Partidos satélite: cuando unos pocos le ayudan al poder a simular democracia

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Algunos de los partidos políticos de oposición en México no siempre han tenido la función de ser el contrapeso del partido en el poder. Un claro ejemplo es el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), cuyo papel ha sido, principalmente, facilitar el avance de la agenda de las fuerzas políticas con las que se ha aliado, al tiempo que gana carretadas de dinero.

Durante una buena parte del Siglo XX, el partido en el poder, el PRI, no tuvo gran oposición legalmente reconocida. “La única oposición verdadera era el PAN”, explica Francisco Javier Jiménez Ruiz, politólogo y académico de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM Cuestione.

“Entonces, esto parecía más una dictadura que una democracia. Si no hay oposición, entonces no hay democracia. Lo que buscó el PRI con la reforma (política) de 1977 fue tratar de legitimarse a partir de fuerzas aparentemente opositoras. Lo que llaman ‘partidos satélite’”, dijo.

Y es que el PRI como partido de Estado, tuvo una hegemonía absoluta sobre la vida política del país, prácticamente desde su creación como Partido Nacional Revolucionario, cuando aglutinó a todas las fuerzas militares y sociales que habían luchado en la Revolución Mexicana y, luego, en la refundación impulsada por el presidente Lázaro Cárdenas, cuando cambia de nombre a Partido de la Revolución Mexicana, en la que el sector militar tenía todavía un peso particular.

Más tarde, el partido relegó a los militares de la cúpula del partido, para dar paso al Partido Revolucionario Institucional y, también, al Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, el PARM, fundado en 1954 por militares, pero siempre aliado al poder del presidente en turno. Así funcionó el sistema durante muchos años: un PAN reconocido legalmente, partidos de izquierda como el Partido Comunista Mexicano que era tolerado pero prohibido formalmente y el PARM.

No fue sino hasta “los años 60 (que) nos encontramos en plena edad de fortaleza del sistema de partido hegemónico en México, el PRI. En este periodo es cuando se comienza a pensar en crear la figura de los diputados de partido”, dijo Jiménez Ruiz.

El fin de introducir esta figura, de acuerdo con el politólogo, era la de permitir la llegada de fuerzas políticas y partidos diferentes al PRI ya que permitía que llegaran a la Cámara de Diputados legisladores de partidos de oposición que, aunque no hubieran ganado directamente su distrito electoral, representaran de alguna manera las fuerzas políticas legalmente reconocidas.

La reforma de 1977

FInalmente, llegó “la reforma política de 1977,  impulsada por el entonces secretario de Gobernación, Jesús Reyes Heroles, por instrucciones del presidente José López Portillo”. Aún así, “se enfrentó a una gran resistencia por parte de la clase política mexicana en todo el territorio nacional”, explicó el académico de la UNAM.

La reforma se aprobó y permitió la aparición de nuevas fuerzas políticas, nuevos partidos y un sistema electoral más competitivo. 

“Si se logró, se logró la integración del Partido Comunista Mexicano, pero las fuerzas políticas que conforman la oposición eran, la mayoría de ellos fuerzas políticas satélite y pequeñas”, dijo el entrevistado. 

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Años después, apareció con gran fuerza el Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional que, en 1988, tuvo como candidato a la presidencia de la República al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.

Y se convierte en un partido que alberga la idea que de que el país se tenía que construir desde sus cimientos política y socialmente. Cuauhtémoc Cárdenas, que también fue miembro del PRI, impulsó junto con Porfirio Muñoz Ledo la corriente democrática dentro de un partido que gobernó el país durante más de 70 años. 

“Posteriormente, ellos formaron el Frente Democrático Nacional (FDN), donde el líder máximo era sin duda alguna, Cuauhtémoc Cárdenas. Esto sucedió después de los resultados oficiales de 1988, en donde la institución encargada en la materia dio como ganador de la elección a Carlos Salinas de Gortari, del PRI”, dijo el politólogo.

