El senador panista veracruzano Julen Rementería del Puerto se presenta en redes sociales como la voz de la moralidad y anticorrupción ante las decisiones del gobierno en turno. Sin embargo, tiene una historia oculta cuando era funcionario en Veracruz.
Antes de ser senador fue Secretario de Infraestructura y Obras Públicas de Veracruz durante el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador del estado de 2016 a 2018. El tiempo que se desempeñó en el cargo estuvo rodeado de escándalos por irregularidades y presuntas desviaciones de dinero.
Sus empresas favoritas: las de otros panistas
Como secretario de Infraestructura y Obras Públicas, adjudicó contratos millonarios a empresarios que tenían intereses alineados con el gobernador, a ex colegas panistas y a sus familiares.
Durante la administración de Yunes, muchos empresarios mostraron su descontento por la incertidumbre política que había en Veracruz desde la captura de Javier Duarte. Les preocupaban las obras y contratos que tenían con el gobierno e hicieron declaraciones al respecto en medios de comunicación.
Como solución para el entonces gobernador, desde el gobierno se adjudicaron obras millonarias. Ese fue el caso de la construcción de pavimento con concreto hidráulico, en el tramo de Roca de Oro-E.C. Banderilla. La obra de casi 19 millones de pesos se le adjudicó a una empresa donde Rafael Núñez Landa, entonces presidente de la Asociación de Constructores del Estado de Veracruz, era socio.
Y el premio más grande fueron tres contratos de pavimentación a la empresa Construcciones Lupama, S.A. de C.V. de Luis Palacio Macedo, entonces Presidente del Consejo Coordinador Empresarial por casi 99 millones de pesos.
Cuando no beneficiaban a sus colegas, favorecían a otros funcionarios de forma más discreta. Estos contratos fueron comúnmente adjudicados de manera directa e iban desde los 2 hasta los 70 millones de pesos. Hasta la Auditoría del estado se dio cuenta y los auditores declararon improcedente la Adjudicación Directa de 30 contratos por más de 126 millones de pesos.
Las obras favoritas para adjudicar y que además presentaran sobrecostos para otorgar más dinero fueron la restauración y construcción de carreteras.
Un ejemplo es la carretera Banderilla-Misantla. Cuando se otorgó el contrato, la obra iba a ser de 113 millones de pesos para dos empresas, pero poco a poco, a lo largo del proyecto, las empresas hicieron modificaciones y la obra costó 81 millones más.
Pero eso no es todo, una de las empresas involucradas era de los hermanos del ex diputado panista Oscar Lara; y la otra, de un colega empresario.
Ya con ese modus operandi, la gestión del actual coordinador de la bancada panista en el Senado repartió carreteras a otros ex funcionarios. La forma de actuar era simple: otorgaban más de dos contratos por distintos montos y, en algunos costos, las empresas subían el precio una vez ya adjudicado.
Ese fue el caso de los más de 39 millones de pesos que le dieron a la empresa del ex alcalde de Chinameca y los 53 millones y medio que fueron otorgados a la compañía de Michelle Gustín Cárdenas, ex diputada de Poza Rica.
La tercera forma de hacer “tranza” que usaban era fingir competencia: inscribían empresas que no podían ganar la licitación a competir con las empresas de algún ex funcionario público para que estas últimas ganaran fácilmente.
Esto pasó con la pavimentación del camino La Chinantla-Helio García Alfaro-La Horqueta, en el municipio de Uxpanapa. El contrato se otorgó a una empresa cuyos socios apoderados son el panista José Mancha Alarcón y su esposa, Monserrat Ortega Ruiz. Aunque casualmente la otra empresa que participó también era de Ortega Ruiz.
Declaración incompleta y sueldos millonarios
Cuando estaba a cargo de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas, Rementería ejerció el cuarto presupuesto más alto del gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares.
En total fueron más de 4,000 millones en 2017 y el 60% de los contratos fueron por adjudicación directa, según datos de la Plataforma Nacional de Transparencia.
Eso explicaría por qué al ahora senador no le gusta la transparencia cuando se trata de sí mismo. En la declaración que presentó al Senado dijo tener ingresos netos de $2,117,585 pesos y no declaró tener ingresos por ninguna actividad industrial, comercial o empresarial; tampoco dijo tener inmuebles, muebles o vehículos.
Sin embargo, a pesar de que el senador niegue tener actividades empresariales, según documentos a los que tuvo acceso Cuestione, la familia Rementería del Puerto tiene un total de siete empresas en el estado de Veracruz. ¿Por qué no mencionó que es socio de las empresas familiares en su declaración patrimonial?
Porque a Rementería solamente le gusta predicar la moral pero no ejercerla. Y nunca le ha gustado ser transparente.
Según el portal abierto de DeclaraNet, en 2011 Rementería tampoco quiso hacer pública su información patrimonial cuando se desempeñaba como Coordinador General de Planeación y Centros de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en el sexenio de Felipe Calderón.
Y después, en 2018, un medio local de Veracruz tuvo que hacer solicitudes a Transparencia para saber su sueldo en la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP). No fue una sorpresa saber que durante el mes de diciembre de 2017 ganó más de 243 mil pesos mensuales. 173% más de lo que el tabulador de remuneraciones establecía como permitido…
Al día de hoy, muchas de las obras infladas en costos tienen deficiencias en su construcción e incluso algunas más están abandonadas. Por ello, los reportes de la Cuenta Pública de 2018 observaron un probable daño patrimonial por casi 50 millones de pesos durante su gestión.
Estos documentos son informes que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público presenta a la Cámara de Diputados para su revisión en caso de detectar daños al erario. Sin embargo, a la fecha son investigaciones que siguen impunes ya que la Función Pública no actuó y Rementería puede seguir siendo un crítico de la moral y haber olvidado sus actos corruptos.
