La última vez que un presidente se metió en unas elecciones… AMLO clamó fraude

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¿Será un verdadero “guardián”?

¿Un presidente cuidando las elecciones? ¿A qué se refería Lorenzo Córdova, el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), cuando dijo que en México ya se había experimentado este suceso?

En 2008 fue publicado el Dictamen 2006 del Cómputo Final de la Elección de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, en el que se dio la Declaración de Validez de la Elección y de Presidente Electo. Es decir, es un reporte donde se detalla todo el proceso electoral en el que resultó ganador Felipe Calderón.

En este reporte, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dio a conocer que hubo una intervención de Vicente Fox -quien era presidente de la República cuando se celebró la elección presidencial de 2006- en los comicios. Eso puso en riesgo la elección entera.

De acuerdo con Arturo Espinosa, fundador y director de Strategia Electoral, es justo lo que Lorenzo Córdova quiere evitar.

“La Sala Superior lo señaló, dijo que la actitud, las declaraciones y la intervención que Vicente Fox tuvo en el proceso electoral, habían puesto en riesgo la elección”, dijo el especialista de la consultoría especializada en materia electoral y constitucional.

Históricamente, agrega Arturo Espinoza, en las elecciones llamadas intermedias, los partidos en el poder suelen tener un retroceso, eso puede explicar el interés del actual presidente en los próximos comicios, cuando dijo que será un “defensor ciudadano de las elecciones”. 

El presidente del INE tiene conocimiento de esta intervención, ya que como investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue uno de los miembros del consejo editorial del dictamen de las elecciones del 2006:

“El abierto intervencionismo gubernamental a través de intensas campañas publicitarias, el activismo en medios electrónicos de personas morales privadas(…), implicó una continua descalificación por parte de uno de los principales partidos políticos”, explicó Lorenzo Córdoba en el documento publicado en el 2008.

La obsesión de Fox

Andrés Manuel López Obrador no es el primer presidente con una presencia relevante como candidato, tampoco el primero que busca dominar la agenda mediática a través de declaraciones y conferencias diarias. Antes, fue el panista Vicente Fox.

“De entrada, hay que acordarnos que Fox tenía una clara obsesión con López Obrador. Digamos que, si hay algo que sabe hacer López Obrador muy bien es manejar la agenda de comunicación y es lo que vemos actualmente. Pero desde entonces, desde la jefatura de Gobierno, todos los días, daba una conferencia. El presidente Fox lo que hacía cada día era refutar los temas que había tratado López Obrador”, explicó Arturo Espinosa.

El especialista explica que una de las pruebas de esta “obsesión” fue el proceso de “desafuero” contra el jefe de Gobierno en el Distrito Federal en el 2005. 

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Candidato AMLO, candidato Fox

“La mejor faceta de López Obrador, es la de candidato. Otro candidato presidencial excelente era Fox. Digámoslo así, el presidente está comenzando a hablar de las elecciones y lo que está diciendo un poco Lorenzo Córdova es: ‘ojo señor presidente, ya sabemos que cuando un presidente se mete, se pone en riesgo el proceso’”, dijo Arturo Espinoza.

La advertencia por parte del presidente del INE es porque en estas elecciones se “juega mucho”: la Cámara de Diputados por completo (500 diputadas y diputados), así como 15 gubernaturas y los congresos locales de 30 entidades a lo largo del país.

¿Qué fue lo que cambió?

A pesar de las similitudes entre el 2006 y el 2020, hay algo que ya cambió y que también advierte el consejero presidente del INE: las reglas electorales ya no son las mismas.

Después de las elecciones de 2006, se modificaron las leyes para vigilar las contiendas electorales, en específico el artículo 134 constitucional, que prevé el respeto de tres normas: la utilizacion de recursos públicos, la no violación del principio de imparcialidad y la no violación de principio de promoción personalizada, como lo explicamos en esta nota.

“Si usted interviniente, le mando un mensaje: de lo que tanto se quejó que hizo Vicente Fox, no lo vaya a repetir usted, porque además, como autoridad electoral, ya tenemos la facultad para tomar cartas en el asunto”, así explica el fundador de Strategia Electoral el significado de las recientes declaraciones de Lorenzo Córdova.

Elecciones del 88, el punto de quiebre

En 1988, el país sufría una crisis económica, resultado de los excesos en las políticas proteccionistas que se impulsaron desde el gobierno de José López Portillo. La crisis se prolongó hasta el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado, a pesar de poner en marcha un plan de austeridad para enfrentarla. 

