#ElINENoSeToca: ¿en verdad Morena quiere destruir la democracia?

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Defender la libertad, la democracia, al país del autoritarismo, el futuro de las y los niños de México son algunos de los conceptos que prevalecieron en la ciudadanía durante la marcha que organizaron colectivos, políticos, empresarios y activistas el domingo 13 de noviembre de 2022 en contra de la reforma electoral que propuso el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Con la consigna #ElINENoSeToca miles de ciudadanos marcharon desde el Ángel de la Independencia hasta el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México y también en diferentes puntos de la República en defensa de lo que los opositores a la reforma electoral llaman la destrucción del INE.

Sin embargo, y como es común, la retórica que adoptaron y repitieron decenas de líderes de opinión, de partidos políticos, ex presidentes, comunicadores, voceros de organizaciones civiles y la misma ciudadanía quedó incompleta, pues se basa únicamente en la premisa de que Morena y sus aliados, con el respaldo de López Obrador quieren desaparecer al INE para perpetuarse en el gobierno.

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El concepto es políticamente atractivo, ya lo vimos en la masiva convocatoria para asistir a la marcha que se apreció no solamente organizada, sino uniformada con idénticas pancartas para los asistentes e incluso playeras con distintas frases impresas en contra de la propuesta de reforma.

Hoy el INE está en peligro, Morena y sus aliados, apoyados por el gobierno federal impulsan una reforma que pretende debilitarlo tal y como lo han venido haciendo a través de recortes a su presupuesto durante los últimos cuatro años”, dijo el presidente del PRI, Alejandro Moreno, en un video publicado en su cuenta de Twitter previo a la marcha.

Esta es una reforma que viene desde el poder, y como tal, busca de manera descarada que el presidente y su partido tomen el control de las elecciones y de las autoridades electorales convirtiéndolas en juez y parte del proceso electoral”, dijo Moreno.

Aunque esto no es totalmente cierto, sí existen reservas acerca de que los consejeros electorales (que serían siete de aprobarse la reforma) se elijan de los 20 candidatos presentados por el Poder Ejecutivo, 20 por el Legislativo y 20 por el Judicial, pues existe la posibilidad de que los elegidos sean de la lista que presentó el Presidente, como nos dijo anteriormente la especialista en asuntos electorales, Dora Alicia Martínez, en esta nota.

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En el mismo video, el líder priista acusó que “Morena debería estar pensando en cómo fortalecer a la autoridad electoral y no en cómo fregarla, no en cómo debilitarla. Escudarse en que nuestra democracia es una de las más caras del mundo es un debate falso, el presupuesto del INE no está ni cerca de compararse con los miles de millones de pesos que el gobierno ha tirado a la basura en sus obras, en sus programas fallidos y en propuestas que no ayudan a los ciudadanos”.

La misma postura sostuvo el líder del PAN, Marko Cortés, quien a través de su cuenta de Twitter pidió al Presidente que deje de dividir (a las y los mexicanos).

“Ayer despertó México y cientos de miles marchamos en contra de la corrupción, las ocurrencias e ineptitud de su gobierno. Le dejo un video para que nos cuente bien. México está en pie de lucha. #ElINENoSeToca”, escribió el panista.

Pero el INE sí se toca, se han realizado diversas reformas electorales desde 1953 cuando se otorgó el voto a la mujer y hasta 2014 durante el sexenio del ex presidente Enrique Peña Nieto, en la que se aprobó la reelección de los senadores hasta por dos periodos consecutivos y los diputados federales hasta por cuatro periodos.

Esta reforma de 2014 fue la que desapareció al IFE y en su lugar creó al Instituto Nacional Electoral (INE), se le dio la función básica de organizar las elecciones federales y se le dieron facultades en el ámbito local.

Para Javier Santiago Castillo, ex consejero electoral y ex presidente del Instituto Electoral del entonces Distrito Federal, la reforma del 2014 y esta que se propone en 2022 son una regresión centralizadora, porque se mermaron -y se siguen disminuyendo- las atribuciones de los institutos electorales estatales como te contamos en esta nota.

Otro ejemplo es el video que la ex diputada por el PVEM, Alessandra Rojo de la Vega, publicó en sus redes sociales donde explica cinco razones para defender al INE entre las que asegura que la reforma electoral no significará un ahorro, no aporta a la democracia del país, no es necesaria “y su objetivo es destruir la democracia y por eso tiene trampas disfrazadas de buenas ideas”. 

También la organización defensora de la democracia, Sociedad Civil México, publicó un comunicado en el que piden a los y las legisladoras frenar el curso de la reforma electoral acusando que no es momento de hacer una revisión del funcionamiento del Instituto Electoral, ya que afirman que existe coacción legislativa por parte del gobierno Federal, como sucedió con el señalamiento de traidores a la Patria a las y los 223 diputados que votaron en contra de la reforma eléctrica en abril de 2022.

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El presidente del Congreso de la Unión y de la Cámara de Diputados, Santiago Creel; el ex presidente Vicente Fox; la senadora Xóchitl Galvéz; el ex secretario de Turismo de México Enrique de la Madrid; el empresario Claudio X. González; el consejero presidente del INE Lorenzo Córdova; el senador José Narro y muchas más personas se pronunciaron en sus cuentas de redes sociales bajo la misma premisa: el INE está en peligro.

Además fue José Woldenberg -primer consejero presidente del IFE autónomo- quien dio el discurso al cierre de la marcha en el que aseguró que “México no merece una reforma constitucional en materia electoral impulsada por una sola voluntad por más relevante que sea”.

Es verdad que la reforma tiene que ser revisada minuciosamente y cuestionada a profundidad, pero también lo es que el uso pragmático de términos catastróficos como destrucción o desaparición opacan el verdadero objetivo: la optimización de las instituciones y su adaptación a la realidad que estamos viviendo

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