El Presupuesto de Egresos 2022 propone un aumento de casi el 15% a los recursos designados por el Estado al sector salud.
El Paquete Económico 2022, de acuerdo con el análisis realizado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), propone un aumento de 14.6% al sector salud. Es decir, 105,137 millones de pesos más que lo que se aprobó para este año.
Si se compara esta cifra con lo que se tuvo disponible para salud en el 2020, el año en el que inició la pandemia por la COVID-19, la organización dice que el aumento es solo del 10% en términos reales. Sin embargo, el CIEP advierte que este aumento “tiene un alto riesgo de no ser sostenible”.
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De acuerdo con el análisis de este centro de investigación de la sociedad civil, el aumento del 14.6% es equivalente al 0.37% del Producto Interno Bruto (PIB) -y a pesar de que es señalado como por debajo de los compromisos adquiridos por el gobierno en esta materia-, es un aumento que “podría contribuir a la desigualdad de recursos por subsistema de salud”.
Esto significa que este aumento está canalizado para llegar a los que no tienen seguridad social, a los que están inscritos en el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), etc. El aumento, agrega el documento del CIEP, también está relacionado con la compra de vacunas y los gastos del IMSS Bienestar.
Una de las autoras del reporte Implicaciones del Paquete Económico 2022, Judith Senyacen Méndez Méndez, investigadora del CIEP, nos explicó que dentro de este aumento se está contemplando a la población afectada por enfermedades de “alta especialidad”, las que en el Seguro Popular, -que ya no existe y fue sustituido por el Insabi-, eran conocidas como enfermedades de alto costo.
“Las enfermedades de alta especialidad son las que impactan en mayor medida el gasto de las personas”, nos dijo Méndez Méndez.
¿Exactamente en qué se gastará este dinero?
El aumento de 105,037 millones de pesos que tiene este rubro se concentrará en siete partidas de gasto. Las que más aumentarán en 2022 serán:
Inversión financiera
- Según el CIEP este dinero va directo a contingencias y erogaciones especiales, que en su mayoría serán destinados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad Social para Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Medicamentos
- Vacunas contra la COVID-19.
Pago de nómina
- Personal para la atención de la pandemia.
¿Nos beneficia el aumento en el presupuesto de Salud?
Sí. El argumento del CIEP es que se beneficiará más a los dos sectores de la población que gastan más en salud, que son los afiliados al IMSS – Bienestar. Según los cálculos de esa organización cada beneficiario de este sistema público de salud tendría 2,013 pesos en 2022, lo que representa un aumento de 798 pesos en comparación a lo que esta institución destinó a los derechohabientes en este año.
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“Dependiendo de la dirección del gasto, este aumento podría reducir el gasto de bolsillo, de los asegurados al IMSS”, explica la organización civil.
El gasto de bolsillo es el desembolso de dinero que realiza la ciudadanía para atención ambulatoria de salud y medicamentos. Por ejemplo, las consultas, las recetas o tratamientos para atender enfermedades.
El incremento a los usuarios de IMSS – Bienestar está destinado a los grupos de la población que tienen los primeros deciles de ingresos (los niveles más bajos a nivel nacional), que son los que más aumentaron el gasto de su propio bolsillo en salud, en su mayoría, a consecuencia de la pandemia. Ya sea porque resultaron afectados por la COVID-19 o porque se dejaron de atender en centros de salud públicos por la contingencia sanitaria.
Sin embargo, este aumento no quiere decir que se vaya a invertir más en la compra de medicamentos, ya que casi todo va a la compra de más vacunas contra la COVID-19.
“El presupuesto de medicamentos (si se descuenta el gasto en vacunas) disminuye 3.1%. Esto podría continuar aumentando el número de personas que pagan por medicamentos cuando acuden a consulta”, indicó el CIEP en su estudio sobre el Presupuesto 2022.
El análisis explica que a pesar de que existe un aumento real en el presupuesto destinado a la salud en el país, se debe de corroborar la ejecución del gasto corriente y no el que está etiquetado en obra pública.
¿De donde sale el dinero de este aumento? Del Fondo de Protección Contra Gastos Catastróficos (Fonsabi). Esto representa una ayuda transitoria, ya que el saldo de este fondo ha ido bajando desde el 2020.
De 2017 a 2018 el Fonsabi disminuyó 8.37%; luego en 2019 tenía 1.4% más; en 2020 perdió 3.68% y en 2021 tenía 34.8% menos. Estos movimientos dejaron al Fonsabi con solo 66,475 millones de pesos en 2021.
“Si bien existe un incremento presupuestario cercano a cuatro décimas del PIB, tiene el riesgo de no repetirse en el corto plazo, debido a que una parte del financiamiento proviene del Fonsabi, el cual no es una fuente recurrente de recursos y no se plantean cambios que impacten el espacio fiscal disponible para salud”, señala el documento del CIEP.
¿Y dónde quedan los pacientes de enfermedades graves que necesitan con urgencia los medicamentos que están agotados en el país?