Cárdenas ya contaba con un capital político que le permitió, junto con Heberto Castillo, líder del Partido Mexicano Socialista (PMS), formar un nuevo partido en 1989, dando lugar al Partido de la Revolución Democrática (PRD)

“Heberto Castillo, sin pedir opinión de la base del PMS, y sin una asamblea que mediara el procedimiento, o congreso alguno, deciden transferir el registro de este partido, para que pudiera nacer el PRD en en 1989”, detalló el entrevistado.

Este es el partido que aglutinaría a la izquierda mexicana durante mucho tiempo.

En 1990 se creó también el Partido del Trabajo (PT). Fue fundado por Alberto Anaya y tuvo orientación izquierdista, debido a las organizaciones de trabajadores con las que se respaldó desde el inicio. También se convirtió “partido satélite” al celebrar alianzas con el PRD y otros partidos para mantener escaños en la Cámara de Diputados y consolidar agenda política.

Mucha veces se ha dicho que Raúl Salinas de Gortari, hermano del expresidente Carlos Salinas, estaba detrás de la creación de este partido, de corte maoísta, corriente de pensamiento a la que habían pertenecido en su juventud los hermanos Salinas.

El PAN, ¿la única oposición real?

“Habia una avasalladora mayoría del PRI en la Cámara de Diputados y desde luego todo un Senado totalmente ocupado por senadores priistas. La única fuerza de oposición real que ha existido desde finales de los 30 es el PAN”, explica Jiménez Ruiz.

El PAN fue fundado en 1933 y fue diseñado para ser laico y humanista, lejos de la orientación de derecha que adquirió en años posteriores.

“Pero los demás partidos políticos que se integraron eran pequeños y satélite. A partir de ahí México se democratiza en el aspecto electoral debido a las élites que buscan globalizar al país y en 1996 se crea el sistema de financiamiento de partidos políticos y con ello, la posibilidad de que el país cuente con competidores con recursos y condiciones de igualdad ante el PRI”.

El partido satélite más importante de México

Antes de la creación de los partidos de izquierda en el país, cuyas victorias tanto a nivel nacional como estatal fueron escalando conforme se fortalecía el modelo democrático después de 1990, se gestó la idea de contar con un partido con orientación ecológica o “verde” en el país, que se convertiría en uno de los aliados estratégicos del PRI y del resto de los partidos.

La idea de crear un partido verde en nuestro país surgió en 1979. De acuerdo con la página oficial del PVEM, una Organización de Colonos en Los Pedregales en Coyoacán, buscaron participar en la política a raíz de perder los espacios verdes de la zona. 

En 1986 surgió el Partido Verde Mexicano, primer nombre de esta fuerza política, y obtuvo el registro como partido político en 1991. Durante las elecciones de ese año perdieron su posición como partido y fue hasta 1993 que recuperó de nuevo el registro.

“El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) fue el partido satélite más importante durante los años de gobierno del PRI”, nos dijo Francisco Javier Jiménez Ruiz, politólogo y académico de la UNAM.

Pero su principal papel fue el de desempeñarse como el partido “bisagra” del PRI: “Son los partidos que permiten al gobierno la gobernabilidad y permiten sacar la agenda legislativa a las principales fuerzas políticas. Son bisagra porque se toma la expresión siguiente ‘para que una puerta funcione entre la hoja y el marco se necesita un elemento que los una y les permita operar: la bisagra’”, explicó el politólogo.

Algunos ejemplos de la agenda que ambos partidos impulsaron en alianza son:

El regreso del PRI a la presidencia del país, con la coalición en la candidatura de Enrique Peña Nieto. Las reformas estructurales que el expresidente impulsó como: la energética, la laboral, la de competencia económica, de telecomunicaciones, la hacendaria, la financiera, la educativa, de transparencia y de mejora regulatoria. 

El Partido Verde se alió también con el PAN cuando fue ganador de las elecciones al inicio de los 2000, con Vicente Fox Quezada en la presidencia. En 2001 rompió esta alianza y anunció su coalición con el PRI para la elección presidencial de 2006 y 2012.

Los partidos verdes o ecologistas se comenzaron a “colocar” en el ámbito político mundial a inicios de 1980. Sin embargo, el PVEM fue expulsado de la organización mundial de partidos ecologistas en el 2009, debido a su iniciativa de impulsar la pena de muerte en el país. 

