¿Mejor que use el avión presidencial?
Durante los primeros dos meses de gestión presidencial, Andrés Manuel López Obrador realizó al menos 22 vuelos comerciales,11 de ida y vuelta y 9 de varias paradas, lo que representa un gasto aproximado de 356 mil 791 pesos.
Cuestione hizo esa estimación con base en datos hemerográficos, información de las cuentas oficiales en redes sociales del gobierno federal y del mandatario, y el costo -cotizado en la semana del 11 al 17 de febrero de 2019- de los vuelos más baratos de tres aerolíneas que operan en México. No fue posible usar datos oficiales porque la administración actual no ha informado públicamente el monto que López Obrador y su equipo gasta en cada uno de sus viajes.
Esta cifra no representa actualmente ni el uno por ciento del costo total del avión presidencial; sin embargo, de mantener ese ritmo -al final de su sexenio- AMLO habría gastado en viajes 51 millones 21 mil 113 pesos.
Y es que además de los gastos del mandatario, según los apuntes de la prensa, viajan con él de tres a cinco personas de su ayudantía, su vocero y eventualmente alguien de su gabinete.
Si a ese gasto por vuelos comerciales le agregamos los 416.9 millones de pesos que, según el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2019, el gobierno federal ya pagó por la anualidad del avión presidencial que desde diciembre de 2018 permanece varado en un hangar de Estados Unidos, la cantidad aumenta a 468 millones 921 mil 113 pesos.
Pero ahí no acaban las cuentas…a esta cantidad habría que agregar 721 mil dólares (casi 14 millones de pesos) que la actual administración pagó por la renta del hangar, una cifra que la Secretaría de Defensa Nacional dio a conocer al diario Milenio vía Transparencia luego de una impugnación. Estamos hablando entonces de un total de 482 millones 921 mil 113 pesos.
Revisemos otra vez las cuentas: si el costo del avión presidencial en pesos es de 4 mil 236 millones 414 mil 600; entonces el gasto total de López Obrador en vuelos comerciales por todo el sexenio representaría 11% del precio, únicamente, de ese avión.
Además, el monto de la renta del hangar podría aumentar, ya que de acuerdo con el convenio que la Sedena firmó con la compañía The Boeing Company, el avión presidencial estaría guardado al menos 12 meses, con la posibilidad de extender el contrato un año más mientras se vende.
¿Política de austeridad?
Desde que era candidato por la presidencia de México, López Obrador dijo que nunca usaría el avión presidencial por su elevado costo. “No me voy a subir al avión presidencial, me daría pena, se me caería la cara de vergüenza subirme a un avión lujoso en un país con tanta pobreza”, dijo el mandatario el pasado septiembre, cuando su vuelo de Oaxaca a México se retrasó por cinco horas.
Sin embargo, los 482 millones 921 mil 113 pesos que estimamos de gastos comerciales por todo el sexenio es superior a todo el presupuesto que se destinó este 2019 para “contribuir al logro de la justicia social”.
Este objetivo de justicia social incluye: la pacificación del país; el combate a la impunidad y el acceso a la justicia; la política de seguridad; el respeto a la legalidad y a los derechos humanos; la implementación de una nueva política de drogas; el fortalecimiento de la democracia electoral y la participación ciudadana; el respeto y promoción de los derechos civiles; el ejercicio y promoción de las libertades; entre otros.
Otra cosa: el actual ejecutivo federal también gasta diariamente en traslados terrestres, cuyos montos son inestimables por falta de información pública; sin embargo, el pasado 4 de febrero se dio a conocer que el erario público pagó el doble del traslado del mandatario porque AMLO, y su equipo que lo acompaña, perdió un vuelo de Veracruz a la Ciudad de México.
¿Qué sigue?
El avión presidencial lleva más dos meses en espera de ser vendido, y ¿el gobierno federal no tiene oferta de compra?
