presidente López Obrador, “ante el tropiezo que sufrió Morena en las elecciones de junio de 2021”, sobre todo en lo que respecta a la conformación de la Cámara de Diputados y a que no le alcanza solo con Morena, PT y el Verde para modificar la Constitución.

“Está tratando de reactivar esa parte de priistas que lo prefirieron a él por encima del PAN, y a esa parte de panistas que lo prefirieron a él por encima del PRI”, comentó el especialista, lo cual rompería la alianza y mandaría el mensaje a la ciudadanía de “miren, son unos traidores”.

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Rumbo a la presidencia de 2024

De acuerdo con el politólogo Jorge Márquez, aunque la sucesión presidencial está todavía lejos, hay una intención de romper al grupo opositor y de convencer a ese electorado panista y priista “que finalmente fue el que le dio la presidencia”. 

Sin embargo no ve una fractura en esta alianza opositora pues tanto el PRI como el PAN se desligaron rápidamente de estos gobernadores y “quizás los van a expulsar”, lo cual manda el mensaje de que no van a permitir traiciones ni infiltrados del gobierno federal.

Por ejemplo, en el caso de la Cámara de Diputados, en el PRI se reformaron los estatutos para que el presidente de ese partido tuviera el control de las candidaturas. Y algo similar sucedió en el PAN, “cuidaron mucho los perfiles para que no fueran chapulinear a Morena”.

En cuanto a una probable intención de atraer a las nuevas figuras del PRI y el PAN para que la alianza se quede con las y los mismos candidateables de siempre, el experto consideró que solo Quirino Ordaz Coppel pudo haber tenido ese perfil, quien es actualmente el gobernador mejor evaluado según el ranking de Consulta Mitofsky.

Lo que ve el experto es la intención de ir sumando la fuerza local de los gobernadores de oposición salientes para que Morena tenga el mayor control posible del país, pero no solo hacia 2024. 

Por ejemplo, Jorge Márquez comentó que Alejandro Murat, actual gobernador priista de Oaxaca, no ve con malos ojos al presidente y podría colaborar para que Morena gobierne ese estado de 2022 a 2028, o al menos no hacer nada por impedirlo.

“El mensaje para los gobernadores es ‘te voy a perseguir cuando salgas’, pero si cooperas conmigo te voy a premiar. Quirino Ordaz entorpeció las investigaciones de los 100 operadores priistas secuestrados el día de la elección de junio”, dijo Márquez.

Y añadió que así como se está premiando a Ordaz Coppel y Echeverría, hay casos como el del gobernador saliente de Michoacán, el perredista Silvano Aureoles, que tal vez se conviertan en fugitivos de la justicia.
¿Le funcionará esta estrategia al presidente? Jorge Márquez opinó que no, que esta intención de romper podría tener consecuencias inesperadas que López Obrador está subestimando, como beneficiar a Movimiento Ciudadano rumbo a 2024.

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