Desaparecer al Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) y al Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) es una “más de las acciones de desmantelamiento del sector ambiental, que se ha agudizado durante el actual gobierno federal”, acusó en un comunicado el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA).
El señalamiento se hizo un día antes de que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) anunciara en un comunicado que la desaparición de los organismos obedecía a “utilizar los recursos públicos en objetivos claros, evitar la duplicidad de funciones y cerrar espacios a la corrupción”.
La Semarnat absorbió a un INECC debilitado por la renuncia de su directora, la maestra en Ciencias y doctora en Ecología, María Amparo Martínez Arroyo. Y con ello se desmanteló al organismo público surgido en 1991 y que en 2012, con la Ley General de Cambio Climático, se enfocó en “la investigación y evaluación de políticas públicas para la protección del medio ambiente ante el cambio climático”.
Te puede interesar: México no tiene definidas políticas públicas en medio ambiente
Se van expertos y colocan a administrativos
El mensaje de Martínez Arroyo a su salida fue claro. “Hay muchas disposiciones en otras leyes y convenios que tendrán que cuidarse”, dijo.
Lamentó que la decisión pudiera afectar las funciones de un organismo dedicado a la investigación técnica y científica en materia de ecología y cambio climático, que apoyaba en la toma de decisiones. Dijo que esperaba que “no se despidiera al personal especializado, que tanto ha costado al propio Estado formar”.
El pasado 16 de diciembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador habló sobre el cambio climático y señaló que existe “mucha hipocresía”. En el periodo neoliberal, dijo, se creó una constelación de organismos de la sociedad civil, por lo que consideró que el tema ambiental bien podría ser protegido por la Semarnat.
La salida de Martínez Arroyo se sumó a la del secretario técnico de la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático (CICC), Marco Antonio Heredia Fragoso, luego de ser informado que a la Cumbre de Cambio Climático COP 26, que se llevó a cabo en noviembre pasado en Glasgow, Escocia, asistiría una delegación de políticos encabezados por la secretaria de la Semarnat, María Luisa Albores.
El lugar que dejó vacante Heredia Fragoso, fue ocupado por Agustín Ávila Romero, ex coordinador general del Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable.
Y también la del biólogo Arturo Argueta, experto en etnobiología, etnobioecología, etnoecología y medicina tradicional, quien estaba al frente de la Subsecretaría de Planeación y Política Ambiental de la Semarnat. Albores colocó en este puesto a Iván Rico López, licenciado en Relaciones Internacionales del Tec de Monterrey.
Quizá quieras leer: Pobreza energética: cuando el gobierno no invierte en energía eléctrica de calidad
La Conagua absorbió al IMTA
Las funciones del IMTA fueron absorbidas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Decisión que generó malestar entre los 466 investigadores de 65 instituciones públicas y privadas que integran la asociación civil ProCienciaMx.
“La desaparición de estos Institutos dejaría a la Semarnat y a Conagua sin sus brazos técnicos, indispensables para la formulación de políticas públicas basadas en evidencia”, señaló la asociación civil en un comunicado.
Se precisó que “esto ocurre al mismo tiempo que se generan presiones presupuestales extraordinarias sobre las universidades autónomas a la par que se cuestiona su legitimidad”.
En el comunicado – publicado por ProCienciaMx – se indicó que la desaparición del INECC y del IMTA “refuerza la hipótesis de que no se trata de casos aislados sino de acciones concertadas desde el más alto nivel” que llevarán “al debilitamiento de nuestras instituciones de investigación”.
Estos cambios bajo el argumento de austeridad del gobierno, ¿realmente se verán reflejados en mejores políticas para la protección del medio ambiente y el cambio climático?
