México y los 60 años de macrocriminalidad que no puede eliminar

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Hace falta voluntad política

¿Por qué parece que algunas regiones de México están gobernadas por el narcotráfico? o ¿por qué hay entrega de despensas por parte de cárteles de droga a plena luz del día y nadie hace nada?

El 17 de julio, en las redes sociales se dio a conocer el video de un comando armado con equipo y vehículos, que en teoría, sólo podrían ser propiedad del Ejército Mexicano.

Ese mismo día se dio a conocer un segundo video, en el que el líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación, “El Mencho”, respondía una amenaza y el cual fue eliminado de YouTube por infringir las reglas de la plataforma. 

Tres días después, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, el general Luis Cresencio Sandoval, explicó los dos videos del comando armado. Sobre el primero, mencionó: 

“Ambos videos pretendan mostrar al grupo élite con la mayor fuerza dentro del cártel, por poder y volumen de fuego, y adiestramiento militar. Los videos tuvieron un alcance mediático importante. También, en el primer video, muestra el apoyo y liderazgo actual del Cártel Jalisco Nueva Generación, que es El Mencho”, expuso el secretario durante la conferencia matutina del presidente de la República.

Gran parte de estos fenómenos mediáticos se explican por el dominio que los carteles de la droga mantienen en diversos estados, como parte de redes de macrocriminalidad

De acuerdo con el texto de Luis Daniel Vázquez, profesor e investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, estas redes realizan graves violaciones a los derechos humanos en completa impunidad. 

“La macrocriminalidad está integrada por tres estructuras: la criminal, la empresarial y la política”, nos dijo Daniel Vázquez.

Algunos ejemplos sobre estas redes de macrocriminalidad son la impunidad que Edgar Veytia, exfiscal de Nayarit, otorgaba al Cártel Jalisco Nueva Generación para el almacenamiento y transporte de droga, que trajo a la entidad no sólo violencia sino también constantes violaciones a los derechos humanos contra la población de ese estado.

“Ese es un problema que tuvimos con la narrativa de Felipe Calderon y Enrique Peña Nieto , y en buena medida, también la tenemos ahora, con la iniciativa de Andres Manuel (López Obrador)”, agregó el experto.

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¿Cómo terminar 60 años de macrocriminalidad?

De acuerdo con el entrevistado, las relaciones entre el narcotráfico, empresas y políticos no son nuevas, tienen 60 años.

“Las redes de macrocriminalidad de México se empiezan a tejer desde 1960, en el siglo pasado. Tenemos 60 años tejiendo redes de macrocriminalidad”, detalló Daniel Vázquez, autor de Captura del Estado, macrocriminalidad y derechos humanos.

Para combatir estas redes, Daniel Vázquez explicó que primero se tiene que reconocer que no es un problema de buenos contra malos.

“Hay una sensación de que por un lado tienes al Estado y a los militares  y por otro a los criminales. Y que lo que tenemos es una guerra, eso no es del todo cierto. El gran problema es en realidad, los políticos que prometen impunidad a los criminales, que los defienden”, señaló.

El primer paso que recomienda el investigador para desmantelar las redes de macrocriminalidad, es acabar con estas alianzas que se han consolidado

Destruir los nodos políticos

“A la pregunta de cómo hacemos para comenzar a combatir este tipo de organizaciones, la primera respuesta es descapturando a los órganos encargados de investigación y de seguridad. En realidad la prioridad no es la captura de El Mencho, no son los grandes capos, la prioridad son los nodos políticos”, agregó Luis Daniel Vázquez.

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Los nodos políticos son los vínculos que existen entre los políticos, autoridades y el crimen organizado, que permiten el entorpecimiento de la labor de búsqueda de justicia a través de la captura de las instituciones de investigación y de seguridad a lo largo del país.

Estas redes existen tanto a nivel federal, como estatal y municipal. Esto facilita la impunidad y la construcción de una estructura financiera, permitida por las empresas. 

Para terminar con esta captura del Estado y desintegrar las relaciones de impunidad se necesitan tres cosas:

  • Un gobierno que de verdad esté preocupado por el combate a las redes de macrocriminalidad y su desmantelamiento. 

“Cuando ganó las elecciones Andrés Manuel (López Obrador), pensamos que habría una coyuntura propicia para su combate. Pero no fue así, él no está interesado y ahora me parece que está mucho más claro. No es de las prioridades de ese gobierno, más bien promete bastante continuidad”, dijo Daniel Vázquez.

  • Liberar organismos de justicia, investigación y sanción.

“Esto implica realizar un diagnóstico para saber cuáles son los problemas que tienen tanto nuestras políticas administrativas, como las de investigación, con el fin de profesionalizarlas”, dijo el investigador.

  • Organismos internacionales

No hay muchos organismos internacionales, es difícil que logren entrar si no lo hacen de la mano de los gobiernos, porque el ideal sería la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Ese sería el más pertinente, pero necesita del apoyo, del visto bueno y del auxilio gubernamental”, concluyó Daniel Vázquez. 

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No hay voluntad política…

A pesar del reconocimiento de estos elementos, el investigador de Flacso y la UNAM dejó claro que no existen las condiciones en México para combatir las redes de macrocriminalidad, debido a que no hay voluntad política para hacerlo. 

“El gran problema con el gobierno actual es el diagnóstico equivocado que tiene. Cree que con un programa social o varios, podrá modificar los patrones de violencia de las redes de macrocriminalidad. La violencia tiene su propia lógica”, explicó el investigador.

Por último, Daniel Vázquez afirmó que tendríamos que esperar a que el próximo presidente electo o gobierno en su conjunto, mostrara interés en acabar con este viejo problema.

¿Cuántos años más tendremos que esperar para que se acabe la violencia en México?

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