¿Qué está pasando en Nuevo León? Se multiplican los casos de desaparición de mujeres

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Las recientes noticias sobre la desaparición de mujeres en el estado de Nuevo Léon han alertado al país de un grave problema que la entidad arrastra desde hace años.

Desde 2016 se activó la alerta de género en cinco de los municipios del estado: Cadereyta, Monterrey, Apodaca, General Escobedo y Guadalupe. Desde entonces, los casos de desaparición de mujeres y niñas se han triplicado pasando de 82 casos en 2016 a 266 en 2021, nos explicó Silvia Chica, directora del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), organización civil que impulsa acciones para el fortalecimiento de los derechos humanos.

La situación en Nuevo León se volvió mediática tras el caso de la desaparición de María Fernanda Contreras, quien fue encontrada sin vida en un inmueble de Apodaca el 7 de abril de 2022 luego de haber sido reportada como desaparecida el 4 de abril.

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Recientemente también supimos sobre la desaparición de Debanhi Escobar, quien el pasado 12 de abril asistió a una reunión con dos amigas que se retiraron del lugar, y quienes presuntamente llamaron a un conductor de confianza para que llevara a la joven de regreso a su casa, pero ella no volvió.

Lo último que se sabe de Debanhi es que el conductor la dejó a la orilla de la carretera en la zona de Nueva Castilla, en el municipio de Escobedo y envió una fotografía de ella a sus amigas. Hasta el momento no hay noticias de la chica.

La plataforma Cómo Vamos Nuevo León dio a conocer a través de su cuenta de Twitter que, del 1 de enero al 12 de abril de 2022, 56 mujeres siguen sin ser localizadas en el estado, de acuerdo con datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas o no Localizadas.

Debanhi es una de las 24,581 mujeres sin localizar en México, nos explicó Silvia Chica, que representan el 24.9% de las 99,007 personas desaparecidas en el país.

La desaparición oculta otros delitos contra las mujeres y niñas

Tanto las familias de las mujeres y niñas desaparecidas como las propias sobrevivientes enfrentan múltiples delitos que se encuentran detrás de la desaparición, como la trata de personas, explotación sexual, delitos sexuales, secuestro, posible feminicidio y feminicidio, entre otros. Muchas veces relacionados con grupos del crimen organizado, agregó la directora del IMDHD.

“En Nuevo León existe el temor en algunas familias de realizar la búsqueda en lugares como carreteras y caminos que conectan con Tamaulipas o Saltillo porque las propias autoridades prefieren que no vayan los familiares a buscar a las personas desaparecidas por temas de seguridad a causa de la presencia de células delictivas”, nos explicó Silvia Chica. 

Y mencionó que “en el IMDHD no tenemos conocimiento de una situación de violencia en contra de familiares buscadores, sin embargo hay mucho temor y se refleja en la no denuncia de los casos”.

La especialista explicó que hay una cifra negra en relación con mujeres desaparecidas, pues también existe en México una mayor estigmatización sobre una mujer desaparecida que sobre un hombre por razones de género.

“En los casos en los que se encuentra a una mujer que estaba desaparecida ya no se hacen públicas las historias porque se tiende a juzgar a la víctima: se fue de fiesta, estaba sola de noche, se fue con el novio, andaba en malos pasos o tenía vínculos con grupos delictivos”, nos explicó la abogada Regina Carral, representante en Nuevo León de la red “No es una Somos Todas” que brinda asesoría y acompañamiento a mujeres que sufren violencia de género.

Carral señaló que esta estigmatización por condición de género hace que muchas veces las familias sientan vergüenza por tener una hija desaparecida y no denuncian.

“A nivel nacional lo que pasa cuando encuentran a una persona que fue reportada como desaparecida es que se cierran las investigaciones y esto -cuando está con vida- es grave, porque de todas maneras detrás de la desaparición hay un delito que le sucedió a esa persona mientras estuvo desaparecida que no se investiga porque simplemente se cierra la carpeta por desaparición”, resaltó Silvia Chica.

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Protocolo Alba y comisiones de búsqueda, fundamentales para encontrar a las desaparecidas

Silvia Chica detalló que el Protocolo Alba es el que se aplica para activar la búsqueda y la localización de las mujeres desaparecidas en los estados y que dentro de este protocolo es muy importante que las comisiones locales de búsqueda cuenten con protocolos particulares que se ejecuten con perspectiva de género.

“El rango de edad en el que se concentran los casos de mujeres desaparecidas en el país es de 15 a 19 años. También estamos hablando de mujeres adolescentes que requieren una atención focalizada de búsqueda. Esto representa el 25% de las desapariciones de mujeres. En el caso de mujeres menores de edad se aplica la Alerta Amber para la búsqueda”, detalló.

Y además, la especialista expuso que es diferente buscar niñas, mujeres adultas o mujeres adolescentes.

“Es necesario estudiar el perfil de víctima: quiénes son estas mujeres, qué hacen, cuáles son sus edades, dónde desaparecen, pero sobre todo donde se concentra el problema es donde hay que hacer el mayor esfuerzo institucional”, explicó Chica.

Las neoleoneses están en estado de alerta

“Yo soy de Nuevo León, amo mi ciudad, pero ahorita como están las cosas me da miedo todo. Cuando salgo de mi casa le comparto a 4 personas mi ubicación en tiempo real, tengo conmigo un kit de defensa personal, en el carro voy volteando a todas partes viendo que no me vayan siguiendo, que no se me vaya a cerrar una camioneta o motos que quieran bajarme del carro”, nos contó la abogada Synthia Salazar, representante en Nuevo León de la asociación civil “FemXFem”, que asesora a mujeres víctimas de violencia de género.

Salazar nos explicó que Nuevo León es una entidad en la que permea la cultura machista y esto provoca que el acceso a la justicia para las mujeres se vea obstaculizado.

“Tenemos que considerar el tipo de justicia que quiere la mujer, no la que nosotros creemos que debe tener. En FemXFem buscamos su tranquilidad, porque a veces pasar por todo el proceso penal, en un caso grave, es revictimizante, desgastante y debe estar lista emocionalmente para poder con toda la carga que significa un proceso como este”, detalló Salazar.

La abogada Regina Carral afirmó que en Nuevo León se encuentran en un estado de alerta y que la fiscalía ya desestimó los rumores que estaban circulando en redes sociales y WhatsApp sobre grupos organizados que estaban secuestrando mujeres, “oficialmente no podemos atribuir el incremento de desaparición de mujeres a una causa, grupo o modus operandi”.

“Al final todo recae en nuestras instituciones, en su incompetencia, en la deficiencia de los protocolos de nuestras autoridades y la falta de acciones preventivas y reactivas para eliminar la violencia de género. La administración de Samuel García lleva más de 6 meses, necesitamos empezar a ver protocolos que realmente sean eficientes. Un decreto en el que se manda a crear un grupo especializado de búsqueda de mujeres no basta. Necesitamos acciones”, finalizó Carral.

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