Marina, Ejército y Guardia Nacional cerraron 2020 con los mayores niveles de confianza

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A pesar de que el Ejército y la Guardia Nacional sumaron en conjunto 674 quejas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) durante enero y noviembre del año pasado, una amplia mayoría de la población (entre 76.5% y 88.4%) declaró tener confianza en estas instituciones, así como en la Marina, al cierre de 2020.

Poco parece importar que entre las quejas recibidas por la CNDH existen denuncias por tortura, detenciones arbitrarias, intimidación, desaparición forzada, tratos inhumanos y crueles -como documentamos en esta nota– pues, también, más del 70% de la población consideró efectivo el desempeño de estas fuerzas militares.

A diferencia de ellas, las policías municipales fueron consideradas como las menos efectivas para las y los ciudadanos, además de gozar de la menor confianza entre todas las autoridades consideradas por la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Inegi.

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Pero estas cifras contrastan también con la percepción de inseguridad de la población pues, de acuerdo con las cifras presentadas para diciembre, casi 70% expresó que vivir en su ciudad era peligroso, lo que representa un repunte respecto a las cifras de septiembre.

Resalta también que las mujeres nuevamente perciben más violencia que los hombres. Mientras que 62.7% de la población masculina de las zonas urbanas considera que vivir en su ciudad es peligroso, para las mujeres este porcentaje se eleva hasta 72.6%.

Fuente: ENSU 2020 (IV Trimestre)

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¿En qué actividades se vive más inseguridad?

De acuerdo con la encuesta del Inegi, diversas actividades que suponen el día a día de millones de personas en el país generan percepciones de inseguridad para la mayoría de la población. En primer lugar, destaca utilizar cajeros automáticos, actividad que para casi 80% de las personas representa la actividad con mayor riesgo.

Muy de cerca se encuentra usar el transporte público que, para 72.9% de la población, representa una acción insegura. Luego se encuentran ir al banco (66.5%), andar por las calles que se utilizan habitualmente (61.3%), ir al mercado (53.6%), acudir a un parque público (53.6%) y, finalmente, transitar por carreteras (53.4%).

Mientras tanto las actividades en las que la población siente menos inseguridad son acudir a un centro comercial (38.9%), viajar en automóvil particular (35.6%), estar en el trabajo (34.3%), asistir a la escuela (25.7%) y estar en casa (21.6%).

¿Por qué si se vive inseguridad, las personas confían tanto en estas instituciones?

De acuerdo con Francisco Rivas, director general del Observatorio Nacional Ciudadano, la respuesta a esta pregunta está relacionada con “el nivel de interacción, así como el tipo de interacción que la población tiene con las autoridades”. 

De forma más específica, Rivas plantea que el principal intercambio que las personas tienen con las instituciones de seguridad es a través de las policías locales (tanto municipales como estatales) en las cuales “usualmente se involucran experiencias negativas, como el cobro de mordidas”, a diferencia del contacto que se tiene con el Ejército, Marina o Guardia Nacional que usualmente es menos común.

David Ramírez, coordinador del programa de Seguridad de México Evalúa, también nos explicó que el mal desempeño de las policías locales tiene que ver con “la falta de desarrollo policial, malas condiciones laborales de los uniformados y el desinterés en los gobiernos de fomentar a las policías como parte del eje fundamental para combatir la inseguridad”.

Esto a pesar de que desde mayo de 2019 se aprobó la Estrategia Nacional de Seguridad Pública que contempla la conformación de un nuevo Modelo Policial.

Esta estrategia buscaba, al menos en el papel, fortalecer a las policías municipal y estatal para que se articularan con la Guardia Nacional en la prevención y reducción de los delitos, así como para mejorar la percepción de seguridad e incrementar la confianza en las instituciones de seguridad. 

Sin embargo, hasta la fecha no han quedado muy claros los logros y avances de este proyecto, además de que Alfonso Durazo, ex titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y que fue el encargado de coordinar esta estrategia, renunció a su cargo a finales de octubre para buscar la candidatura a la gubernatura de Sonora por Morena.

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