Las organizaciones de la sociedad civil (OSC) son una solución ante la indiferencia del Estado, al menos así lo expresa Luis Raúl Gonzáles Pérez, ex presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Al no cuidar los intereses y el bienestar de todas las personas, la sociedad sale a proteger a la misma sociedad.
Son un ejemplo para el resto de la población porque cuidan a las personas más vulnerables. Históricamente, han atendido los problemas de las personas y, además, buscan soluciones basadas en lo que la gente necesita.
OSC en México
En México existe una crisis de violencia y de violaciones de derechos humanos. De acuerdo con Lucía Carmina Jasso López, investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), el impacto de las OSC ha sido determinante pues, en sus palabras, las propuestas que han surgido desde la sociedad civil han sido clave para que el gobierno las implemente. Sin estas organizaciones, los niveles de violencia serían más altos.
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Al día de hoy, existen poco más de 43 mil organizaciones de la sociedad civil inscritas formalmente en el país, un 50% más de las que existían hace cinco años. El Registro Federal de las Organizaciones de la Sociedad Civil (RFOSC) recopila los colectivos matriculados ante el Instituto Nacional de Desarrollo Social (INDESOL).
Según Jasso López, este número no representa a todas las organizaciones en México. El esfuerzo de la RFOSC solo da el número de las que están inscritas ante el gobierno, lo cual deja a muchas otras fuera del conteo. Aún así, el número es alto.
La centralización de las OSC destaca; la mayoría de ellas están en la Ciudad de México y el Estado de México.
También resaltan sus funciones. Todas comparten más de una actividad y es posible notar que entre las principales sobresalen los esfuerzos para fomentar el desarrollo de las comunidades.
Llama la atención el número reducido de aquellas que se dedican a la protección civil y la seguridad. Si bien el desarrollo también es parte de la reducción de la violencia, no todas se aventuran a atacar la inseguridad directamente.
¿Por qué las OSC importan?
Las OSC también enriquecen la democracia porque impulsan la participación de las personas en la vida pública y política del país. Luis Raúl Gonzáles Pérez enfatiza que lo valioso de las organizaciones es que son prueba de un intento por hacer la sociedad más plural e incluyente.
Un caso de éxito de las organizaciones de la sociedad civil y el gobierno fue la aprobación del matrimonio igualitario en la Ciudad de México en el 2009.
Desde los años 70, organizaciones de la comunidad de la diversidad sexual, y con el apoyo de organizaciones feministas empezaron a promover la visibilidad del movimiento. Durante esos años, organizaron eventos nacionales e internacionales en los que el gobierno también ayudó, como el primer Foro de la Diversidad Sexual y Derechos Humanos en 1998, mismo que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) organizó. Todo el esfuerzo de 40 años resultó en políticas más inclusivas para la comunidad LGBT+.
No son solo importantes para el desarrollo de un país, también son relevantes para el desarrollo internacional. En el tercer Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, las autoridades gubernamentales y representantes de OSC participantes enfatizaron que estas organizaciones son clave para llegar a acuerdos internacionales y, por lo tanto, para la cooperación entre los países.
Retos actuales de las organizaciones
Con la llegada de la pandemia y su larga duración, las OSC tienen retos adicionales. Además de influir en los gobiernos para mejorar las políticas de bienestar, ahora tienen que sobrellevar la suspensión parcial de sus actividades por las medidas de distanciamiento, según este análisis de Civicus, un colectivo dedicado al fomento de las alianzas de las organizaciones de la sociedad civil.
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Por lo anterior, es fundamental que no se pierdan los esfuerzos y que más personas participen en la medida de lo posible. La libertad democrática y los derechos de las minorías en muchos países han sido impulsados en gran medida por estas organizaciones; es crucial luchar para que no dejen de existir.
