Lo que Evo nos dejó: el extraño conflicto entre México y Bolivia

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A México le está saliendo cara la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de dar asilo político al expresidente de Bolivia, Evo Morales. El costo va más allá de los casi dos millones de pesos que tuvo que pagar la Sedena para traer al exmandatario a la Ciudad de México desde el país andino, según El Universal.

Ya van dos semanas de que Morales se fue de México y la decisión de asilarlo le sigue pasando factura a López Obrador. Este lunes 30 de diciembre, el gobierno interino de Bolivia declaró personas no gratas a la embajadora de México, María Teresa Mercado, a la encargada de negocios de España, Cristina Borreguero, al cónsul español, Álvaro Fernández y les dio 72 horas para salir del país.

“Este grupo de representantes de los Gobiernos de México y España ha lesionado gravemente la soberanía del pueblo y del Gobierno constitucional de Bolivia”, aseguró Jeanine Áñez, presidenta interina de Bolivia durante una comparecencia en el Palacio de Gobierno de la Paz.

Por su parte, la secretaría de Relaciones Exteriores de México señaló en un comunicado que instruyó a la embajadora Mercado regresar a México, con el fin de resguardar su seguridad e integridad. Además, indicó que la Embajada de México en Bolivia quedará a cargo de Ana Luisa Vallejo, actual jefa de Cancillería de la Misión.

Esto provocó diversos comentarios en Twitter de algunos militantes de Morena, quienes calificaron al gobierno interino de Jeanine Áñez de “ilegítimo, autoritario y represor”. 

¿Qué pasó para que el gobierno de Bolivia tomara esta decisión?

El 26 de diciembre, México acusó a Bolivia de “hostigamiento y amedrentamiento” en sus sedes diplomáticas en La Paz, la capital, e incluso anunció que reclamaría por la excesiva vigilancia policiaca desplegada por las autoridades bolivianas, ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

Tras estas declaraciones, el expresidente de Bolivia y actual delegado internacional del gobierno boliviano, Jorge Quiroga, acusó al presidente mexicano de ser “cínico, sinvergüenza y pasarse de bellaco” con su país y ser incongruente al darle asilo a Evo Morales.

“Señor López Obrador, es hora de hablar claro. Usted claramente ha decidido ser el padrino de los tiranos latinoamericanos. Usted es un cobarde matoncito, porque lo hemos visto pasar vergüenza arrodillado ante Trump, que le pone exigencias, que lo obliga a deportar a centroamericanos, que le está metiendo inspectores laborales hasta el baño de su departamento, y usted arrodillado ante Trump, y vergonzosamente arrodillado ante Castro de Cuba y ante Maduro de Venezuela”, dijo Quiroga.

En la mañanera del 27 de diciembre, el mandatario evitó responder y se limitó a señalar: “vamos a esperar para que este asunto se resuelva, es un asunto diplomático. No vamos nosotros a engancharnos en dimes y diretes, no está en nuestro nivel”.

Y añadió: “estamos nosotros recurriendo a la legalidad internacional, al derecho internacional y sobre todo en defensa del derecho de asilo. Vamos a hacer honor a lo que ha significado siempre nuestra política exterior, que ha sido un ejemplo mundial en garantizar el derecho de asilo. No hay otra situación más que esa y desear que salgan bien las cosas”.

Mientras que el expresidente boliviano Evo Morales defendió a López Obrador:

Pero el asunto no paró ahí, la decisión de expulsar a María Teresa Mercado llegó después que el pasado 27 de diciembre, Bolivia denunciara que funcionarios de la Embajada española acudieron, acompañados de supuestos encapuchados, a la residencia de la embajadora mexicana, María Teresa Mercado, quien acogía a algunos ministros de la etapa del expresidente Evo Morales sobre quienes existen diversas acusaciones, una de ellas, terrorismo.

Por su parte, la embajadora boliviana, Karen Longaric en entrevista para El País, mencionó que “simplemente pedimos al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador que no se inmiscuya más en nuestros asuntos internos y que respete la soberanía boliviana” y remató: “Bolivia no es una colonia de México”.

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¿La relación entre ambas naciones se verá afectada?

La embajadora boliviana, Karen Longaric declaró que las acciones del gobierno de Bolivia “no implican la ruptura de las relaciones diplomáticas”, ni con México ni con España. Aseguró que se trata de una exigencia de Bolivia para que esos gobiernos acrediten a nuevos funcionarios que sustituyan a aquellos que “violaron la soberanía e irrespetaron las normas bolivianas”, precisó. 

Longaric dijo que no existía “ninguna otra posibilidad sino la de aplicar la Convención de Viena y pedir que se los retire del territorio boliviano”, refiriéndose a los diplomáticos señalados.

En ese mismo sentido coincidió Olga Sánchez Cordero, quien advirtió en conferencia de prensa el 30 de diciembre que: “Hasta ahorita la SRE no tiene la intención de romper relaciones diplomáticas con Bolivia y va a continuar su embajada en Bolivia, solo es la persona de la embajadora”. Pero la secretaría de Gobernación aceptó que “la relación es tensa”.

¿Será que aquí pare el conflicto entre Bolivia y México?

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