Liconsa es la empresa estatal encargada de proporcionar lácteos para contribuir a la alimentación de familias mexicanas. Sin embargo, en el último año el abastecimiento ha disminuído y la empresa ha tenido pérdidas millonarias.
Por dos años, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), organización que se dedica a seguir casos de corrupción en México, ha investigado el incumplimiento de metas y las irregularidades de Liconsa. En su último reporte al respecto, pone todavía más en evidencia el fracaso administrativo.
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Extravíos y más extravíos
De acuerdo con MCCI, una auditoría interna de Liconsa detectó que en 2020 hubo una pérdida de millones de pesos en la venta de leche.
En específico, la pérdida es de 37.9 millones de pesos. ¿Cómo es que llegaron a esto? De acuerdo con la evaluación dentro de la empresa, las razones son errores organizacionales. Por ejemplo, no hay mecanismos de control para verificar realmente cuánta leche se produce y luego se vende.
Además, cancelaron contratos comprometidos, cometieron deficiencias logísticas y no aprovecharon la totalidad de una de sus plantas de producción.
Por si fuera poco, la auditoría también reportó el extravío de estados financieros por cinco meses. De enero a junio de 2020, no existen documentos que registren los movimientos de dinero de Liconsa.
Además de estas fallas, los y las expertas de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad establecen que la pérdida de dinero también se debe a que no aplican correctamente su plan de negocios. Que no pudieran generar ingresos adicionales también se debió a que no vendieron lo suficiente.
Miles de familias sin leche
Mientras que algunas de las instalaciones de la empresa rebasaron las metas que tenían planeadas, otras se quedaron cortas. Un caso es el de la Gerencia Metropolitana Sur: tenía proyectado vender 2 millones de litros de leche para todo 2020, pero a menos de un mes de que terminara ese año se habían registrado apenas 919 mil litros, es decir, solo el 42%.
En total, Liconsa prometió vender 36 millones de litros de leche, pero solo pudo vender 21 millones, lo que equivale al 59% de su objetivo.
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Todo lo anterior no solo representa pérdidas en ventas y en dinero. El objetivo de Liconsa es contribuir al cumplimiento del derecho de alimentación de millones de familias del país, millones de familias que están por debajo de la línea de bienestar.
Al incumplir con la venta, en realidad significa que la leche no está llegando a aquellas personas que más lo necesitan.
Y llega a menos y menos. Los datos más recientes recabados por MCCI muestran que el número de beneficiarios disminuyó justo antes de la pandemia de la COVID-19 —a pesar de que actualmente hay más familias mexicanas en pobreza y, por lo tanto, que deberían estar dentro del programa.
Otras irregularidades
Hacienda autorizó para Liconsa un presupuesto de 768 millones de pesos en 2020 y para septiembre de ese año ya se había gastado todos los recursos que tenían en el año, a pesar de que pidieron 200 mil pesos adicionales.
Es decir, ha tenido más dinero, pero ha cumplido menos. Además del mal manejo presupuestario y administrativo que ha habido, hay otras decisiones que han puesto a la empresa en los medios de comunicación.
Por ejemplo, para 2020, Liconsa otorgó a Alejandro Puente Córdoba, alguien que no tiene experiencia en la industria de lácteos, contratos millonarios.
Puente Córdoba es un empresario de telecomunicaciones que, además de todo, está relacionado con escándalos de corrupción durante el sexenio de Felipe Calderón.
Más allá del caos administrativo y más allá de la pérdida en millones de pesos, por las fallas que comete Liconsa va por un camino en el que miles de familias se ven afectadas. ¿Qué debe hacer esta empresa? En definitiva, algo diferente a lo que actualmente hace, pues le ha costado dinero al país y a la ciudadanía que lo necesita, comida.
