En México solo tres de cada diez profesionistas en ingenierías y carreras relacionadas con ciencia, tecnología y matemáticas, son mujeres.
El 1 de febrero, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) actualizó su investigación sobre mujeres en estas áreas y encontró que, en 2022, 494,753 mujeres y 996,519 hombres “estudian algún programa STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés) a nivel nacional”.
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Fátima Masse directora del área Sociedad incluyente del IMCO nos cuenta que ya que no hay evidencia de que biológicamente los hombres sean mejores en estas carreras que las mujeres “el hecho de que estemos viendo esta brecha de género tan marcada nos invita a decir ‘¿Qué está pasando?’”.
Desde pequeñas
La brecha comienza “desde la infancia”, nos cuenta la también Maestra en Administración Pública por la Universidad de Columbia. En el estudio publicado en febrero de 2022, Masse nos comenta que el IMCO encontró que desde lo que juegan las niñas desde pequeñas hasta los deportes que hacen, las van poco a poco condicionando a enfocarse en otras áreas.
Fátima Masse nos explica que en los exámenes estandarizados de primaria, las niñas salen un poco mejor que los niños en promedio, pero en secundaria esto se va invirtiendo y ya en bachillerato la brecha entre hombres y mujeres es evidente.
Algo está fallando en el proceso de socialización y educación de las niñas y mujeres que está manteniéndolas fuera de estas áreas y es fundamental hacer algo al respecto.
Es problema de todos
Según el IMCO “Una mayor participación de las mujeres en el sector (científico, tecnológico, matemático y de ingenierías), no solo tendría beneficios para ellas, sino que también elevaría la competitividad de las industrias y de los estados al incorporar una mayor diversidad de perspectivas para el desarrollo de la innovación”.
La también economista por el Instituto Tecnológico Autónomo de México nos explicó que hay dos razones por las cuales nos debería preocupar esta brecha, la primera es en términos de equidad de género y la segunda es por el impacto que puede tener en el desarrollo.
Mujeres y hombres son diferentes y por lo tanto “resuelven problemas y se cuestionan de manera diferente”, nos dice Masse.
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En la medicina, por ejemplo, la participación de ambos sexos es importante ya que los avances y descubrimientos deberían hacerse tomando en cuenta a toda la población y no solo la experiencia masculina.
Por otra parte hablando de inteligencia artificial, nos cuenta Fátima Masse, “lo que puede hacer una tecnología de esta naturaleza depende mucho de quien la programó y de con qué datos se fue alimentando” por lo que si esta continúa siendo un área dominada por hombres “se van a perpetuar los sesgos de género que ya estamos viendo”.
Los estados
El informe de 2023 sobre mujeres en este tipo de carreras explora cómo van en este tema los estados de la república y, a diferencia de temas como seguridad, turismo, comercio o economía, la mayoría del país se encuentra en condiciones muy similares. Lo cual indica, según la economista, que “las brechas de género están súper arraigadas” en todo el país.
El estado con menos porcentaje de mujeres matriculadas es Quintana Roo con un 27% mientras que Zacatecas es el estado con mayor proporción con 37%. La mayoría de los estados está entre 33% y 34% de matriculación.
El IMCO informa que estados con mucha actividad secundaria se beneficiarían en especial de que más mujeres entraran en estas áreas.
Coahuila, uno de estos estados, tiene actualmente varios programas para cerrar la brecha como lo es NiñasSTEM Pueden. Sin embargo, a pesar de que se ha logrado un aumento del 9% en la matriculación de mujeres en los últimos diez años, la mayor a nivel nacional, sigue habiendo solo un 32% de mujeres en carreras de este tipo en ese estado.
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Por otro lado, Tabasco es el único estado que ha disminuido su proporción de mujeres en estas carreras pasando de 33% en 2012 a 30% en 2022.
Cerrar la brecha
Parte del problema viene de que no hay una estrategia nacional para cerrar la brecha. Hay, nos comenta Fátima Masse, “acciones aisladas que tienden a intervenir en ciertos momentos de la trayectoria educativa pero no hay realmente un esfuerzo conjunto que analice esta trayectoria educativa (de las mujeres) desde que inicia hasta que se insertan en el mercado laboral”.
Los esfuerzos actuales vienen de gobiernos locales y de la sociedad civil, pero es necesario que haya esfuerzos federales que trabajan por corregir la brecha en todos los contextos y en todos los momentos de la educación. De igual manera, Masse considera que se deben “alinear los esfuerzos que están haciendo las diferentes instituciones” así como “facilitar el diálogo entre los actores locales y el sector productivo”.
Por sí solo este sesgo tomaría 37 años en corregirse, lo cual en palabras de Fátima Masse es “muchísimo tiempo” en estos sectores. Las ingenierías, carreras en ciencia, tecnología y matemáticas son el futuro y si no se hace algo para corregir la brecha de género, la construcción de este futuro podría excluir a muchas mujeres.
