El Poder Legislativo federal con una mayoría del partido en el poder, Morena, aprobó las reformas que propuso el presidente Andrés Manuel López Obrador para que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tenga el control de la Guardia Nacional.
A esta decisión le siguió la iniciativa del PRI de ampliar hasta el 2028 la actuación del Ejército en tareas de seguridad pública en el país -aprobada en la Cámara de Diputados por una mayoría de diputadas y diputados de Morena, sus partidos aliados y del PRI-, que puso en pausa la Alianza Va por México, y son decisiones que están dibujando el camino que tomará la democracia en el país.
Eso nos dijo la doctora en Ciencias Políticas Karolina Monika Gilas, integrante del Observatorio de Reformas Políticas en América Latina del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, quien nos expuso que la militarización del país forma parte de un conjunto de elementos de “preocupación en lo que ocurre en el sistema político” y para la democracia en México.
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Al escenario se suma Rosario Piedra Ibarra, titular de la Comisión Nacional del Derechos Humanos (CNDH), quien “renunció a su facultad, a su deber de velar por los derechos humanos de la ciudadanía y de fungir como un control y contrapeso hacia el Poder Ejecutivo diciendo que no va a presentar una acción de inconstitucionalidad en este tema” de la militarización, nos dijo la especialista.
La también profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales e integrante de la Red de Politólogas señaló los cuestionamientos que ha hecho el primer mandatario en contra de las autoridades e instituciones autónomas como el Instituto Nacional Electoral (INE) y del Instituto Nacional de Transparencia (INAI) y del Poder Judicial.
“Esa lógica de que ‘quien no está con nosotros no tiene lugar’, me parece que son señales muy preocupantes en una democracia. El contenido de la reforma electoral que se ha propuesto por parte del Ejecutivo también me parece muy nocivo”, añadió Karolina Gilas.
“Creen que un mandato que se obtiene en las elecciones es un mandato absoluto, pero de ninguna manera lo es. La función de la democracia implica entender que las mayorías de hoy son minorías de mañana y al revés”, nos dijo.
“A la democracia mexicana le faltan demócratas, personas comprometidas realmente y de manera profunda con los valores democráticos, que tienen que ver con el respeto a las instituciones, con el respeto a los derechos humanos y al Estado de derecho”, enfatizó la investigadora.
Ruta peligrosa
De igual forma, la iniciativa de la diputada de Morena Reyna Ascencio, que busca impedir que la Suprema Corte realice interpretación constitucional, y que propuso frente al debate que sostuvo la Corte sobre la prisión preventiva oficiosa, al contexto de las reformas sobre la Guardia Nacional y de la iniciativa de extender el plazo del Ejército en las calles “es como quitarle los dientes a la Corte y la posibilidad de que analice este tipo de decisiones”.
“Es también una clara contravención de la Constitución, de la separación y división de poderes, de los compromisos que tenemos en materia de protección de los derechos humanos y creo que es una ruta también muy peligrosa”.
Para la politóloga este conjunto de decisiones, propuestas y el contexto en que se encuentra Morena frente a los partidos de la oposición que no terminan por cohesionarse o disolverse, indican que los próximos años serán “un momento clave” para la democracia mexicana.
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Morena con fuerza al 2023 – 2024
De acuerdo con Karolina Gilas, Morena es un partido que sigue en una “racha ascendente” de adherencia de militancia, donde convergen diferentes posturas, tradiciones y trayectorias políticas. Un partido que está “muy centrado alrededor de la figura del líder: el Presidente”. Y que a pesar de su heterogeneidad y diferencias está trabajando por la victoria en las próximas elecciones de 2023 y las de 2024.
Por el contrario, la alianza opositora, PAN, PRI y PRD, se enfrenta a uno de sus mayores retos para mantener su coalición. Si cualquiera de estos partidos presenta candidaturas por separado a los próximos comicios elevaría las probabilidades de victoria para Morena y sería una derrota anticipada para cualquier oposición, coinciden la doctora Karolina Gilas y el doctor René Torres Ruiz, profesor-investigador de la Universidad Iberoamericana.
René Torres ubica a Morena como “un partido simplemente mayoritario” y aclara que no hay condiciones para calificarlo como un partido hegemónico, porque la hegemonía implica que no existe una oposición partidista y México sí la tiene.
De igual manera, Karolina Gilas descarta que Morena sea un partido hegemónico, ya que para tener “un escenario de partido hegemónico tendríamos que ver la erosión de las instituciones democráticas y en particular de las instituciones de la democracia electoral, es decir, de las reglas que permiten que se lleven a cabo las elecciones libres y competidas”.
El sistema de partidos en México es multipartidista con “una tendencia a un partido mayoritario”, cuya duración dependerá también de las coyunturas y capacidades de los partidos de oposición para reconfigurarse o reconstituirse para avanzar en las contiendas electorales, precisó René Torres.
Señaló que “Morena durará como partido mayoritario en tanto siga haciendo cosas que le resulten interesantes, provechosas y benéficas a un sector amplio de la población y en esa medida seguirá obteniendo el respaldo popular. En cuanto deje de satisfacer o de resultar una oferta interesante a ese sector popular eso cambiará”.
Y la oposición política tendrá que hacer “un trabajo significativo para reconfigurar sus discursos, su formación de cuadros, los programas políticos que oferta y la capacidad de poder gobernar de manera democrática donde todavía gobiernan.”
René Torres considera que el gobierno federal no está tratando de imponer, “simplemente trata, como cualquier gobierno del mundo cuando tiene una mayoría parlamentaria de ejercerla en favor de sus iniciativas de ley, que considera son oportunas para la sociedad a la que gobierna”.
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Polarización
El elemento que preocupa al doctor René Torres es el debate político “demasiado polarizado”. Considera que los cambios que están sucediendo en México deberían de ser analizados “de manera más tranquila, más ecuánime, sin tanto alarido y estridencia”.
“Todos incluyendo el gobierno federal y a los partidos de oposición están fallando, no están mostrando una posición democrática y equilibrada”. Esto nos está faltando como sociedad para “ver hacia dónde queremos movernos, más allá de sexenios y de temporalidad”.
Para la doctora Karolina Gilas si en las instituciones, en la ciudadanía y en la clase política no hay personas con compromiso democrático, la democracia “puede no resistir”.
Y los actores culpables de lo anterior no es solo el partido en el gobierno actual, Morena, también son los partidos que han gobernado anteriormente, “pues tampoco lograron gobernar con una calidad que esperaba la ciudadanía. Lo que estamos viendo es consecuencia de todo ese proceso mucho más largo, sostuvo finalmente.
