Aunque se estima que durante 2020 al menos uno de cada cinco negocios cerró sus puertas definitivamente a causa de la pandemia por la COVID-19, miles de los que sí pudieron sobrevivir recurrieron a préstamos y créditos para poder salir adelante de esta crisis. Así como ellos, los gobiernos estatales utilizaron la misma estrategia.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en 2020 el endeudamiento de las 32 entidades fue cercano a los 600,000 millones de pesos, lo que representó un aumento real -tomando en cuenta la inflación- de 3.21% respecto a 2019.
Esto significa que el año pasado los gobiernos estatales solicitaron, en promedio, 4,538 pesos de deuda por habitante, lo que se suma a los 96,062 pesos que tenemos todos los mexicanos por concepto de deuda pública del gobierno federal.
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Sin embargo, las diferencias entre las deudas por habitante de los 32 estados son importantes. Mientras que Tlaxcala no solicitó ningún tipo de crédito en 2020, Nuevo León solicitó, por cada uno de sus habitantes, 13,945 pesos. Es decir, tres veces más que la deuda promedio por habitante.
¿Quiénes generaron más deuda por habitante?
De acuerdo con las cifras de la SHCP y la población registrada por el INEGI a través del Censo 2020, descubrimos que así como Nuevo León lidera la lista, Chihuahua, Coahuila y Quintana Roo se posicionaron muy cerca de la entidad gobernada por Jaime Rodríguez “El Bronco” con niveles de deuda superiores a los 10,000 pesos por habitante.
Por el contrario, Guanajuato, Puebla, Querétaro y Tlaxcala destacan como las entidades con menores niveles de deuda por habitante: menos de 1,000 pesos por persona (Tlaxcala siendo la única entidad con 0 pesos de deuda por persona).
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Jalisco fue la entidad que más aumentó la deuda en 2020
A pesar de que Jalisco cuenta con un nivel de deuda de 3,508 pesos por habitante, la entidad gobernada por Enrique Alfaro registró el mayor aumento en la deuda pública estatal al pasar de 20,519 millones de pesos en 2019 a 29,286 millones de pesos al cierre de 2020, un aumento de 42.7% tomando en cuenta la inflación.
Nuevo León y Yucatán también destacan en la lista con aumentos superiores a los 4,000 millones de pesos cada uno, respecto al nivel de 2019.
Por el contrario, Chihuahua (gobernada por Javier Corral) fue la entidad que más redujo su deuda pública al pasar de 53,573 millones de pesos en 2019 a 50,714 millones en 2020, una reducción real de 5.3%.
Tabasco y Oaxaca también resaltaron entre las entidades con mayores reducciones de sus niveles de deuda, ambas con cifras por encima de los 1,000 millones de pesos.
Bien orientada, la deuda puede ayudar a la recuperación
Como nos explicó en esta nota Adriana García, investigadora de la organización México, ¿cómo vamos?, “la deuda en sí no es buena ni mala. Todo depende de la naturaleza y la rentabilidad del proyecto para el cual se contrae”.
De acuerdo con la especialista es buena “cuando está orientada a financiar proyectos que favorezcan la actividad económica, facilite el comercio de bienes y servicios o detone el potencial de desarrollo de alguna región del país”. Por el contrario, es mala cuando se utiliza para “gasto improductivo” y se deja de lado el progreso regional.
Además, García explicó que el financiamiento adicional era necesario no solo para el “combate de la COVID-19” sino también para “la protección de las fuentes de trabajo”.
¿Crees que los gobernadores hayan utilizado bien esos recursos extra?
