El Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) “controlan” desde hace más de 10 años el mercado de la madera y la pesca en México, denunció Vanda Felbab-Brown, experta estadounidense en crimen organizado en una entrevista para El País donde habla de su investigación, Tráfico ilegal de especies en México ligado a China.
Felbab-Brown dice que estos cárteles quitaron de en medio a pescadores ilegales y talamontes y se convirtieron en los negociadores directos con comerciantes chinos. El Cártel de Sinaloa y CJNG “están entrando en muchas actividades económicas que no son las drogas”, alertó la experta al diario español El País.
“En Tierra Caliente (una región conformada por Michoacán, Guerrero y el Estado de México) prácticamente cualquier tipo de producción agrícola, no solo el aguacate sino también el maíz o los cítricos, están controlados por el crimen organizado. En la industria minera lo mínimo que encuentras son extorsiones”, expuso Felbab-Brown.
Te puede interesar: Inflación, producción, clima y hasta crimen organizado: causas del alto costo del limón
Tráfico ilegal de la madera, un negocio multimillonario
Al menos un 70% de la madera que se comercializa en México es ilegal, advirtió en 2020 la UNAM. Para los cárteles de la droga dominar este mercado les es más benéfico. “A nivel jurídico, la tala ilegal de árboles no está tipificada como un delito federal”.
Según Felbab-Brown los narcos son los intermediarios. Mientras que los talamontes “bajo amenazas del narco” son los encargados de cortar árboles de las zonas boscosas y si se les llega a detener, “podrían obtener una pena de uno a nueve años de prisión, y de 300 a 3,000 días de multa”, según la información del documento Estado que guarda el sector forestal en México.
Según las cifras ofrecidas por la UNAM, “la tala ilegal es un negocio multimillonario, sus colosales ganancias anuales alcanzan entre 10,000 y 15,000 millones de dólares a nivel global”. Esto representa una cifra similar al monto de remesas que recibió México de los connacionales en el primer semestre de 2022, que fue de poco más de 12,500 millones de dólares.
En Chihuahua, la tala ilegal es considerada por las autoridades como un problema grave. En 2022, el fiscal General de Chihuahua, César Augusto Peniche Espejel, estimó ganancias por cada camión cargado de madera de entre 75,000 y 220,000 pesos, reportó Connectas.
El ingreso del narco en los bosques
La denuncia de Felbab-Brown sobre el control de la industria maderera confirma la que realizó el activista Cruz Soto en 2018 a InSight Crime -fundación dedicada al estudio y a la investigación de amenazas para la seguridad nacional y la ciudadana en América Latina y el Caribe-. Los narcotraficantes, dijo, “controlan la tala ilegal desde el 2008”.
Cruz Soto fue asesinado en octubre de 2019. Un año antes habló de la preocupación de los pueblos indígenas de la Sierra Tarahumara por la tala ilegal y la presencia del Cártel de Sinaloa. “Ellos están metidos en todo: tala ilegal, minería, ganadería”.
El activista acusó al C ártel de tumbar árboles para abrirles paso a las plantaciones de amapola, la materia prima usada para la fabricación de heroína. “Están muy bien armados… Si alguien se interpone en su camino simplemente lo eliminan”.
Entre los municipios afectados se encuentran: Maguarichi, Guerrero, Uruachi, Ocampo y Madera, al igual que Guadalupe y Calvo y Bocoyna. La tala ilegal no sólo se presenta en Chihuahua, el problema también es grave en Chiapas, Michoacán, Colima, Tamaulipas y Yucatán, según el diario El Sol de México.
Datos del Servicio de Administración Tributaria (SAT) confirman el aseguramientos de varios cargamentos de cedro, cocobolo, pino, granadillo y lupuna.
“México se ha convertido en un destino de madera tropical ilegal de la Amazonia y a la vez también en una ‘lavandería’, de madera ilegal, posiblemente de Colombia, Perú, Venezuela y Brasil, qué va con dirección a Estados Unidos”, declaró el coordinador de políticas públicas de la Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales, Gonzalo Chapela y Mendoza, a El Sol de México.
Quizá quieras leer: Violencia y malas prácticas: lo que está detrás de la suspensión de aguacate mexicano a EU
Drogas, la moneda de cambio
Según la experta estadounidense en crimen organizado, los chinos pagan los cargamentos de maderas y especies marítimas con sustancias químicas como la efedrina, el anhídrido acético o el ácido sulfúrico –los llamados “precursores”– que sirven a los cárteles para la elaboración de drogas sintéticas como el fentanilo y las metanfetaminas.
