Aunque en las últimas semanas la violencia contra los migrantes se ha vuelto muy evidente por los videos donde se ve a autoridades del Instituto Nacional de Migración y la Guardia Nacional golpeando y maltratando a personas que intentan pasar por la frontera entre Chiapas y Guatemala, esas condiciones no son nuevas.
La Encuesta Sobre Migración en las Fronteras de México (Enif) se encarga, desde 1993, de identificar las características de los desplazamientos de Guatemala, El Salvador y Honduras, los tres países de donde sale más gente hacia las fronteras sur y norte. Desde entonces, las personas reportan abuso por parte de autoridades y situaciones laborales precarias.
Violencia en la detención y deportación
Durante su mandato como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump amenazó con poner más impuestos a los productos mexicanos, esto si el gobierno no lograba disminuir la migración que pasaba por el todo el país, con el fin de que no llegara a la frontera estadounidense.
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A partir de esa amenaza, el gobierno mexicano se comprometió a realizar acciones para reducir el flujo migratorio. ¿Cómo es el trato que tienen las autoridades migratorias hacia los migrantes? En su mayoría, los migrantes reportaron un trato favorable, sin embargo, en muchos casos todavía persiste la violencia.
Platicamos con Rubén Arias, un migrante de Honduras que vive en Brownsville, Texas. Como casi el 70% de las personas entrevistadas en la Enif, Rubén también tenía como destino final los Estados Unidos. Y aunque no nos contó cómo llegó hasta allá, sí nos platicó sobre la situación que vivió en la frontera sur de México.
“Todos huimos de la pobreza y la violencia. Encima de eso nos enfrentamos al maltrato por parte de las autoridades mexicanas. Tienen una actitud sumamente intimidante. Yo pude llegar hasta acá sin muchos problemas, pero me tocó ver cómo hay personas que les pagan a los funcionarios y aún así los agreden de muchas formas”, nos contó Rubén.
En cuanto a la frontera norte, el monto de personas migrantes detenidas y deportadas en Estados Unidos aumentó. En 2019, hubo 108 mil de estos eventos mientras que en 2018 hubo 86 mil personas.
El maltrato que reciben por parte de autoridades estadounidenses también persiste.
Las condiciones que viven los migrantes en México son precarias
De acuerdo con los últimos datos de la Enif, hubo 296,000 cruces de personas de Centroamérica a México. Por tercer año consecutivo, la cifra se encuentra por debajo de los 300,000 cruces.
Ese número de migrantes representa un número considerablemente bajo si se compara con años previos cuando el monto superaba las 600,000 personas.
La gran mayoría de las personas que realizaron un desplazamiento fueron hombres, específicamente, el 84%. La razón que da el reporte de la Enif tiene que ver con los roles tradicionales de género: más varones cruzan la frontera porque buscan mejores trabajos para proveer mejor a su familia.
Sin embargo, al analizar por separado a la población indígena es posible notar que las diferencias por sexo son distintas: 53% de las personas indígenes que se desplazaron fueron hombres y el resto mujeres.
También destaca que el 80% de los que cruzan la frontera lo hacen con documentos que les permiten la entrada. Aún así, las condiciones laborales de quienes viajan a través de la frontera no son las mejores: de acuerdo con el reporte, terminan trabajando en sectores informales de comercio. Es decir, no cuentan con prestaciones o seguros de salud.
¿Qué se necesita para tratar mejor a los migrantes?
Los últimos dos años se han destacado por el reforzamiento de políticas de control migratorio en México. Sin embargo, los datos de la Enif también muestran que estas medidas van acompañadas de mayor violencia.
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Los y las expertas que realizan la Enif destacan en el informe que las autoridades deben ser especialmente cuidadosas con el trato a la población. Transitan entre las fronteras de formas muy precarias y eso, de entrada, supone una situación de violencia.
Al respecto, Gonzalo Carrasco, profesor investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, también menciona que las restricciones agudizan las condiciones de vulnerabilidad de las personas migrantes.
El control más restrictivo en las fronteras obliga a las personas a tomar rutas más peligrosas y, posiblemente, caer en manos de traficantes, de acuerdo con Carrasco.
En este reporte de detención migratoria Sin Fronteras, una organización dedicada a promover el respeto de derechos humanos de migrantes, resalta que uno de los principales problemas es, justamente, la falta de capacitación que tiene el personal migratorio.
Para ello, es importante que los agentes del Instituto Nacional de Migración sean capacitados de mejor forma y que respeten los derechos humanos de las personas migrantes. Los videos y los resultados de la Enif son prueba de que la situación actual no es así.
