Las personas voluntarias juegan un papel crucial contra la COVID-19

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Los últimos días hay un tema fundamental en las redes sociales: la página Mi Vacuna, que el gobierno lanzó para que las personas mayores de 60 años (en esta primera fase) se registren para ser vacunadas contra la COVID-19. El problema es que esta página no funcionó durante los primeros tres días posteriores a su lanzamiento. 

Si esto sucede con una página web –cuya alta demanda era previsible–, ¿qué pasará cuando comience ya en forma la vacunación de la población en general?

El gobierno no puede hacerlo solo y por eso ha convocado a personas voluntarias, tanto para probar clínicamente las vacunas contra la COVID-19, como para conformar brigadas de gente que apliquen estas 198 millones de vacunas en los próximos 15 meses, como aquí te comentamos antes

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El papel de personas voluntarias en la pandemia por COVID-19

“En los últimos meses, cuando la pandemia por COVID-19 arrasaba por todo el mundo, los voluntarios han estado en primera línea de la respuesta, en el campo sanitario, comunitario y social”, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU)

Desde finales del año pasado, aproximadamente 10,000 personas decidieron convertirse en conejillos de indias y formar parte de la última fase de la vacuna Ad5-nCoV del laboratorio Cansino Biologics, como te contamos aquí hace unos meses. 

Aunque la Secretaría de Salud cuenta con una infraestructura con la que es capaz de aplicar millones de vacunas anualmente, entre ellas la de la influenza (con 32.4 millones de vacunas cada año), ahora requiere de un empuje adicional de los voluntarios y otras dependencias, porque “ se necesitará aplicar una gran cantidad de dosis en un corto tiempo, a diferencia de otras campañas que se distribuye la aplicación a lo largo del año”, nos explicó el Dr. Jorge Baruch Díaz Ramírez, vocero de la Comisión de Expertos de la UNAM para la emergencia de COVID-19.

Durante la pandemia de 1918–1919, los voluntarios de la comunidad, como los maestros y otras personas que quedaron desempleadas debido a las repercusiones de la pandemia, fueron fundamentales para ayudar con las medidas de distanciamiento social y documentación de los enfermos, y para aliviar la carga de los establecimientos de atención de salud que estaban saturados”, de acuerdo con el manual de Manejo de desastres de la Organización Panamericana de la Salud. 

Los conejillos de indias

Paulina Bouchot de 23 años de edad decidió que quería ser voluntaria para que su cuerpo recibiera una de las primeras vacunas contra COVID-19 y probar su efectividad: “Decidí hacerlo porque pensé que sería divertido y tenía curiosidad de saber en qué consistía”, nos contó. 

Desde que se le aplicó la vacuna se ha mantenido bajo la vigilancia del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, donde se lleva a cabo el procedimiento, y que tiene la obligación de atender a Paulina –y a todas las personas voluntarias– en cualquier momento, ya sea ante cualquier duda o algún malestar. También debe brindarle atención médica si contrae COVID a lo largo del año que dura el protocolo del estudio. 

Pero Paulina también tiene responsabilidades como voluntaria, como responder las preguntas de seguimiento semanales e informar cualquier síntoma. “Si por alguna razón me quiero poner otra vacuna (contra la COVID), tengo que decirles, primero para que me informen si recibí la vacuna o el placebo, porque recibir dos veces la vacuna puede ser riesgoso. Y, segundo, porque si me pongo otra vacuna me tienen que dar de baja del experimento”, explicó. 

Las mujeres que participan como voluntarias en estos protocolos deben comprometerse a no embarazarse, “de hecho te recomiendan no tener relaciones sexuales mínimo por tres meses y a los hombres siempre usar condón, pero es porque no saben cómo va a actuar la vacuna en embarazadas” precisa Paulina, 

También dijo que está comprometida a volver a ir al hospital al finalizar el experimento, para que le vuelvan a sacar una muestra de sangre. Si la vacuna que le inyectaron fue placebo, el instituto tiene la obligación de inmunizarla con la vacuna real

Para saber más: Pfizer, CanSino o AstraZeneca: ¿cuál de estas vacunas contra la COVID-19 es más cara?

Voluntarios en brigadas Correcaminos

“Sólo falta un paso más para volver a estar junt@s ¡Ayúdanos a darlo! Si eres estudiante, egresado o docente del área de salud #UdeG ¡Únete como brigadista a la campaña de vacunación COVID-19!”, se lee en las redes sociales de la Universidad de Guadalajara, al igual que otras universidades. 

Las personas voluntarias que se inscriban pueden ser estudiantes de la carrera de Ciencias de la Salud, Medicina, Enfermería o alguna otra afín, con un mínimo del 50% de los créditos, además de egresados y académicos del mismo programa educativo pueden registrarse. 

Quienes sean aceptados tendrán que tomar capacitaciones para la aplicación de la vacuna, que fueron diseñadas por la Secretaría de la Salud federal y serán impartidas por las universidades. 

Si quieres ser un o una voluntaria puedes elegir entre aplicar la inmunización o participar en la logística de la llegada y aplicación de las vacunas. La primera fase de la vacunación en la que participaran las universidades inició el 1 de febrero. 

¿Los voluntarios serán vacunados? “Una vez aceptados, también serán candidatos para entrar al grupo de riesgo prioritario para recibir la vacuna, y recibirán todos los elementos y medidas para protegerlos de un posible contagio”, se lee en la gaceta de la Universidad de Guadalajara. 

Por otro lado, el gobierno de México lanzó una convocatoria abierta al público en general, en la que pedían que se unieran como voluntarios a la brigada correcaminos, que serán los encargados de vacunar a los y las mexicanas. Las personas interesadas deben mandar un correo a voluntarios.vacunas@dif.gob.mx.

Las brigadas correcaminos son amplias. Estarán conformadas por personal médico; cuatro elementos de la Guardia Nacional, dos promotores de programas sociales de la Secretaría del Bienestar y dos voluntarias o voluntarios, y todos serán vacunados contra la COVID-19, de acuerdo con la Secretaría de la Salud

En la Política Nacional de Vacunación contra el COVID-19 se menciona que los integrantes de las brigadas correcaminos serán vacunados durante el segundo bimestre de 2021, no especifica las funciones de los voluntarios, ni durante cuánto tiempo participarán. 

El papel de las personas que deciden ayudar por las puras ganas de hacerlo es fundamental, para poder salir de crisis cómo la que estamos viviendo, alguna vez te has preguntado ¿Cómo terminaría la pandemia sin las personas voluntarias?

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