Después de 12 años de alianza con el PRI, Arturo Escobar, actual coordinador del PVEM, anunció el fin de su unión estratégica en el poder legislativo, con el objetivo de construir mayorías con el PAN, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y con Morena “o con quien tenga que hacerlo”.

“Los partidos ‘bisagra’ tienden a convertirse en partidos ‘chantajistas’. Cobran caro su apoyo. Esto sucede en los regímenes políticos parlamentarios europeos y México va a ese modelo, a una manera semiparlamentaria”, explicó Francisco Javier Jiménez Ruiz.

Otra característica más del PVEM ha sido la gran variedad de militantes, representantes y dirigentes que ha tenido, entre los que se puede contar lo mismo a Adolfo Aguilar Zínser que al mismísimo canciller, Marcelo Ebrard Casaubón

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Políticos “chapulines”

En México, los políticos cambian de partido y de ideología a la vez, no importa si de la derecha van a izquierda o al revés. Son mejor conocidos como “chapulines” y, de acuerdo con Francisco Javier, a este fenómeno  se le conoce como “transformismo” o “chapulineo”. 

El politólogo explicó que la razón es el apoyo o capital político que otorga una nueva afiliación. 

Marcelo Ebrard Casaubón, actual secretario de Relaciones Exteriores y antiguo Jefe de Gobierno del Distrito Federal (2006-2012), es un ejemplo de ello, junto con Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados y ex presidente del PRI en 1975.

Ambos, han sido miembros del PRI, el PRD y otros partidos en los que han desarrollado su plataforma política y les han ayudado a sobrevivir a las tres alternancias de poder que ha tenido el país desde su reforma política. 

“Los políticos mexicanos son evidentemente pragmáticos: se pasan de un partido a otro y pueden pasar de un partido de izquierda a uno de derecha, no hay coherencia ideológica”, señaló el experto.

Ebrard perteneció al PRI de 1977 a 1995; luego al Partido Verde como diputado federal de 1997 a 1999; fundó el Partido del Centro Democrático en 1999 que sólo tuvo registro un año. Posteriormente, llegó al PRD, en el que permaneció hasta el 2018. Actualmente está afiliado a Morena, en el que lleva dos años militando.

“Él pasó del PRI a una fuerza progresista de un día a otro. Después de entrevistarse con Cuauhtémoc Cárdenas. Cuando Manuel Camacho Solís, era el jefe del departamento del Distrito Federal, su brazo derecho fue Ebrard. Venía del Colegio de México, es un hombre que deja ver una formación académica sólida, tiene una capacidad de adaptación sin mayor problema porque es un político pragmático”, agregó el académico.

¿En 2021 “ganarán” los satélites?

Para las elecciones del 2021 en México podría haber seis nuevos partidos políticos que buscan su registro. Varios de ellos, con fuertes lazos con el partido con Morena, como lo documentó Cuestione en esta nota:

  • Redes Sociales Progresistas (RSP)
  • Encuentro Solidario (antes Partido Encuentro Social PES)
  • Grupo Social Promotor de México (Antes Nueva Alianza)
  • Mexico Libre (Encabezado por Margarita Zavala y el expresidente Felipe Calderón)
  • Fuerza Social por México
  • Fundación Alternativa 

A ellos se unirán en la contienda el PRI, el PRD, Morena, el Partido del Trabajo (PT), el PAN, Movimiento Ciudadano y el Partido Verde. Por lo que podrían ser 13 fuerzas políticas en total, una elección con “más alternativas” y ¿más partidos satélite?

“Desde luego que Morena recibirá las próximas elecciones con alianzas electorales y coaliciones de gobierno. RSP y Encuentro Solidario, que fue el PES: este partido se inclina claramente hacia Morena y hacia el presidente”, explicó el especialista.

¿En 2021 aumentará el poder de la oposición en las elecciones de México o veremos una gran variedad de partidos satélite haciéndole el juego a Morena y al presidente, Andrés Manuel López Obrador?

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