Cuando Irma Eréndira Sandoval estaba a cargo de la Secretaría de la Función Pública (SFP), compró pruebas rápidas para detectar COVID-19 a un precio 3 veces más caro de lo que cotizaron otras dependencias, evidenció Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
La secretaría celebró un contrato con la empresa Grupo Val Integra SA de CV, por 90 kits de 25 pruebas rápidas. Esta compra costó 1,046,250 de pesos, es decir, 11,625 pesos por paquete. Sin embargo, otros proveedores como Productos Roche, Abalat y Fármacos Dinsa vendían el mismo producto en 3,250 pesos, es decir, tres veces más barato, en promedio.
Se supondría que si la SFP, a cargo de Irma Eréndira Sandoval, compró los kits caros sería porque la empresa era la de mayor prestigio o estos eran de la mejor calidad en el mercado. No obstante, la empresa con la que celebró el contrato tiene las características de una empresa fantasma.
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Grupo Val Integra ¿empresa fantasma?
Según la información del Registro Público de Comercio (RPC), Grupo Val Integra se creó el 9 de diciembre de 2015 para la comercialización de todo tipo de productos.
Los socios de la empresa son Ariel Moedan Ocampo, Victor Omar Pérez Cervantes y Juan Alberto Lupercio Lara, administrador único de la empresa.
El folio mercantil de la empresa dice que el domicilio oficial se ubica en la calle Naranjo de la colonia Las Huertas, una zona popular de Naucalpan, Estado de México. Este domicilio es particular y corresponde al departamento donde vive uno de los socios actualmente.
Así como el domicilio, otro foco de atención de la empresa es que no tiene empleados, de acuerdo con el registro de patrones del IMSS y con las declaraciones del mismo administrador de la empresa a MCCI: “solamente contrataba (personal) cuando le caía un contrato”.
Sin embargo, los portales de Transparencia y las autoridades de rendición de cuentas no tienen registro de que Grupo Val Integra tenga experiencia en otras licitaciones ni en contrataciones públicas.
Entonces, ¿por qué la SFP celebró un contrato con una empresa cuyo domicilio es de una residencia particular, no tiene empleados y no tiene experiencia como proveedor del gobierno?
La competencia
Podría pensarse que si la SFP de Irma Sandoval contrató a Grupo Val Integra dadas sus características “sospechosas” sería porque su producto tenía precios competitivos comparados con la competencia. Pero esto no fue el caso.
Según el contrato de compra, la dependencia adquirió “pruebas rápidas de inmunocromatografía en cartucho para la detección cualitativa de antígeno de nucleocápside de SARS-CoV-2 en muestras provenientes de hisopado nasofaríngeos”. Un producto “común” durante la pandemia.
En total, la secretaría compró 90 kits con 25 pruebas cada uno (equivalente a 11,625 pesos más IVA) y pagó poco más de un millón de pesos.
Dada la amplia oferta de laboratorios que ofrecen dichos productos, el IMSS en 2020 se dio a la tarea de hacer estudios de mercado para comparar los precios de las pruebas rápidas.
Según sus resultados, el precio más bajo en el mercado lo ofrecía Productos Roche SA de CV, por 3,125 pesos, más de tres veces más barato que al que vendió Grupo Val Integra a la SFP.
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¿Quién permitió la compra?
El contrato para la compra de los kits fue firmado por el director de seguridad de la SFP, Álvaro García Galindo, el 24 de diciembre de 2020. Antes de tener este puesto habría sido policía por 20 años y posteriormente agente en la Secretaría de Seguridad, en la Secretaría de Desarrollo Social y en el Ejército, según su declaración patrimonial.
Cuando se hizo la compra, la SFP todavía era encabezada por Irma Eréndira Sandoval, quien fue sustituida el pasado 21 de junio de 2021 por Roberto Salcedo Aquino. La noticia fue anunciada en el Twitter del presidente López Obrador sin dar mayor explicación.
¿Por qué Sandoval permitiría la compra de pruebas rápidas de COVID-19 a una empresa con características de empresa fantasma y los precios más altos del mercado?
