Muerte de Lidia Gabriela, trágica consecuencia del miedo de las mujeres a la violencia feminicida

Compartir:

Arrojarse de un auto en movimiento parece una mejor idea que enfrentarse a los horrores que la violencia machista ha demostrado ejercer contra las mujeres en México. 

Esta fue la lógica detrás de la muerte de Lidia Gabriela, una joven de 23 años que saltó por la ventana de un taxi cuando el conductor se negó a detenerse y que, en cambio, aceleró por el carril de alta pasando el Metro Constitución de 1917, en la Alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México, el 1 de noviembre de 2022. La joven murió al golpearse contra el pavimento.

Su hermano Diego relató el hecho en su cuenta de Facebook y pidió ayuda a la gente: “si ustedes vieron algo, o creen que nos puedan ayudar con alguna información no duden en escribirme, se los agradeceré de todo corazón”.

También puedes leer: ¿El feminicidio de Luz Raquel Padilla Gutiérrez se pudo evitar?

“Cuando mi hermana se aventó, el chofer no se detuvo y siguió de largo, lo estamos buscando y recopilando todas las evidencias que podamos tener de él. Hasta el momento sabemos que conducían un Nissan Versa color blanco con Rosa y rines negros”, escribió Diego

El conductor del taxi, identificado como Fernando N, fue detenido el 10 de noviembre de 2022, informó el secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, en su cuenta de Twitter.

Esto luego de que el 5 de noviembre fuera localizado el vehículo Nissan con cromática blanca con rosa y placa A2303C, que fue solicitado por Lidia Gabriela por la aplicación de taxis de la Ciudad de México desde la colonia Las Peñas de Iztapalapa, con dirección a la estación de Metro Constitución de 1917 y se detuvo a Federico N. -hermano de Fernando N.- y otro hombre.

Fernando N. fue detenido tras una orden de cateo en la colonia Granjas Estrella en la Alcaldía Iztapalapa, Ciudad de México, donde los elementos de la policía hallaron un arma de fuego, droga y dinero en efectivo. 

Los testigos la vieron pedir auxilio

Antes de saltar, Lidia Gabriela -en pánico- pidió auxilio. Sacó la mitad del cuerpo del carro, justo cuando pasaba frente al Metro Constitución de 1917, y gritó: “¡ayuda, ayuda! ¡No me quiere bajar!”. Así lo explica su novio Alexis en entrevista para Milenio, de acuerdo con lo que le compartieron testigos de la zona, cuando el joven llegó al lugar. 

Durante la misma entrevista, Alexis dijo que durante el viaje Lidia Gabriela mantuvo comunicación con él, ya que desde que ella abordó el taxi sintió desconfianza, pues el conductor tomó una ruta diferente, incluso la tarifa que le estaba cobrando era más alta de lo normal.

Te puede interesar: Encuentran el cuerpo sin vida de Debanhi Escobar; su padre se disculpa por confiar en la Fiscalía de Nuevo León.

Todo esto sucedió entre las 16:54 y las 17:20 horas de aquel día. Al dejar de tener respuesta de Lidia Gabriela y para saber que ella estaba bien, Alexis le pidió a su papá que fuera al lugar donde una aplicación en el celular de Lidia Gabriela marcaba su ubicación, pero ya era tarde. 

Al lugar ya habían acudido los paramédicos y el cuerpo de Lidia Gabriela estaba dentro de la ambulancia forense

No es un loco que se le ocurrió llevarse una joven, es un modus operandi: OCNF

La Coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), María de la Luz Estrada, nos dijo que este no es un caso extraordinario, “sí ha pasado que las mujeres en riesgo se avientan del transporte para salvar su vida”.

Además nos dijo que hay evidencia de que este es un modus operandi de los criminales, que captan mujeres en las unidades de transporte público como el caso de Mara Fernanda Castilla en la ciudad de Puebla, desaparecida y luego encontrada sin vida después de abordar una unidad del servicio por aplicación Cabify en 2017. No es el único y sucede en todo el país, nos dijo la entrevistada.

Es urgente que haya una regulación rigurosa y también se tiene que estar viendo el perfil de la gente que está ofreciendo el servicio. Se tienen que hacer responsables”, exigió Estrada.

“Todas nos decimos ‘si te subes a un transporte avisa dónde lo tomaste, las placas‘, tenemos que estar haciendo muchas cosas para evitar que nos pase algo, y aún así no es suficiente”, nos dijo la activista. Lidia Gabriela lo hizo, avisó a su pareja, tenía la aplicación para rastrear su ubicación, pidió ayuda. Pero de nada sirvió.

La coordinadora del OCNF resaltó que la ley debe ser más severa ante estos delitos, pues “los criminales se sienten con la libertad de hacer lo que quieran porque hay una colusión, una impunidad que los arropa (…) al final dan dinero y quedan libres”. La corrupción también cobra vidas. 

En la desesperación de Lidia, la posibilidad de morir inmediatamente era la más amable. “Porque las jóvenes saben que si se las llevan no saben si van a volver”, señaló la entrevistada, ya que detrás de estos casos no está solamente está un secuestro, sino que puede estar relacionado con delitos como la trata de personas, la violación, la tortura y el feminicidio.

La entrevistada nos contó el testimonio de la madre de una chica desaparecida -de quien luego se encontró solo parte de su cuerpo. 

“Me dijo: yo prefiero que mi hija esté muerta a que la tengan sufriendo y torturando. Imagínate, para que una mamá te diga eso… es indignante el dolor de la gente”, detalló María de la Luz Estrada.

El miedo a ser secuestrada, la posibilidad de no poder ser rescatada o una firme convicción de no querer ser una más de las aterradoras historias de violencia feminicida, le dieron el valor ese día a Lidia Gabriela de querer salvar su vida. #JusticiaParaGaby 

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

Recibe las noticias más relevantes de México cada mañana, inicia tu día informado.