Durante su mandato también se devaluó el peso, lo que generó un profundo estado de insatisfacción social.

Arturo Espinoza, nos explica que antes de la existencia del IFE y del INE, se registraron incidentes que hicieron que la oposición, la izquierda en ese momento, negociara con éxito reformas electorales que protegieron los comicios a los niveles que ahora conocemos.

“Las elecciones de 1988 fueron un punto de quiebre. A partir de 1977, que se inician las reformas de apertura electoral con Jesús Reyes Heroles, y se suman más partidos políticos, los partidos de izquierda comienzan a disputar la contienda electoral”, detalla Espinoza.

El PRI llegó a las elecciones de 1988 con su primera pelea interna y su candidato era Carlos Salinas de Gortari. Por otro lado, la oposición era más fuerte que nunca: el PAN tenía a Manuel Clouthier, alias Maquío y la izquierda cerró filas con un candidato único, Cuauhtémoc Cárdenas. 

“La gente estaba entusiasmada con las propuestas de izquierda”, agrega el fundador de Strategia Electoral.

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En ese entonces, las elecciones las organizaba el gobierno. La Secretaría de Gobernación tenía a su cargo ese cometido y el padrón electoral era propiedad del gobierno, él mismo establecía quien aparecía ahí.

“La jornada electoral fue muy emocionante, y se creía que si alguien podría derrotar al PRI era Cuauhtémoc Cárdenas, pero algo pasó”, dice Arturo Espinoza. 

Los resultados comenzaron a llegar y, por una situación geográfica, los primeros que se dan a conocer son los de la Ciudad de México, donde la izquierda siempre ha tenido más seguidores. Entonces, las preferencias de los votantes ya se inclinaban hacia Cuauhtémoc Cárdenas

“Comienza a repuntar, en ese entonces no había encuestas de salida, ni cómputo, no había reglas, ni horas, todo se hacía a su conveniencia, y este es el gran peligro de que las elecciones las organice el gobierno”, continúa el entrevistado.

Lo que pasó después es lo que se conoce como “la caída del sistema”. Bajaron el switch del sistema de conteo y nadie pudo ver los resultados.

Las computadoras que llevaban el cómputo electoral se prendieron después de 24 horas. Cuando comenzaron a funcionar de nuevo y se mostraron los primeros resultados, Carlos Salinas de Gortari llevaba el 50% de la votación ya ganada.

“El Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), el INE, tienen su origen en todo lo que ya pasamos, no son caprichos. Aquí debemos de entender a Cuahutémoc Cárdenas como un verdadero demócrata, que protestó junto con Maquío, pero nunca incitó a la violencia y llegó un momento en el que dio por terminado su conflicto”, agregó Espinoza.

Carlos Salinas, quien ganó las elecciones, negoció con la izquierda después de este fraude. Para evitar más protestas planteó quitarle las elecciones al gobierno y vinieron las reformas político electorales de 1990, 1991, 1994 y 1996, en las que el principal cambio fue la creación del IFE

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Llegaron las intermedias de 1991

A pesar de las negociaciones, el peligro de un estallido social por el descontento provocado por el fraude electoral, seguía vigente. Salinas de Gortari cedió, como moneda de cambio a la oposición, la Reforma Electoral.

A Carlos Salinas no le iba tan mal administrando el país. La economía contaba con estabilidad y recuperó varias diputaciones en las elecciones intermedias de 1991. Pero ahora el problema estaba en Guanajuato, donde revivió el descontento por los fraudes electorales en México.

“En Guanajuato, el candidato principal era Vicente Fox y el del PRD fue Porfirio Muñoz Ledo. Las elecciones las pierde Fox y reclama fraude electoral, entonces aquí también negoció Carlos Salinas, porque no quería que Fox reviviera los conflictos post-electorales que ensombrecieron los avances de su gobierno”, detalló Arturo Espinoza.

Por eso fue designado un gobernador interino, Carlos Medina Plascencia, que organizó nuevas elecciones en Guanajuato, y que dieron por ganador al panista Vicente Fox.

Los cambios que ha tenido el sistema electoral mexicano, surgen por toda la historia de fraudes que México carga en su historia democrática, ¿serán suficientes para evitar que el presidente intervenga en futuras elecciones?

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