Ante la falta de atención de las autoridades y gran parte de la sociedad a sus demandas, las mujeres han buscado formas creativas y provocativas para llamar la atención a sus causas. Esto ha logrado que se coloquen en el centro del debate.
El jueves 7 de agosto de 2018, quienes hojearon la edición internacional del New York Times se encontraron con una escalofriante inserción pagada a página completa.
La imagen lo decía todo. Un fondo oscuro en señal de luto y un gancho para ropa resumían la realidad de millones de mujeres en el mundo y América Latina que año con año exponen su vida con un aborto inseguro.
La inserción estuvo a cargo de Amnistía Internacional, que exigía a los senadores de Argentina legislar a favor de un aborto seguro.
El anuncio estaba inspirado en las protestas de ese país, en las que mujeres llevaban el gancho para ropa como una forma de protesta y para alertar sobre el riesgo de un aborto clandestino e inseguro.
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El 30 de diciembre de 2020, el Senado argentino avaló con 38 votos a favor y 29 en contra la Ley de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo tras una maratónica sesión de 12 horas.
De performance a himno global
En 2019, durante las protestas en Chile, cuatro jóvenes de una colectiva feminista llamada LasTesis llamaron la atención sobre la violencia de género con una canción.
El performance se llevó a cabo en Santiago con la participación de más de 2,000 mujeres el 25 de noviembre de ese año, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
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Con los ojos vendados con una cinta negra y maquillaje que evoca moretones, sangre y muestras de violencia, las mujeres cantaron “Un violador en tu camino”, que días después se replicaría en todo el mundo como una forma de protesta hasta convertirse en un himno en las movilizaciones de mujeres que exigen sus derechos.
La robot entra en escena
Ahora, para llamar la atención de la desigualdad que hay en México en torno al aborto y exponer la falta de responsabilidad del Estado en garantizar el derecho a decidir de las mujeres y el derecho a la información médica, más de 80 colectivas y organizaciones civiles recurrieron… a una robot con pañoleta de marea verde.
Aprovechando las lagunas legales y la falta de armonización de leyes sobre el aborto -a pesar del histórico fallo de la Suprema Corte de Justicia del pasado 7 de septiembre, y cuya importancia te explicamos en esta nota– un grupo conformado por activistas y juristas se encarga de llevar tratamiento para interrumpir el embarazo a estados donde la ley todavía criminaliza a las mujeres que abortan.
Desde el 28 de septiembre, rAborta, un aparato que habitualmente se utiliza para el cuidado de mascotas, está en 11 estados del país que aún no despenalizan el aborto para llevar mifepristona y misoprostol a las mujeres que lo soliciten, informaron en conferencia de prensa organizada por la asociación Marie Stopes.
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Operación a distancia para evitar penas, pero dentro de la ley
De acuerdo con los datos más recientes, entre 2010 y 2018, 90,562 mujeres de entre 10 y 40 años murieron por abortos practicados en condiciones de riesgo en México. De éstas, 9% era menor de edad y 32% de las muertes se concentró entre las que tenían de 18 a 30 años de edad.
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Esta es la realidad que las colectivas buscan atender brindando información y garantizando el acceso a tratamientos seguros, sin importar el lugar.
Por ejemplo, si alguien en Tamaulipas requiriera el tratamiento de mifepristona y misoprostol, una compañera operará a rAborta desde la Ciudad de México para entregarle los medicamentos a la paciente en un sitio público o hotspot de Matamoros.
“El objetivo es llevar el medicamento de forma legal a estos estados. ¿Y de qué forma se puede llevar? Si se comanda el robot desde la Ciudad de México o cualquiera de los estados donde es legal, donde se puede obtener el medicamento de forma legal. El robot solamente funciona como un medio de transporte. Se trata de proporcionarlo desde un contexto donde no está penalizado, donde es legal interrumpir el embarazo, como la Ciudad de México, y lo puedes entregar en otro estado donde no es legal”, nos explicó Jennifer González de Women on Web.
“La persona que está tomando medicamentos no está infringiendo el Código Penal de su estado, porque el medicamento se está dispensando desde un estado donde es legal, donde no está penado”. Es decir, no hay ilegalidad en la acción.
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Según las colectivas, esta acción evidencia la desigualdad y la falta de justicia social en el país, pues no todas las mujeres de México tienen acceso a medicamentos e información para interrumpir sus embarazos.
Acompañamiento local y a distancia
Por eso también se han organizado para que si alguien solicita misoprostol y mifepristona sea acompañada por activistas y personal especializado en su propia localidad o de manera remota.
“La robot simplemente lo que hace es visibilizar que se tienen que utilizar estas tecnologías, que las mujeres no pueden ejercer sus derechos a la salud, sus derechos sexuales y reproductivos, y entonces tienen que recargarse en estas tecnologías en vez de que estos derechos, esta necesidad, sea cubierta por el Estado y se respeten sus derechos”, nos dijo Jennifer González.
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“Los estados no ponen en la agenda la despenalización de la interrupción del embarazo, entonces se tiene que utilizar este tipo de dinámicas y crear toda esta performance alrededor, cuando debería ser básicamente que hubiera clínicas especializadas reguladas”.
Las colectivas llamaron la atención de que el aborto con este tipo de pastillas es seguro, pues por lo general al hablar de interrupción del embarazo la imagen recurrente es la de una intervención quirúrgica, pero no es así en etapas tempranas.
Aborto seguro, eficaz y accesible
La mifepristona y misoprostol son fármacos seguros y garantizan una interrupción del embarazo sin complicaciones, nos dijeron representantes de las colectivas en una conferencia de prensa.
La Organización Mundial de la Salud considera que el misoprostol es un medicamento indicado en la interrupción del embarazo en las primeras 12 semanas de gestación.
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“El misoprostol es un medicamento absolutamente seguro, indicado y autorizado por la OMS para interrumpir el embarazo. Al tomar misoprostol se producen contracciones en el útero y se provoca la dilatación del cuello uterino, esto permite la evacuación del producto del embarazo en los días siguientes. El procedimiento no es invasivo -es decir, no requiere de instrumental clínico, ni debe realizarse en un hospital, centro de salud o por un profesional de la salud- y el riesgo de complicaciones es mínimo”, explica Ipas México.
Combinado con la mifepristona el tratamiento aumenta su efectividad hasta en un 98%, pero estas tabletas están reguladas en México, por lo que su acceso sólo puede ser mediante una receta médica.
De acuerdo con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, la mifepristona es un medicamento del Grupo III. Por esto, las colectivas también exigieron la reclasificación de este compuesto médico.
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Muertes de mujeres que pueden evitarse
Las colectivas alertaron que de acuerdo con el Observatorio de Muerte Materna el aborto inseguro es la cuarta causa de muerte de mujeres embarazadas en México, por lo que es conveniente ofrecer alternativas seguras a una realidad que no va a desaparecer.
“Entre 2015 y 2019 hubo en el mundo un promedio anual de 73.3 millones de abortos provocados (en condiciones de seguridad o sin ellas)”, explicaron.
“La tasa anual de abortos inducidos en México es de 33 abortos por cada 1,000 mujeres de entre 15 y 44 años, una cifra ligeramente superior al promedio que se reporta para
América Latina (31 por cada 1,000)”. El 28 de septiembre, 9 mujeres en el país recibieron su tratamiento a través de rAborta, pero la intención es que se brinden más atenciones.
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Si necesitas más información puedes acercarte a Women on Web para solicitar atención y asesoría y conocer historias de mujeres y jóvenes que decidieron abortar.
En Marie Stopes también puedes recibir información sobre este programa.
