Morena fue la plataforma que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia en 2018. A casi dos años de distancia del abrumador triunfo con el 53.19% de los votos, el movimiento que fundó AMLO está en crisis.
La lucha interna que libran sus militantes por el control impide que el movimiento siente las bases de un partido. La guerra sucia de sus afiliados evitó que se pusieran de acuerdo para elegir a su dirigente en 2019.
Por eso, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) será el encargado de supervisar el proceso de la dirigencia de Morena. Una encuesta definirá al líder: el método que, en su momento, sugirió Andrés Manuel, pero no lo escucharon.
Se olvidaron hasta los principios
“La declaración de principios” de Morena se ha puesto en duda. “En nuestras relaciones internas nos comportaremos con respeto y fraternidad… por el esfuerzo compartido en favor del bienestar colectivo”, se lee en el quinto principio.
Incluso, la lucha de poderes llevó a desatender un punto de organización tan básico como es la verificación y credencialización de su padrón electoral. Ante el Instituto Nacional Electoral (INE) el partido tiene 466,931 afiliados, pero Alejandro Rojas Díaz Durán, candidato a la dirigencia de Morena posee otros números y asegura que son más de 10 millones.
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La falta de madurez del movimiento es palpable. El 8 de septiembre The Washington Post solo necesitó de una pregunta para resumir lo que actualmente vive el partido político: ¿Morena es un partido o un botín político?
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De 105 que se registraron quedan 71… por la dirigencia
La Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE aprobó 71 candidaturas para la renovación de la dirigencia de Morena, 36 para la Secretaría General y 35 para la Presidencia del Comité Ejecutivo Nacional; desechó a 34 aspirantes.
¿Y la equidad dónde quedó? Pese a que Morena pregona la igualdad de oportunidades y equidad entre mujeres y hombres, de 71 registros, solo 11 son mujeres, dos competirán por la presidencia: Yeidckol Polevsky y Adriana Menéndez.
Mientras que para la secretaría general lo harán nueve: Carol Arriaga, Citlalli Hernández, Donají Alba, Blanca Jiménez, Elía Couch, Paola Gutiérrez, Bendición Hernández, Karla Díaz y Claudia Macías.
Es tan evidente la desigualdad que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ya tomó cartas en el asunto y evaluará la convocatoria emitida por el INE al no contemplar la paridad de género.
Entre dimes, diretes y más…
Las y los candidatos iniciaron la lucha descalificando a sus oponentes. Bajo la urgencia de romper con el “pacto de las burocracias” e “ideas fósiles”, Gibrán Ramírez Reyes lanzó sus dardos contra Porfirio Muñoz Ledo.
Tachó a Alejandro Rojas Díaz Durán, Yeidckol Polevnsky Gurwitz y Mario Delgado Carrillo de sentirse “dueños del poder”, de “desleales” y “apadrinados”.
Pronto llegó la respuesta a Ramírez Reyes. El activista de Morena, Pedro Salmerón Sanginés le refrescó la memoria al joven militante. El padre de Gibrán, Rodolfo Ramírez Raymundo, fue asesor de Olac Fuentes Molinar, subsecretario de Educación Pública con Carlos Salinas de Gortari.
“Rodolfo Ramírez Raymundo… tenían un discurso de izquierda y una práctica neoliberal monda y lironda. Ambos pertenecían a eso que se llamó la ‘izquierda salinista’, junto con personajes como Adolfo Orive, Arturo Warman”, señaló Salmerón.
La visión de Alejandro Rojas
Para Rojas Díaz Durán, Morena “se debate en dos visiones, una minoría radical golpista, autoritarios y antidemocráticos facciosos, y la otra una izquierda democrática, progresistas, vanguardistas, tolerantes”.
Considera que a Muñoz Ledo lo están utilizando, “lo quieren convertir en el lobo con piel de Bertha”. Por lo que “su lucidez puede ser más enriquecedora a constituir la Fundación Morena”. Y sobre Alfonso Ramírez Cuéllar dijo a El Universal: “cuando habla la riega”.
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Muñoz Ledo y el ideal de un partido del pueblo
Muñoz Ledo centra su plataforma en transparentar y auditar el gasto de partidos políticos; combatir la corrupción; hacer público el patrimonio de los candidatos y hacer de Morena “un partido del pueblo, que no del dinero”.
Reconoce que Morena carece de estructura regional. Asegura que sólo en 17 estados se cuenta con un comité estatal bien establecido.
Delgado ¿y la equidad de género?
Mario Delgado, en cambio, habla de regresar a los principios; reeditar el diario Regeneración; actualizar el padrón de militantes; ser garante de la paridad y del ejercicio pleno de los derechos políticos de las mujeres, libres de acoso y violencia.
“Ningún interés personal puede estar por encima del interés de la transformación. Debemos enfrentar unidos esta responsabilidad histórica, la de garantizar la continuidad del proyecto”, destacó Delgado.
¿Reacomodos o alianzas?
La contienda inició, pero más allá de las descalificaciones, los candidatos empiezan a mover sus piezas.
No es raro el respaldo de Ricardo Monreal a Mario Delgado. “Es un peso completo y es una personalidad política en Morena… Tengo una buena opinión de él, somos compañeros de legislatura”, declaró el senador en 2019.
Parece definida la mancuerna Delgado-Monreal. Entre el grupo que lo apoya se encuentran: Dolores Padierna, Malú Mícher y Ricardo Peralta. No se puede olvidar que Delgado fue secretario de Finanzas y de Educación cuando el ahora canciller Marcelo Ebrard era jefe de Gobierno capitalino.
Aunque Ricardo Monreal parece tener una opción B, Alejandro Rojas. Dependerá de los movimientos que se presenten.
Luján y Ramírez Cuéllar impulsan a Muñoz Ledo
Bertha Luján se bajó de la contienda; sin embargo, la relación cercana con Alfonso Ramírez Cuéllar los llevó a empujar la candidatura de Porfirio Muñoz Ledo.
La dupla Luján-Ramírez tiene afinidad con la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, señaló Darío Celis en su columna Madruguete de Sheinbaum. La fórmula también respalda a Citlalli Hernández para la secretaría general. El bloque contaría con el respaldo de César Yáñez, y Martí Batres.
Yeidckol Polevnsky no se descarta
Pese al desgaste que ha tenido, nadie puede descartar a Yeidckol. Cuenta con el apoyo del gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, y del de Baja California, Jaime Bonilla.
Además de Armando Guadiana dio su voto a Yeidckol a quien se ha referido a ella como su amiga igual que José Narro Céspedes y José Luis Pech.
¿AMLO se desmarca de Morena?
López Obrador aseguró el 9 de septiembre que no tiene favoritos para dirigir a Morena. Agradeció a la gente que lo fundó “con mucho esfuerzo, con mucho sacrificio, hicieron una labor heroica, fue una hazaña el hacer a un lado al régimen corrupto”.
Sin embargo advirtió que no debía meterse “en los asuntos internos de Morena y no tengo desde luego ni candidata ni candidato preferido, como era antes”.
El mandatario hasta llegó a manejar la posibilidad de renunciar a Morena. En agosto expuso: “si el partido que ayudé a fundar, Morena, se echara a perder, no sólo renunciaría a él, sino que me gustaría le cambiarán de nombre”.
Es partidario de que “ya no usaran ese nombre, porque ese nombre nos dio la oportunidad de llevar a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública del país. Entonces, no se debe de manchar”.
Al interior de Morena se vive una lucha por el poder, divisiones y descalificaciones… ¿será el principio del ocaso?
