La “ley seca” que se sigue aplicando en México cuando hay elecciones no se basa en evidencia de que influya ni en disminuir la violencia, ni en aumentar la participación.
Al contrario de lo que se cree, no existe tal cual una “ley seca” en la legislación mexicana, pero la regulación del alcohol se menciona en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE), nos comentó Sofía Ortega, abogada de ponencia en el Tribunal Electoral de la Federación. Realmente depende de cada estado y municipio la decisión de aplicar o no la prohibición.
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De dónde viene la “Ley Seca“
La “ley seca” es una prohibición que tiene su origen hace 200 años en Estados Unidos, como consecuencia de un movimiento conservador denominado “Movimiento por la Templanza”. Estaban inspiradas por la idea de que el alcohol produce daño físico y psicológico. En la década de 1820 comenzaron agrupaciones en Estados Unidos a promover estas ideas.
Este movimiento buscaba controlar el consumo y a la industria que lo producía y lo vendía. Su prohibición estuvo vigente de 1920 a 1933 y fue establecida por la Enmienda XVIII a la Constitución de los Estados Unidos.
A la par ocurrió algo similar en México. Según Jesús Méndez Reyes, investigador del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana (INEHRM) en su artículo al respecto, las élites argumentaban que el “atraso moral de los indígenas, y las clases populares” se debía al alcohol, las fiestas y el juego.
Por ello, entre 1916 y 1931, se desarrollaron campañas antialcohólicas para frenar el consumo, la distribución y la generalización de bebidas alcohólicas. Estas campañas pretendían la “moralidad de la sociedad”, la “búsqueda de un mejor país” o de idealizar a un mexicano laborioso y sin vicios.
No está legislado
En México, la “ley seca” en jornadas electorales ni siquiera tiene un fundamento que tenga que ver con la participación o con causas de seguridad durante la elección. Simplemente es una práctica común que los municipios adoptan.
Según la LGIPE:
“El día de la elección y el precedente, las autoridades competentes de acuerdo a la normatividad que exista en cada entidad federativa, podrán establecer medidas para limitar el horario de servicio de los establecimientos en los que se sirvan bebidas embriagantes”.
Por ejemplo, en el caso de la capital del país, la Ley de Establecimientos Mercantiles para la Ciudad de México es la que explica que le corresponde a la Secretaría de Gobierno de la capital:
“Ordenar, mediante acuerdo general que deberá publicar previamente en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México y en al menos un diario de circulación nacional, la suspensión de actividades en los establecimientos mercantiles en fechas u horarios determinadas, con el objeto de vigilar que no se alteren el orden y la seguridad pública”.
“Ley Seca” en México
Martín Soto, profesor invitado en Política Comparada en la Universidad de California de Los Angeles, en entrevista con Cuestione, nos dijo que en México las prohibiciones parten de la suposición de que el alcohol desata violencia.
Por ello, tanto el Instituto Nacional Electoral, como los organismos electorales locales, solicitan apoyo a la policía y el ejército para garantizar la seguridad de los electores y del resguardo de las urnas a pesar de que no exista evidencia de influir ni en la violencia, ni en la participación.
En 2020, en el Congreso de la Ciudad de México se presentó una iniciativa para reformar la Ley de Establecimientos Mercantiles del Distrito Federal, y con ello eliminar la posibilidad de que se suspendan las actividades de los negocios que expenden bebidas alcohólicas.
En la sesión ordinaria virtual donde se discutió esta iniciativa el diputado Jorge Triana Tena, integrante del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional, señaló que “al eliminar esta suspensión se daría un paso fundamental para la consolidación de una de las más importantes libertades del ser humano: la de decidir.”
La propuesta era que el artículo 5 de la citada Ley se estableciera que “no podrán instruirse ni suspenderse actividades únicamente con motivo de la denominada ley seca o equivalente”. Sin embargo, la iniciativa se fue a la congeladora.
Aunque la ley seca no esté legislada, en la Ciudad de México, las personas que son sorprendidas violándola son remitidas al Ministerio Público y pueden ser acreedoras a una multa de más de mil 500 pesos, así como a entre 25 y 36 horas de arresto y trabajo comunitario.
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¿Influye en la participación?
Según el ACE Project, una organización académica de investigaciones electorales, las reglas o prohibiciones especiales que aplican en días de elecciones son principalmente de “entornos que enfrentan conflictos civiles y políticos.”
Por ejemplo, en el período previo a las elecciones generales del 12 de octubre de 2014 en Bolivia, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) del país promulgó varias prohibiciones: no había venta de alcohol entre el 9 y el 13 de octubre, y en detenciones a personas que transportaban objetos peligrosos en la vía pública (armas de fuego, cuchillos).
Bolivia es un buen ejemplo de que permitir o no tomar antes de las elecciones no influye en la participación. En las elecciones de 2009, la participación había alcanzado el 94.54 % y en 2014 cuando se prohibió la venta de alcohol, las elecciones generales tuvieron una participación del 87.89 % de los votantes.
Para las elecciones de 2020 la prohibición se había quitado y se alcanzó una participación del 88.42 %. Esto no quiere decir que permitir la venta de alcohol aumente la participación, sin embargo, quiere decir que no influye necesariamente.
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Otros lugares con más restricciones
En todo el mundo difieren las restricciones de derechos alrededor de las elecciones. Los países islámicos tienen restricciones mucho más severas que en países del occidente. En el caso de Estados Unidos, las prohibiciones de alcohol alrededor de las elecciones se deciden por estado. Sin embargo, solamente se aplica en Massachussets y Alaska.
Otros países con prohibiciones solamente durante las jornadas electorales son:
- Nigeria: Prohibición de circulación de vehículos, excepto los relacionados con las autoridades electorales.
- Belice: Prohibición de tomar fotos con teléfonos móviles en los colegios electorales.
- Senegal: venta de gasolina durante la campaña electoral y hasta que se proclamen los resultados.
- Camerún: tradicionalmente ha habido prohibiciones en cuanto a restricciones de transporte el día de las elecciones y cierre de todos los locales de bebidas y negocios desde la noche anterior al día de las elecciones.
Hasta ahora, la “ley seca” no solo es obsoleta sino que no muestra evidencia alguna de ser útil con fines electorales.
