A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador niega que México siga envuelto en una ola de violencia, la guerra entre cárteles sigue cobrando vidas inocentes. Guanajuato fue nuevamente el escenario de una masacre el pasado 15 de octubre de 2022 cuando hombres armados entraron a un bar conocido como El Pantano, ubicado en el municipio de Irapuato, para disparar contra los clientes y personal del establecimiento.
En este nuevo acto violento fueron asesinadas 12 personas: seis hombres y seis mujeres. El ataque que sembró el terror entre los vecinos de la colonia 12 de Diciembre se dio alrededor de las 20:00 horas del sábado y no ha sido el único que la ciudadanía de Irapuato ha presenciado en los últimos meses.
Y es que a pesar de que desde el gobierno federal nos aseguran que las estrategias de seguridad pública están teniendo resultados y que los eventos violentos solo se tratan de enfrentamientos entre grupos del crimen organizado, los números dicen otra cosa.
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Los medios de comunicación reportaron alrededor de 1,596 masacres en los casi cuatro años que lleva el gobierno morenista, de acuerdo con información de Causa en Común, una organización defensora de los derechos y las libertades.
“Ahora hay justicia para el pobre y en materia de seguridad ya no manda la delincuencia organizada, como era antes. Ya no hay torturas, desapariciones ni masacres, se respetan los derechos humanos y se castiga al culpable, sea quien sea. Ya no hay en el gobierno federal funcionarios como García Luna”, dijo el Presidente en su segundo informe de gobierno en 2020.
Causa en Común contabiliza -tan solo de enero a agosto de 2022 – 4,134 eventos calificados como atrocidades difundidos por medios de comunicación, lo que representa un promedio de 17 actos de extrema violencia al día, un 13% más que el 2021.
La organización define atrocidad como “el uso intencional de la fuerza física para causar muerte, laceración o maltrato extremo; para causar la muerte de un alto número de personas; para causar la muerte de personas vulnerables o de interés político, y/o para provocar terror”.
Y registra que de enero a agosto de 2022 sucedieron al menos 342 masacres; 1,144 casos de tortura; 562 casos de mutilación, descuartizamiento y destrucción de cadáveres; 525 asesinatos de mujeres con crueldad extrema; y al menos 247 asesinatos de niñas, niños y adolescentes, entre otros.
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El 50% de estos eventos se concentraron en Baja California, Guanajuato, Michoacán, Morelos, Veracruz, Estado de México, Guerrero y Zacatecas, de acuerdo con el informe que la organización presentó en septiembre de 2022.
En 2021, el escenario tampoco fue mucho mejor. En el periodo de enero a diciembre de 2021, se registraron 4,191 notas periodísticas sobre eventos que pueden catalogarse como atrocidades, dando la suma de 5,333 atrocidades con 8,759 víctimas.
Ese año se ejecutaron 529 masacres, 837 casos de mutilaciones, descuartizamiento y destrucción de cadáveres; 490 asesinatos de mujeres con crueldad extrema y 373 asesinatos de niños y adolescentes, entre otros crímenes.
El informe de Causa en Común correspondiente a 2020 indica que de enero a diciembre de ese año se detectaron, al menos, 3,060 notas periodísticas sobre eventos de violencia extrema en los que se contabilizan 5,380 atrocidades con un saldo de 6,365 víctimas.
En 2020 sucedieron 672 masacres; 709 casos de descuartizamiento y destrucción de cadáveres; 171 asesinatos de mujeres con crueldad extrema y 410 asesinatos de niños, niñas y adolescentes, entre otros delitos violentos.
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Mientras que en 2019, Causa en Común registró 206 atrocidades que dejaron alrededor de 1,184 víctimas mortales en atentados que causaron dos o más fallecimientos, además de 48 atentados individuales contra periodistas, defensores de derechos humanos, ambientalistas, policías, funcionarios públicos y hasta escoltas.
También se recabó información sobre el hallazgo de 17 bolsas con restos humanos en Jalisco, 19 fosas clandestinas en Zacatecas, el levantón de 25 jóvenes de un anexo en Guanajuato y por lo menos el asesinato de 18 niños, niñas y adolescentes.
El medio Zeta Tijuana realizó un recuento de 53 masacres en México durante los primeros 11 meses del gobierno de López Obrador en las que murieron alrededor de 411 personas y más de 90 resultaron lesionadas.
Entre las víctimas había 11 niños, 20 mujeres, 35 policías y militares. Tan solo en multihomicidios, en 10 bares murieron 92 personas en seis estados del país. Los estados con mayor número de atentados fueron Michoacán, Tamaulipas, Guanajuato, Veracruz y Guerrero, reporta el medio.
En un sexenio donde, supuestamente, este tipo de multihomicidios ya no tienen lugar, lejos de disminuir los índices de violencia han aumentado significativamente, colocando a México en la cuarta posición de los países con mayor criminalidad en el mundo.
