Además del tabaco y el alcohol, la marihuana es la sustancia enervante más consumida en el mundo, de acuerdo con el último Informe Mundial de Drogas de la ONU. Solo en Canadá, Países Bajos y Uruguay el uso de la marihuana con fines recreativos está legalizado a nivel federal, pero en otros países, como en México, existen barreras jurídicas que evitan que el país genere ganancias por su venta y comercialización.
Darío Mercado, secretario del Consejo Mexicano del Cannabis y Cáñamo, explica que derribar los obstáculos legales generaría más empleos, mejores tratamientos farmacológicos y, además, mayor recaudación de impuestos.
Incluso funcionarios públicos, como Tom Wolf, gobernador de Pennsylvania, han propuesto iniciativas para la legalización de la marihuana, pues al tomar en cuenta el golpe de la pandemia a la economía, los ingresos públicos de la regulación de esta droga podrían ser de gran ayuda.
¿Dónde está parada la marihuana en México?
El 28 de junio de este año, la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró como inconstitucional los artículos de la Ley General de Salud que prohíben el uso recreativo de la marihuana.
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El último avance legal significa que las personas pueden consumir marihuana con un permiso emitido por la COFEPRIS (que, por cierto, no puede negar la solicitud). Aún así, como lo explica México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), una organización dedicada a la investigación de políticas de seguridad, sin una ley formal todavía no se puede vender la marihuana.
Las implicaciones van más allá de un vacío legal: la declaratoria de la Suprema Corte tiene efectos solo sobre la Ley General de Salud y no sobre el Código Penal Federal.
Es decir, de no tener el permiso (cuyo tutorial para sacarlo puedes encontrar aquí), todas las actividades relacionadas con esta sustancia podrían representar un delito. La marihuana no ha sido despenalizada por completo y la posibilidad de crear asociaciones cannábicas sigue cerrada.
Posibles ganancias de la posible legalización
Antes de pensar en ingresos nacionales del comercio de cualquier droga, es necesario considerar el estado actual del mercado.
Hoy en día, los grupos del crimen organizado tienen el monopolio de los narcóticos, al menos en América Latina. Las ganancias son considerables. Los cárteles generan alrededor de 120 mil millones de pesos al año a partir del tráfico de drogas en todo el continente americano.
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En este reporte, MUCD concluye que la legalización implica que el Estado ahorre esfuerzos y dinero por acabar con el crimen relacionado con las drogas, además de que generaría más ingresos públicos. Como cualquier cadena de producción, el cultivo y el comercio traen beneficios económicos.
Según este estudio de BDS Analytics, una consultora de mercado de Estados Unidos, en el gobierno de ese país, la legalización de la marihuana ha resultado 230 mil nuevos empleos a partir de la regulación en algunos estados. Tan solo en California, la recaudación de los impuestos generó 93.1 millones de dólares en el 2018, de acuerdo con los datos del Departamento del Control Canábico de ese mismo estado.
En este otro reporte, México Unido Contra la Delincuencia menciona que el gobierno federal de Canadá obtuvo 55 millones de dólares en impuestos sobre el consumo; los gobiernos estatales recaudaron alrededor de 132 millones aparte.
De acuerdo con la guía para la regularización de la marihuana de México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), una organización dedicada a la investigación de políticas de seguridad, los impuestos para esta sustancia en México deben ser tales que no incentiven a las personas a seguir comprando ilícitamente.
Las estimaciones del dinero generado puede variar dependiendo del tamaño del mercado y de los marcos legales de la regulación, de acuerdo con el informe de MUCD. Predecir el ingreso puede ser problemático. De todas formas, los casos ya existentes en otros países y de otras sustancias pueden ofrecer cifras preliminares.
De la venta de bebidas alcohólicas (salvo la cerveza), el gobierno recaudó 17,355 millones de pesos y del tabaco labrado (es decir, puros y cigarros) 44,000 millones. Estos números son solo a partir del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
En Colorado, Estados Unidos, las personas pagan un promedio de 323 dólares (alededor de 6,400 pesos) en impuestos al año solo por consumir marihuana. De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) de México, 2.1% de la población entre 12 y 65 años del país consumió marihuana en 2016. Si tomáramos en cuenta a estas personas pagando un impuesto similar al de Colorado, el ingreso en México sería de 12 mil millones de dólares, según nuestros cálculos.
Por su parte, un análisis del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas menciona una cifra un poco mayor: la recaudación tan solo del IEPS sería de 15 mil millones de pesos.
Política con beneficios fiscales y de seguridad
Los reportes de México Unido Contra la Delincuencia aseguran que con la legalización y la regulación el precio de la marihuana (y de cualquier otra droga que se quiera comercializar formalmente) bajarían. Es un posible golpe para las organizaciones locales y cárteles nacionales, pues el tráfico de drogas es una de sus principales actividades.
También, el gobierno dejaría de gastar parte de la cantidad enorme de dinero (que en esta nota mencionamos) que destina a la seguridad. Sin embargo, la información de MUCD resalta que la legalización no resolvería el problema de las drogas y la violencia generada a partir de ellas. Puede reducir el daño, pero el mercado criminal seguiría allí sobre todo porque el narcotráfico no es la única actividad del crimen organizado.
Sí, la legalización de la marihuana puede abrir las puertas para la regulación de otras sustancias y para recaudar más dinero público, pero habría que pensar también en las maneras en que se puede gastar ese dinero, como la seguridad en el país.
