La reciente aprobación del Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil desató la polémica sobre los riesgos que implicaría que todas las personas con un teléfono celular tengan que entregar al gobierno, a través de las compañías telefónicas, sus datos personales y biométricos.
Así, los datos de las 86.5 millones de personas usuarias de telefonía celular en el país tendrían que compartir, además de sus datos generales, como domicilio, CURP, número de identificación oficial con fotografía, también los biométricos, como iris, huella dactilar y reconocimiento facial, firma, incluso su voz.
Los datos biométricos son universales (todos y todas los tenemos), únicos (no existen dos iguales), permanentes (se mantienen sin grandes cambios por mucho tiempo), y medibles (se pueden medir de forma cuantitativa), de acuerdo con la Guía para el Tratamiento de Datos Biométricos del INAI. “Están diseñados para identificar a las personas utilizando sus características”, de acuerdo José Flores, director de Comunicación de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D).
Especialistas han señalado que hay diferentes riesgos alrededor del Padrón, pero también han salido otros no tan ciertos en las redes sociales. Aquí te explicamos cuál es cuál.
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1. Tus datos podrían llegar al mercado negro.
Riesgo real
El Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil fue propuesto para combatir la extorsión y el secuestro, para su aprobación argumentaron que existe un mercado negro de celulares que son utilizados para cometer estos delitos.
¿Te suena familiar? Ésta no es la primera vez que se aprueba una iniciativa así. En 2008 durante el gobierno de Felipe Calderón se creó el Registro Nacional de Usuarios de Telecomunicaciones (Renaut), supuestamente para combatir la extorsión. Sin embargo, su base de datos fue vulnerada y se podía encontrar en el mercado negro por 500 pesos. Mientras que las extorsiones –lejos de bajar– aumentaron un 40%. Por eso, en 2011, este registro fue eliminado.
Con el nuevo padrón el peligro de ser víctimas de suplantación de identidad y fraude aumentan. Lo que más preocupa es que las instituciones públicas y privadas en el país tienen un pésimo historial en protección y medidas de seguridad informática, para el resguardo de datos personales, lo que podría desembocar en una violación al derecho de privacidad, nos dice José Flores.
Aunque los datos biométricos son utilizados como medida de seguridad, también puede poner en peligro la información de las personas. Un ejemplo de esto fue lo que sucedió a inicios de año: las bases de datos de BBVA con tres millones de registros, Santander con un millón y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con 42 millones, fueron puestas a la venta en un foro en internet, como documentó R3D. Estos datos podrían ser utilizados para cometer los delitos que ya mencionamos.
Entre los datos de BBVA que se vendían en internet estaban nombre completo de la persona, dirección (calle, colonia, ciudad, estado y código postal), número telefónico y RFC, de acuerdo con Hiram Camarillo, director y fundador de la firma de ciberseguridad Seekurity, quien analizó la base de datos.
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2. Podrán hacer un deepfake con tus datos biométricos
Mito
Un deepfake es una tecnología –basada en la inteligencia artificial– para superponer el rostro de una persona en el de otra, falsificar sus gestos y hacernos creer que están haciendo o diciendo algo que no ha pasado en realidad.
Sin embargo, para hacer un deepfake no necesitan los datos biométricos, basta con varias fotografía o muchas horas de video de la persona a imitar. Así que este no es el riesgo que enfrentas.
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3. De presuntos inocentes a culpables
Riesgo real
“Las autoridades pueden acceder fácilmente a estos datos sin necesidad de una orden judicial, esto abre puntos de vulnerabilidad donde las personas más afectadas son los y las ciudadanas, pues se ha documentado ampliamente que en muchos casos los encargados de nuestra seguridad abusan de sus facultades”, nos explica José Flores, director de Comunicación de R3D.
Entre 2016 y 2017, el 85% de las técnicas de investigación de los agentes de las fiscalías, como acceso a datos conservados por los concesionarios de telecomunicaciones, así como la localización geográfica en tiempo real de equipos de celulares, se realizaron sin autorización judicial previa, justificándose en que era una situación de emergencia, según datos de R3D obtenidos mediante transparencia.
A esto se le suma que “todo delito que sea cometido a través de una línea telefónica de la persona que la registró, será responsabilidad de ésta, incluso si fue víctima de suplantación de identidad, robo de celular, etc. Y el trabajo de probar la inocencia de la persona inculpada recae sobre ella misma. Además, también se desperdiciaría tiempo y recursos en diversas líneas de investigación que pueden no conducir al autor del delito”, explica José Flores.
Se vuelve más peligroso pues los expertos han advertido que los delitos como el robo de celulares, la venta de tarjetas SIM en el mercado negro, así como la suplantación del número de telefono de otra persona pueden ir en aumento.
En la reforma se establece que para proteger los derechos de los usuarios, el padrón actuará bajo los criterios de las leyes federales de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares y la de Datos en Posesión de Sujetos Obligados (autoridades). “Pero aún no se ha especificado el trato que debe tener la información o cuáles serán los datos biométricos que se recolecten”, menciona José Flores.
La ley del padrón ya fue aprobada. Sin embargo, aún tiene desafíos por delante: las organizaciones civiles que luchan por los derechos digitales, así como algunos ciudadanos, ya están presentando iniciativas para que esta medida sea desechada.