Felbab-Brown señala a los cárteles como los “controladores” del mercado de la pesca en México. “Va mucho más allá de la totoaba -especie de pez-”, explica la experta, también están el tráfico ilegal de tiburón, el abulón, las medusas y los pepinos de mar. Esto se extiende a “muchas de las pesquerías legales que están siendo controladas sistemáticamente” por los narcotraficantes.
El Cártel de Sinaloa no solo negocia con los chinos, también se encarga de presionar a “las plantas procesadoras para que compren el pescado que les llevan”. La especialista precisa que “estas plantas son las que emiten los certificados que respaldan la legal procedencia del pescado y son presionados e intimidados para expedir certificados falsos para ellos”.
Narcotraficantes controlan la pesca
La presencia de narcos en la pesca ya había sido denunciada en 2018. “Algunos de los supuestos pescadores están metidos en el crimen organizado”, expuso el investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, Rodrigo Medellín. “Sabemos que están en San Felipe (Baja California) los promotores directos y se pasean impunemente, pues no hay quien los detenga”.
Rodrigo Medellín culpó al crimen organizado de llevar a la casi extinción a la vaquita marina, ya que varios de estos ejemplares quedan atrapados en las redes que utilizan para apresar a la totoaba, un pez cuya vejiga natatoria es vendida en el mercado negro chino en 8,500 dólares, unos 170,000 pesos..
A principios de enero el investigador de la UNAM mencionó que una de las rutas para el tráfico ilegal es la frontera norte. “Justo como sale el buche de totoaba, así sacan diversas especies”.
Quizá quieras leer: Violencia y malas prácticas: lo que está detrás de la suspensión de aguacate mexicano a EU
¿Qué está pasando?
Vanda Felbab-Brown considera que la idea del gobierno federal de “no confrontar” al narco y los recortes presupuestales han contribuido a que los cárteles controlen nuevos mercados.
A pesar del incremento del presupuesto a Medio Ambiente que recibió en 2022, poco se ha avanzado en el combate al tráfico ilegal de especies. A la Comisión Nacional Forestal (Conafor) le dieron un presupuesto de 2,440,000 pesos en 2022, un incremento del 14.33% respecto al 2021.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) le dieron un presupuesto de 890,000,000 de pesos en 2022, es decir un decremento de -4.01%.
Mientras que a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) le asignaron 776,476,000 en 2022, es decir un decremento de -1.94%.
“El Gobierno ha diezmado los ya de por sí pequeños presupuestos de las autoridades de Medio Ambiente en México. Los recortes a veces han sido de hasta el 90% de un año para otro, básicamente eliminando su capacidad de vigilancia”, señaló Felbab-Brown.
¿Y el sector minero?
El sector minero-metalúrgico, en nuestro país representó el 8.3% del Producto Interno Bruto (PIB) industrial y el 2.3% del PIB, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2020.
México ocupa el primer lugar en la producción de plata a nivel mundial. En cuanto a inversión se refiere, el sector minero invirtió poco más de 3,500 millones de dólares en 2020, una disminución de 24.1% en comparación con lo invertido en 2019. El sector continúa manteniéndose como una de las ramas productivas que atrae mayor inversión al país.
Sin embargo, este sector minero también está siendo atacado por el crimen organizado, según James Bosworth, fundador de la consultora de riesgos políticos Hxagon, el descenso de los precios del opio y la heroína han afectado las operaciones de los narcotraficantes, por lo que ahora también se dedican a extorsionar a ese sector.
Las empresas mineras también enfrentan dificultades ante la lucha de narcos por el control de las principales áreas mineras en los estados de Zacatecas, Durango y Sonora, algunos de los mayores productores de oro, plata, cobre, plomo y zinc de México, así como Michoacán, según Bosworth.
“No es que los grupos delictuales sean desbaratados y decidan abrir un negocio legal, sino que recurren a otras operaciones criminales y, tal como estos grupos en Guerrero que solían depender de la heroína y que han perdido su participación de mercado allí, estos se vuelcan muy fuertemente a extorsionar a mineras”, dijo el experto.
¿Por qué ninguna administración ha podido parar el avance que tiene el narcotráfico en el país sobre varios sectores?
