Se necesita más que Gas Bienestar para bajar los precios: ¿habrá subsidios?

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“No existen recetas mágicas para que el precio  del gas LP baje en automático, porque las inversiones que se tienen que hacer son altísimas”, nos advierte Darío Ibarra Zavala, académico de Economía de la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la UNAM.

Para reducir los precios “deberíamos tener una sobreoferta de este producto”, explica. “Pensemos en, por ejemplo, el jitomate: si hay mucho en el mercado, el precio tiende a bajar. En el caso del energético, deberíamos tener mucho gas en el mercado para que tendiera a bajar, pero no es tan sencillo”.

Ibarra Zavala recuerda que no existe un “camino único” para disminuir los precios del Gas LP. “Los energéticos en general tienen el problema de que son altamente volátiles, esto quiere decir que pueden subir rápidamente o bajar”.

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Complicado, reducir el costo del gas

Ramses Pech, analista de la industria energética y económica, señala que la variación en los precios va a depender de los costos que genere la logística que ofrezcan los distribuidores y la volatilidad del combustible a nivel mundial.

¿Bajar los precios del gas LP? Es complicado –a pesar de la existencia de Gas Bienestar–. No bajará el precio, porque los distribuidores argumentarán el mínimo para llevar el gas LP, y se ajustará el precio con base en cómo suben los costos ligados a la inflación”.

El presidente de México, en cambio, se muestra optimista y plantea que con el surgimiento de Gas Bienestar, “habrá competencia” y se evitarán abusos en su precio con un precio máximo. “En los últimos meses se estaba incrementando mucho, 35%, se estaba abusando”, dijo durante la mañanera del pasado 12 de agosto. 

¿Habrá alguna estrategia para bajar precios?

El académico Darío Ibarra Zavala deja en claro que lo que “plantea el gobierno en el mejor de los mundos es convertir (a Gas Bienestar) en una empresa que pueda competir en un mano a mano contra el sector privado”.

Y sobre la volatilidad, recuerda lo sucedido con los apagones en el Norte del país y en Texas, Estados Unidos, “donde por una temporada más fría de lo normal no fue posible transportar el gas natural hacia las diferentes empresas generadoras de electricidad y con esto se dieron apagones” que repercutieron en México.

No se realizaron las entregas adecuadas de gas natural y “el precio subió en ese momento extraordinariamente y al momento de subir, tarde o temprano se ve reflejado en las tarifas eléctricas en nuestro país. Eso es una muestra de que el gas es extremadamente volátil y depende en gran medida del clima”.

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¿Cómo resolver la volatilidad?

Una forma de resolverlo es crear un mercado de futuros –realizar contratos de compra o venta en una fecha futura, pactando en el presente el precio, la cantidad y la fecha de vencimiento–, en este caso, de gas”, responde el académico de la UNAM

Explica Ibarra Zavala: “esto implicaría que las empresas gaseras desde hoy definieran el precio que van a recibir, el costo de producción de las gaseras y el precio que van a pagar con las empresas que a su vez le surten el producto”.

La idea es “ampliar esta gama de mercados de futuro en diferentes sectores y en más hidrocarburos para que el precio no necesariamente baje, sino que por lo menos se mantenga estable y no sea tan volátil. Eso es lo que puede ocurrir”.

¿Y qué hay sobre los subsidios?

El analista de la FES Aragón menciona que los subsidios han existido desde hace mucho tiempo y un ejemplo es el caso del sector eléctrico y el sector hídrico, “en ambos casos, existen por parte del gobierno federal para mantener tarifas relativamente bajas”.

Aunque hace énfasis en que esto “ha provocado que en el sector eléctrico, el sector privado no haya intervenido en la venta de energía eléctrica a las familias, solamente vende entre empresas porque ahí pueden cobrar más”.

Menciona que “el subsidio, lo que podría provocar, es que el precio que la empresa Gas Bienestar cobre a los consumidores finales puede ser menor que el que tienen el resto de las empresas del sector privado”.

Ibarra Zavala estima que también, “se estaría generando una práctica anticompetitiva y si fuese un mercado internacional a esto se le llamaría una práctica de dumping, es decir vender por debajo del precio de costo de producción”.

Sobre los subsidios, Ramses Pech al aplicarlo a la idea de bajar el precio del gas LP, expone: “Para tener precios por igual o menor a 10 pesos por KG a usuarios finales,  deberá haber un subsidio entre 15 a 20 pesos por KG, para todos los permisionarios”.

A decir de Pech, se tendrían que destinar recursos públicos para que el precio al usuario tenga un subsidio del 40%, es decir, esta sería la idea si es que se quiere que el consumidor pague 200 por un tanque de 20 kilogramos que anda en los 568 pesos.

“Esto tendría que salir del presupuesto”, menciona Pechs. Con el análisis del presupuesto 2022 de septiembre el presupuesto 2022, “tendrán contemplado alguna partida para este subsidio como se hacía con las gasolina y diesel. Serían entre 120 a 180 mil millones de pesos los necesarios”.

¿Qué tiempo tardará el consumidor en ver la reducción del gas con la empresa estatal?

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