México, Brasil, Tailandia y Vietnam presumen como propio proyecto de vacuna de EU

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La vacuna COVID-19 que el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó “Patria” y que la doctora María Elena Álvarez-Buylla, directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, presumió como “producto de desarrollo propio”, tiene su origen en Estados Unidos.

La base de la vacuna es resultado del trabajo conjunto entre la Universidad de Texas, en Austin, y la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, Nueva York. El objetivo se centró en obtener una vacuna de bajo costo. 

Program for Appropriate Technology in Health (PATH) brindó acceso a la investigación y otorgó licencias a varios países. México no fue el único que se adjudicó la vacuna como propia, también lo hicieron Brasil con el nombre ButanVac; Tailandia le llamó ChulaCov19 y Vietnam, CoviVac.

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Incertidumbre en los proyectos nacionales

La directora del Conacyt informó el pasado 13 de abril que para el desarrollo de la vacuna “Patria” se aportaron 150 millones de pesos. “Y estamos en el proceso de establecer un convenio… con los laboratorios Avimex para el desarrollo de inmunización”, agregó María Elena Álvarez-Buylla.

Durante la reunión virtual del Consejo Nacional de Salud (Conasa) -que se realizó en marzo pasado- el titular de Salud, Jorge Alcocer, adelantó que antes de finalizar el año se tendría una vacuna mexicana

Incluso, el director general de Promoción de la Salud, Ricardo Cortés, dio más detalles: “hay una vacuna, particularmente la de la Universidad Autónoma de Querétaro, que está teniendo buenos resultados para poder avanzar en los ensayos clínicos”.

Hasta abril, la UAQ sigue sin apoyo del Conacyt para continuar con el proceso de la vacuna QUIVAX 17.4, que podría iniciar las Fases I y II de la etapa clínica en el segundo semestre de este año; es decir, obtener el aval de Cofepris para las pruebas en humanos. La falta de apoyos la dimos a conocer en esta nota el mes de febrero.

¿Qué se puede esperar de “Patria”?

La doctora, Rocío Tirado Mendoza, académica del Departamento de Microbiología y Parasitología de la UNAM, nos comentó que el calendario que dio a conocer el Conacyt plantea resultados, “pero apenas van a empezar la Fase I. ¿Esto qué implica? Contar con un número pequeño de personas para la fase de experimentación”.

Tirado Mendoza, nos advirtió que aún falta por establecer “número de dosis; cantidad de virus que tendrán para administrar a cada voluntario, así como los periodos de inmunización en el esquema tendrán que moverse”.

La experta de la UNAM nos dijo que de la vacuna Pfizer el lapso entre la primera y segunda dosis es entre 21 y 35 días; de AstraZeneca de ocho a 12 semanas. Con la vacuna “Patria” se irán planteando los tiempos conforme avancen las fases, explicó.

“Y en la Fase II ya debe contarse con las condiciones para aplicar la dosis a más voluntarios, ellos manejan que a finales de año, va a depender de los tiempos para alcanzar la Fase III (la vacuna)”, señaló la académica.

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Brasil la anunció con “bombo y platillo”

Y si México se apropió del trabajo de la Universidad de Texas y Mount Sinai, en Brasil pasó lo mismo. Dimas Covas, director del instituto de investigación Butantan, anunció en marzo la creación de “ButanVac, una vacuna 100% brasileña”

Dimas Covas mencionó que para el desarrollo de ButanVac se creó un consorcio en asociación con el Instituto de Vacunas y Biología Media (Ivac), de Vietnam, y la Organización Farmacéutica del Gobierno (GPO), de Tailandia. Incluso ofreció compartirla.

La euforia contagió a Joao Doria, gobernador de San Pablo, Brasil, quien presumió que la vacuna era “fruto del trabajo de una institución de 120 años de existencia”. Y que se tendrían para finales de este año unas 40 millones de dosis.

Fue el diario Folha de S. Paulo el que reveló que el desarrollo de la vacuna que presumieron como brasileña se hizo en la Escuela de Medicina Icahn del Instituto Monte Sinaí. A lo que el instituto Butantan respondió que tenían licencia para usar el proyecto.

“En Brasil, el desarrollador de la vacuna es Butantan. La vacuna, por lo tanto, es brasileña”, indicó en un comunicado el instituto de investigación. Además de señalar que esperaban la autorización de entidades reguladoras para aplicar dosis en humanos.

Tailandia y sus avances de ChulaCov19

El 24 de marzo de 2021, el Dr. Kiat Ruxrungtham, director del desarrollo de la vacuna ChulaCov19 señaló que el proyecto recibió el apoyo del Consejo Nacional de Investigación de Tailandia.

El gobierno tailandés señaló que la vacuna ChulaCov19 “fue diseñada” y desarrollada por científicos y médicos tailandeses, en colaboración con el Dr. Drew Weissman, de la Universidad de Pensilvania.

“Es de gran importancia que la Facultad de Medicina de Chula haya dedicado su esfuerzo en esta dirección que servirá como un modelo más de investigación y desarrollo que asegurará una mayor estabilidad para el país”, indicó el responsable.

Se espera la ChulaCov19 se produzca y pruebe en ensayos clínicos alrededor de mayo de este año.

Vietnam aplica segunda dosis de CoviVac 

El mismo caso se vivió en Vietnam. Allá también les otorgaron la licencia de la Universidad de Texas y Mount Sinai. Y se destacó como responsable del desarrollo al Instituto de Vacunas y Productos Biomédicos del Ministerio de Salud.

Datos del portal Covid19 Vaccine Tracker señalan que se encuentra en Fase II. En el proyecto han participado 420 voluntarios. El pasado 12 de abril el viceministro de Salud Pública, Tran Van Thuan, dio a conocer la aplicación de la segunda dosis de la vacuna a 6 de 120 voluntarios de la Fase II y se esperaba que para el 18 de abril se terminaría con la aplicación de la segunda dosis.

El cronograma marca el inicio de la Fase I el 15 de marzo, cuando aplicaron la vacuna a 96 voluntarios. La doctora Pham Thi Van Anh, directora del Centro de Farmacología Clínica de la Universidad Médica de Hanoi, comentó al portal Vietnam Plus que algunos presentaron reacciones como hinchazón en el área de la inyección y dolor de cabeza.

De obtener buenos resultados, Tran Van Thuan espera tener su propia vacuna para usar e incluso exportar a finales de 2021 y principios de 2022.

Si el gobierno y el Conacyt presumieron un proyecto de vacuna contra COVID-19 como propio, ¿cuándo dará apoyo a los desarrollos de investigadores mexicanos como la UAQ?

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