“Damos la vuelta y lo primero que veo es a mis hijos tirados… Agarré a uno, que estaba encima de su hermano menor… Y vimos que (el de abajo) tenía vida”, dice Adela Montés, madre de Ricardo Sandoval (21), uno de las nueve jóvenes asesinados durante un ataque a un local de videojuegos en Uruapan, Michoacán.
Las víctimas fatales van de los 21 a los 13 años. Héctor, el otro hijo de Adela -que sobrevivió gracias a que su hermano lo cubrió- tiene 15 años. La violencia y la crueldad en los municipios va en aumento en todo el país.
Algunos, incluso, tienen tasas superiores a los 100 homicidios por cada 100 mil habitantes, niveles mayores a países en guerra, como Siria, que en 2018 alcanzó una tasa de 68.8, de acuerdo con estadísticas del Banco Mundial.
Uruapan, que está entre los 10 municipios más violentos de México, en diciembre de 2019 registró una tasa de 98 homicidios por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SESNP) y el analista de datos Diego Valle. Casi 10 veces más que la tasa de asesinatos de Afganistán de 2015, que vivía enfrentamientos armados entre soldados estadounidenses y talibanes.
Zamora, también en Michoacán, fue en diciembre pasado el más violento del país, con una tasa de 146 homicidios por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con el analista de datos Diego Valle.
La violencia en algunos municipios de la República Mexicana es similar a la de países con altos niveles de violencia; otro ejemplo, en el último mes del año pasado, en Tijuana, Baja California, hubo 141 personas asesinadas, lo que representó una tasa de 92 homicidios por cada 100 mil habitantes, según el análisis Delincuencia en los municipios más violentos, de Diego Valle.
Después de Zamora, en Michoacán, tres municipios de Colima, incluida su capital, están entre los más violentos del país, mientras que en Sonora, la violencia se concentró en Guaymas, San Luis y Cajeme.
Antes de 2018, ningún municipio de Guanajuato figuraba entre los más violentos del país, pero las pugnas entre grupos criminales posicionaron a la entidad entre las más violentas de México, de acuerdo con información de la organización Seguridad, Justicia y Paz.
Guanajuato, que ha registrado en los últimos 10 años el mayor crecimiento económico , reducción de la pobreza y rezago educativo demuestra que las condiciones socioeconómicas de una entidad, no determinan la incidencia criminal, expuso la organización.
Además, programas para la prevención social del delito no resuelven mucho porque con subsidios y medidas no coercitivas no se atienden problemas de fondo como la impunidad, ni el desmantelamiento de organizaciones criminales, con lo que la violencia en el país, sigue en aumento, añadió la organización.
Homicidios en el país
Los homicidios en el país no dejan incrementar desde que comenzó la guerra contra el narcotráfico, en 2007, con el expresidente Felipe Calderón. Ha sido una escalada constante de violencia que para el 2019, ya arrojaba un saldo de 29 mil 401 homicidios dolosos. Con todo y promesas presidenciales de mejorar la seguridad en el país, Baja California, Guanajuato, Guerrero y Jalisco continúan como los estados más violentos del país, de acuerdo con información del SESNSP.
Le siguen Chihuahua, Veracruz, Ciudad de México, Michoacán, Puebla y Oaxaca, que en 2019 sumaron poco más de la mitad del total de homicidios en el país.
Así, entre 2018 y 2019, en 16 estados de la República Méxicana incrementaron los homicidios dolosos, mientras que que en 15 entidades se redujeron, de acuerdo con estadísticas de incidencia municipal del SESNSP.
Este año el panorama no pinta mejor, y de acuerdo con cifras preliminares de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Guanajuato sumó 428 personas asesinadas tan solo en enero de este año, un aumento de 200% en comparación con el mismo mes del año pasado.
En tanto, en Guerrero aumentó en 319% el número de personas asesinadas en el primer mes de este año, en comparación con el mismo mes de 2018, de acuerdo con estimaciones de la SSPC.
En México, el crimen y la violencia se han normalizado tanto que nadie se da cuenta que nuestros indicadores delincuenciales están peor que en países en que llevan años en guerra y con enfrentamientos armados todos los días.
