Isabel Cabanillas, la 21 activista asesinada en el sexenio de AMLO

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“Esta mujer me empujó a propósito. No sean así, amigos, eso no es correcto…”, escribía Isabel Cabanillas en su muro de Facebook, en la madrugada del 18 de enero.

“[…] Si tienen un problema con alguien díganselo, no hablen mal de otra persona a sus espaldas” continuaba Isabel mientras caminaba por la calle… “Si tienen más de 30 años compórtense como adultos, no como mocosxs cagones”, estas fueron las últimas palabras que escribió antes de ser asesinada.  

Más tarde, residentes del centro de Ciudad Juárez reportaron “detonaciones” y no fue hasta las tres de la mañana de ese mismo día, que las autoridades llegaron al lugar de los hechos, donde encontraron el cuerpo de Cabanillas.

Tan sólo en el estado de Chihuahua, van más de cinco defensoras que fueron víctimas de feminicidio a lo largo de la década: Susana Chávez, en 2011; Josefina Reyes y Marisela Escobedo, en 2010; Manuelita Solís, en 2012; y Miroslava Breach, en 2017, de acuerdo con la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México. 

Y en lo que va de la administración de Andrés Manuel López Obrador, ya suman 21 activistas y defensores de los derechos humanos asesinados, dos de ellos bajo protección del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, informó la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos” (Red TDT).

Isabel era una joven activista de 26 años. Era estudiante y abogaba por la igualdad de derechos para las mujeres y la comunidad LGBTQ, en Chihuahua. También participaba activamente en colectivos como Red Mesa de Mujeres. Una artista talentosa, con pasión por la pintura y el diseño. 

Hacía sus propios diseños, y vendía ropa pintada a mano a través de sus redes sociales, así era como pagaba sus estudios y podía mantener a su hijo de cuatro años

Pocos días después de su asesinato, debido a la falta de respuestas por parte de la alcaldía de Ciudad Juárez – y sin signos de una investigación en curso-, colectivos feministas a lo largo del país se coordinaron para protestar por la indiferencia de las autoridades ante el incremento de los feminicidios.

Con Isabel, van cinco feminicidios en Ciudad Juárez desde que empezó el año. El colectivo Hijas de su Maquilera Madre -del cual Isabel era parte-, lucha para que las autoridades estatales y municipales se responsabilicen ante el incremento de inseguridad en la ciudad. Aunque no pudieron evitar la muerte de su compañera, el colectivo busca honrar a Isabel y a todas las demás mujeres asesinadas, exigiendo no solo  justicia, también reclamando las medidas necesarias para frenar la ola de violencia que se está viviendo en Juárez.

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La muerte de Cabanillas detonó en acusaciones hacia el gobernador del estado, Javier Corral; el alcalde de Juárez, Armando Cabada; y a la Fiscalía Especializada de la Mujer (FEM), de encubrir estos delitos para mejorar la imagen de la ciudad. Además, denunciaron que en el congreso estatal, panistas detuvieron una propuesta para darle más recursos a la FEM, con el fin de que no profundicen en la investigación sobre la muerte de Cabanillas. 

La RED TDT reportó que las agresiones continúan, sobre todo contra defensores y defensoras de territorio porque “hay empresas que están viendo sus intereses trastocados”, y agregó que en 2019 aumentó la criminalización contra activistas que defienden a los migrantes en el sur del país

Ángela Hernández, responsable de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos de la Red TDT acusó en entrevista con Aristegui En Vivo, la represión de la Guardia Nacional contra una comunidad de Juan C. Bonilla en Puebla, que se oponía a un proyecto de alcantarillado.

En los últimos tres años se han visto un incremento exponencial de violencia y ataques en contra de defensores de los derechos humanos, activistas y periodistas; siendo Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Veracruz los estados donde más ocurren este tipo de delitos.

En 2019 fueron asesinados 10 periodistas: Rafael Murúa Manríquez, director de la radio comunitaria Radiokashana, en Baja California Sur; Jesús Eugenio Ramos Rodríguez, conductor del programa de radio Nuestra Región, en Tabasco; Reynaldo López, locutor de Televisa, Sonora; Santiago Barroso, también locutor en San Luis Río Colorado, Sonora; además de Omar Camacho, periodista deportivo de Sinaloa.

El oaxaqueño Telésforo Santiago Enríquez, director de una radio comunitaria, también se incluye en esta lista. Así como Norma Sarabia, corresponsal de Tabasco Hoy; Rogelio Barragán, director del sitio web Guerrero al Instante; Edgar Alberto Nava, director del sitio web La Verdad Zihuatanejo y Jorge Celestino Ruiz, reportero del Gráfico de Xalapa.

Activismo amenazado

Entre los activistas asesinados durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se encuentran Sinar Corzo, defensor de comunidades indígenas; Estelina López Gómez, defensora del territorio en Chiapas; Abiram Hernández, defensor de los Derechos Humanos en Veracruz; así como Samir Flores, defensor del territorio y en Huexca, Morelos.

Además, tres ambientalistas fueron asesinados en el transcurso del actual gobierno: José Luis Álvarez, defensor de la conservación del mono saraguato en Tabasco; Nora López León, defensora del medio ambiente en Palenque, Chiapas; Paul Vizcarra, activista de Morelos. 

A estos casos se suman, dos defensores de los derechos de LGBT: Oscar Cazorla, activista muxe de Juchitan, Oaxaca, y Miguel Ángel Medina Lara, asesinado a golpes en Acayucan, Veracruz.

Así como la vida de Cristina Vázquez Chavarría, asesinada en su departamento, quien era activista contra los desarrollos inmobiliarios de la Ciudad de México. Cruz Soto Caraveo, activista en contra del desplazamiento forzoso en la Sierra Tarahumara; y Arnulfo Cerón Soriano, quien protagonizó varias luchas sociales y su cuerpo fue hallado en una fosa de Tlapa, Guerrero.

La inseguridad que viven estas personas ha puesto a México como uno de los países más peligrosos para realizar cualquiera de las dos labores, periodismo o activismo. Como sucedió con el reportero Telésforo Santiago Enríquez, quien fue asesinado el 2 de mayo de 2019 y desempeñaba ambos oficios.

Telésforo y muchos más son un claro ejemplo del peligro que viven día con día las personas que buscan alzar la voz donde muchos otros escogen callar y hacerse de la vista gorda.

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