Las policías locales padecen serias carencias a pesar de que deberían ser clave para reducir la violencia

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A pesar de que Zacatecas es el estado con la mayor tasa de homicidios en octubre, las y los policías locales se enfrentan al crimen con las balas contadas de acuerdo con un reportaje del periódico El Sol de México.

“Están limitados en armamento y equipo; sus jornadas laborales son de más de 24 horas seguidas; carecen de personal; el peligro es constante ante los grupos delictivos; son despedidos al no aprobar los exámenes de control y confianza, y algunos son coptados por el crimen organizado. O peor aún, son asesinados”, señala el artículo.

Para el doctor en Ciencias Sociales Daniel Vázquez, este es tan solo un ejemplo más de que, en el mejor de los casos, a los gobiernos locales no les importa la policía o de que, en el peor de los casos, les conviene que sigan en descomposición.

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El desastre de las policías locales

Para el sociólogo Daniel Vázquez la crisis de las policías estatales tiene dos caras. Por un lado estos cuerpos policíacos generan violaciones sistemáticas de derechos humanos, “detienen de forma arbitraria, torturan y en el peor de los casos incluso desaparecen personas”. 

“En estos cuerpos policiales hay prácticas longevas de corrupción, cadenas de de esta misma corrupción y cadenas de normalización de violaciones a derechos humanos, entre otras cosas”, dijo el experto.

Sin embargo, el otro lado de la moneda es que estos cuerpos policíacos “están mal entrenados, mal pagados, explotados por sus propios jefes inmediatos, maltratados y en donde cambiar una cadena de corrupción no es cosa de una sola persona”.

“El gran problema es que en el mejor de los casos, a los gobernadores no les importa (la policía estatal). Pero en el peor de los casos, les conviene tener esas policías porque son parte de las redes de macrocriminalidad”, explicó Vázquez.

Y agregó que en estos escenarios que lamentablemente ocurren en algunos estados, las autoridades necesitan de policías en condiciones vulnerables “para extorsionarlos, sobornarlos o utilizarlos para procesos de detenciones arbitrarias, para desapariciones, para tortura”.

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La importancia de la policía

Vázquez opina que mejorar las condiciones de los policías estatales no es asunto que se pueda resolver de la noche a la mañana pero sí es necesario tomarlo en cuenta para reducir los niveles de violencia en el país.

Y agregó que “si de inicio no se desmantelan esas redes de macrocriminalidad, así como su estructura política, es muy difícil avanzar en todo lo demás (en la reducción de la violencia)”.

Por otro lado, de acuerdo con Vázquez, la estrategia de seguridad del gobierno federal debe tomar en cuenta que las políticas sociales por sí solas no son políticas anti impunidad, y si no se redirige de forma mucho más puntual a atacar al crimen no van a tener el impacto esperado.

Así las cosas, el país necesita la “reconstrucción de los cuerpos de policía, porque se encuentran totalmente desmantelados, capturados, muchas veces parte del crimen organizado”.

Para Vázquez es importante tomar en cuenta dos artículos transitorios de la reforma constitucional que creó a la Guardia Nacional en 2019.

“El quinto transitorio dice que se puede hacer uso del Ejército (para tareas de seguridad pública), pero solo por cinco años. Y el séptimo transitorio que ordena a las y los gobernadores a hacer un diagnóstico de cómo se encuentran las policías a nivel local, y al mismo tiempo a crear un programa de cómo van a fortalecer esos cuerpos policíacos”, explicó el experto.

Es decir, según Vázquez, que se le están dando cinco años a los gobiernos estatales “para poner en orden la casa, para reconstruir policías locales y que después el Ejército pueda regresar a sus cuarteles”.

“Si tenemos 32 universidades autónomas locales, ¿por qué  no tenemos 32 licenciaturas de seguridad pública que estén formando desde ahora a los policías que dentro de tres o cuatro años puedan integrar los nuevos cuerpos de policía?”, cuestionó Vázquez al explicar sus dudas sobre si se está trabajando para que los cuerpos policíacos estén preparados en 2024. 

El experto en temas de seguridad Víctor Sánchez Valdés está de acuerdo en que la reconstrucción de las policías locales debe ser parte de una nueva estrategia para reducir la violencia en nuestro país.

“Creo que es tiempo de plantear nuevas alternativas, buscar poner a prueba otro tipo de estrategias. Por ejemplo, apostar por el fortalecimiento de las policías locales más que en el Ejército”, dijo. 

Y concluyó que “apostar por la profesionalización de las policías puede dar a la larga mejores resultados que esta política en donde se apuesta al uso de una fuerza mayúscula y que al final también termina convirtiéndose en parte del problema, en parte de la violencia”.

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