Partidos políticos, gastan en todo menos en lo que deberían

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Por: Mariangel Calderón y Karina Espinoza

Con lo que se gastaron los partidos políticos entre 2016 y 2018, se podría cubrir el presupuesto de 2020 para el Tren Maya, el Aeropuerto de Santa Lucía y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Y hasta sobraría un poquito, pues lo que se gastaron los nueve partidos políticos de México, que son poco más de 12 mil millones de pesos, es casi la misma cantidad que la actual administración destinó al presupuesto de construcción de estos tres proyectos para el siguiente año: cerca de 11 mil millones de pesos.

Agencias de viajes, hoteles, fundaciones políticas y extraseguridad son sólo algunos de los ostentosos gastos de los partidos políticos. 

Gastos que, por supuesto, corren a cargo de los impuestos de las y los mexicanos. De poco han servido las eternas revisiones fiscales y la comprobación de gasto, los partidos siguen recibiendo dinero a manos llenas. 

¿Qué partidos gastaron más?

De los nueve, cinco se llevan las palmas por sus gastos: PRI, Morena, PRD, PT y PAN.

¿Cuánto y en qué se lo gastaron?

El que más gastó fue el Partido de la Revolución Institucional (PRI), con más de tres mil millones de pesos. 

De esos más de tres mil millones, hay algunos gastos que llaman la atención. La seguridad, por ejemplo. En ella usaron más de 40 millones de pesos y lo hicieron con la empresa Eri, Equipos de Respuesta Inmediata, con la que firmaron dos años de contratos. ¿A poco un partido político sí requiere tanta seguridad?

Otra de las consentidas del PRI fue la consultora Alta Cultura Empresarial de México, con un contrato de casi 33 millones de pesos. Y al parecer también les gustan los coches, pues a la arrendadora de autos Jellylock le dieron dos contratos -en 2018- por  más de 20 millones de pesos. Sin embargo, no existe información de esta empresa más que un contrato firmado en 2015

Otro gasto que llama la atención es el que se hizo con la firma estadounidense de comunicación OL Solutions a la que, por un servicio de poco más de un mes, le pagaron más de 17 millones de pesos

Morena no se queda atrásDe 2016 a 2018 gastó mil 907 millones. La principal beneficiaria fue la distribuidora de plásticos Grupo Exiplastic, con la que cerró 71 contratos por más de 55 millones pesos.

A la firma de publicidad Impresores en Offset y Serigrafía tampoco le ha ido mal con el partido del presidente. Durante esos dos años le dieron siete contratos por 23 millones 864 mil pesos. 

El presidente de esa empresa de impresiones es  Carlos Javier Mondragón, representante de la constructora Sylvia Marion, que estuvo encargada de edificar un cámpus de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, en la alcaldía Magdalena Contreras, y que a la fecha no se ha entregado.

En lo que respecta a medios y espectáculos, Morena tuvo cuatro contratos con Imprenta en Medios, es decir, La Jornada, por poco más de 13 millones de pesos. Con contratos más austeros, también destacan más de cuatro millones de pesos que le pagaron a la actriz y cantante Alejandra Margarita Ávalos Rodríguez, mejor conocida como Alejandra Ávalos.

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Por su parte, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) gastó casi mil 700 millones de pesos. A la firma Colonne que le renta sus oficinas nacionales en la calle de Benjamín Franklin, en la Ciudad de México, le pagó poco más de 34 millones de pesos

Respecto a los viajes, el PRD firmó 84 contratos con Viajes Kokai por más de 14 millones de pesos. Esta empresa tiene otras dependencias como clientes, entre ellas el Infonavit, Nacional Financiera, la Comisión Federal de Electricidad y la Secretaría de Relaciones Exteriores, por mencionar algunas. El representante legal de Viajes Kokai es Gerardo Olavarrieta, hijo del dueño de la firma, un exintegrante de la Armada de México.

Pero ahí no se acaba la cosael PRD también invirtió en ediciones y publicidad, ahí están los más de 14 millones de pesos que le dio a Ediciones y Recursos Tecnológicos de México en 19 contratos. Y los 11.6 millones de pesos en siete contratos a Verk Consulting, dedicada a la realización de spots publicitarios. 

En la lista del partido también estuvo la hotelera Grupo Posadas, con 22 contratos por más de nueve millones de pesos.

El Partido del Trabajo (PT) gastó mil 172 millones de pesos entre 2016 y 2018. En ese mismo periodo dio cuatro contratos por 76 millones de pesos a la firma de mercadotecnia Pure Marketing and Comunication, con la particularidad de que no está en el Registro Nacional de Proveedores. También dio otros tres contratos a Exiplastic por más de 66 millones de pesos y otros cuatro por más de 57 millones de pesos a la consultora Evaluación Socioeconómica de Programas y Proyectos.

Con mil 152 millones de pesos, el Partido Acción Nacional está entre los cinco que más gastaron de 2016 a 2018. 

Aquí, la Fundación Rafael Preciado Hernández fue la más beneficiada con seis contratos por más de 157 millones de pesos. Dicha organización se dedica a la formación de militantes panistas y fue fundada por Carlos Castillo Peraza, quien fuera presidente del PAN en 1993. Entre los exdirigentes de la Fundación Rafael Preciado destacan los nombres de Felipe Calderón y Ricardo Anaya

No está mal que gasten, pero gastan mal

“Lo que gastan los partidos políticos es un tema complejo porque las cantidades son muy amplias; además, hay rubros como el impulso a la cultura democrática, administración de gastos electorales y fomento a la participación de las mujeres que los partidos deben comprobar fiscalmente”, dijo Marco Arellano, profesor de Ciencias Políticas del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Nacional Autónoma de México Cuestione.

Sin embargo, también hay rubros bastante grises, como los gastos por servicios generales, que en el periodo que analizó Cuestione, 2016-2018, suma más de tres mil 670 millones de pesos. Estos gastos, dice Arellano, son difíciles de comprobar y representan la “caja chica” de los partidos.

“En lo que sí deberían gastar es en fortalecer el liderazgo de las mujeres y en la cultura cívica, así como en cursos de capacitación, pero eso es justo en lo que menos gastan. Hay un gasto simulado sin consistencia de su uso en la práctica. La muestra es que hay estudios académicos que nunca llegan a la ciudadanía. El dinero que gastan los partidos está en la opacidad, simulación y sobreejercicio de gastos”, afirma Arellano.

Y cuánto y en qué gastan el dinero los partidos importa. No sólo porque cada centavo viene de los impuestos de las personas contribuyentes, sino porque su buen o mal uso impacta directamente en la confianza de la ciudadanía en la democracia.

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