La era de Donald Trump en Estados Unidos ya terminó y con eso también quedaron sepultadas algunas de sus políticas más polémicas en temas migratorios, como la de construir un muro entre México y Estados Unidos.
Ahora con el nuevo presidente, Joe Biden, el escenario para las personas migrantes va a cambiar, pues en los primeros días de su gobierno ya envió una iniciativa al Congreso de Estados Unidos para regularizar a unas 11 millones de personas indocumentadas, entre otros cambios. Pero ¿qué papel tendrá México en esta nueva política migratoria?
En los primeros días de gobierno, Joe Biden anunció que crearía un fondo de 4,000 millones de dólares (unos 80,000 millones de pesos mexicanos) para apoyar económicamente a Honduras, Guatemala y El Salvador, para reducir el flujo migratorio hacia ese país. También canceló el programa “Quédate en México”, el cual obligaba a las personas que pedían asilo en EU a quedarse en nuestro país mientras se resolviera su situación legal.
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Si bien México no ha tenido una política migratoria definida en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ahora con Biden la migración será una moneda de cambio para concretar o negociar otros temas, como los acuerdos de las energías renovables o los pactos comerciales, de acuerdo con tres especialistas consultados por Cuestione.
Hasta ahora, Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden ya pactaron “contener el flujo de inmigración irregular” en su primera llamada como presidentes y estos son algunos de los cambios que se avecinan para ambos países.
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1.- México tendrá que parar con las violaciones a los derechos humanos de los migrantes
El gobierno de López Obrador está lejos de cambiar la situación de las personas que entran al país sin documentos, pues se siguen documentando violaciones a sus derechos humanos por parte de la Guardia Nacional y la negación a dar refugio a personas que solicitan asilo al país, nos explica Gretchen Kuhner, directora del Instituto para las Mujeres en la Migración (IMUMI).
“Con Donald Trump, México no actuó soberanamente por más que lo diga el presidente, porque cuando el expresidente de EU lanzó la amenaza de aumentar los aranceles (impuestos) de las exportaciones mexicanas si México no endurecía su política contra las personas centroamericanas, tuvo un fallo histórico y no se comportó de forma solidaria con los migrantes”, coincide José Luis Valdés, integrante del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (Cisan), de la UNAM.
En esta nota documentamos que entre las quejas más recurrentes por violaciones graves de derechos humanos cometidos por parte de elementos de la Guardia Nacional, están las realizadas contra las personas migrantes. Esto, de acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
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2.- México tiene una deuda con las personas refugiadas
Si bien sabemos que hubo una baja importante del flujo migratorio por la pandemia de personas centroamericanas que querían cruzar a Estados Unidos, también ha habido un aumento de solicitudes de asilo en México que piden personas que vienen huyendo de su país por razones humanitarias o políticas y México les ha fallado, nos explica Alejandra Macías, directora de Asylum Access México, encargada de apoyar a personas refugiadas en el país.
“El gobierno mexicano tiene la obligación de darles refugio a las personas que lo soliciten a nuestro país, tal y como lo establece la Ley sobre refugiados, protección complementaria y asilo político. Sin embargo, las solicitudes de refugio pendientes en México aumentaron casi un 400%, entre 2017 y 2019”, nos dice Macías.
3.- AMLO y Biden podrían tener una relación difícil por discrepancias
López Obrador estaba acostumbrado a tener una relación fácil con Trump, pero en la administración de Biden, Estados Unidos tendrá que intervenir para que se cumplan, por ejemplo, los acuerdos alcanzados en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que contemplan que haya órganos autónomos en el país, los cuales quiere desaparecer López Obrador, nos explica el José Luis Valdés, integrante del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (Cisan), de la UNAM.
En ese sentido, “López Obrador será un hueso duro de roer para Biden”, considera Valdés.
Otro de los temas polémicos que podría ser un punto de quiebre, es el que tendrán por la decisión de López Obrador de frenar la inversión de energías renovables, algo en lo que no está de acuerdo Biden, pues entre su agenda está impulsar una política medio ambiental que apoye a la generación de este tipo de energías, de acuerdo con el especialista.
Si bien aún es incierta la situación entre México y Estados Unidos, el presidente Andrés Manuel López Obrador y el canciller Marcelo Ebrard tendrán que delinear una política migratoria que sea más solidaria con las personas migrantes, pues hasta ahora había estado sujeta a lo que decía Donald Trump.
