Después de 10 semanas consecutivas de reducción en los casos por COVID-19 y con siete millones de dosis de la vacuna contra esta enfermedad aplicadas, el regreso a la nueva normalidad parece cada vez más cercano. Sin embargo, la reapertura de los diferentes sectores implicará costos importantes para el gobierno.
De acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) uno de los sectores que requerirá una mayor inversión para poder reabrir de manera segura son las escuelas.
Y es que de acuerdo a cifras oficiales, el año pasado 31.6% de los planteles de educación básica carecían de infraestructura para el lavado de manos. Es decir, casi una de cada tres primarias y secundarias no tenían acceso a un lavabo para alumnas, alumnos y/o personal docente.
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También resalta que 27% de los planteles de educación básica y 22.8% de los de media superior no contaban con agua potable. Por su parte 17.3% de las primarias y secundarias, y 15.8% de las preparatorias o bachilleratos públicos no contaron con sanitarios.
Por ello, el CIEP estimó que simplemente para instalar un solo lavabo en cada una de las escuelas de educación básica que sufren de esta carencia, el gobierno necesitaría invertir 10,376 millones de pesos.
Atención a solo una de cuatro recomendaciones del BID para la reapertura
De acuerdo con Thamara Martínez, coordinadora de Educación y Finanzas Públicas del CIEP, esta política pública solamente serviría para atender una de las cuatro recomendaciones que estableció el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para un regreso seguro a las aulas, las cuales se muestran a continuación:
- Asegurar el distanciamiento social en las aulas.
- Mantener las escuelas limpias y desinfectadas.
- Asegurar que los alumnos y docentes lleguen y se mantengan saludables en la escuelas.
- Asegurar el acceso a lavamanos.
“Las escuelas enfrentan otras carencias que van desde acceso a electricidad, agua potable y sanitarios (…) factores de primera necesidad en un contexto de un regreso a clases seguro”.
Thamara Martínez, coordinadora de Educación y Finanzas Públicas del CIEP
Sin embargo, tan solo con la instalación de lavabos, el gobierno beneficiaría a 22.3 millones de alumnas y alumnos de educación pública básica en todo el país.
Para concretar este proyecto el gobierno federal tendría que aumentar 1.2% del gasto educativo aprobado para 2021. Pero el problema es que el gasto educativo no parece haber sido una prioridad durante los primeros años de la actual administración.
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Los problemas del gasto en educación de este gobierno
La investigación del CIEP, realizada por Thamara Martínez Vargas, muestra que aún es desconocido el presupuesto destinado por el gobierno federal a la estrategia Aprende en Casa por TV y en Línea, que buscó seguir asegurando el acceso a la educación para las niñas, niños y jóvenes del país.
A pesar de ello, el centro analizó la evolución del presupuesto de tres programas presupuestarios cuyos objetivos se alinean con el propósito que persigue esta estrategia: “continuar con el proceso de enseñanza-aprendizaje a distancia, por medio de la creación y difusión de contenidos educativos en radio, televisión y plataformas digitales”.
El resultado es que para dichos proyectos recortó recursos en 2020 respecto al gasto de 2019, a pesar de la pandemia y su estrategia educativa. Además, para este 2021 siguió la misma línea al aprobar aún menos recursos para estos tres programas.
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En conjunto, estos proyectos gastaron 3,867 millones de pesos, lo que representó 6.9% menos que lo ejercido en 2019 (antes de la pandemia). Para este año, el PEF 2021 contempla 3,703 millones de pesos, 7.4% menos (tomando en cuenta la inflación) que lo que se gastó en 2020.
El primer programa analizado fue Producción y distribución de libros y materiales educativos que edita, produce y distribuye materiales educativos a estudiantes y maestros de educación inicial y básica a nivel nacional.
En 2020 el gobierno gastó 3,111 millones de pesos, lo que representó 0.6% más que lo aprobado a inicios de año, pero 11.4% por debajo de lo ejercido por el mismo programa en 2019. Para este año, el PEF 2021 contempla 3,176 mdp que, si tomamos en cuenta la inflación, representa una caída de 1.3% respecto a 2020.
El segundo programa, Producción y transmisión de materiales educativos -que se encarga de producir y transmitir programas de radio, televisión y plataformas digitales con contenido educativo, noticioso, informativo, periodístico, recreativo, para niños- sufrió una caída real de -13.2% en 2020 respecto al año previo, y para 2021 le aprobaron casi 20% menos.
Finalmente, el Programa para el desarrollo profesional docente cerró el año pasado con un gasto 9.4% menor a 2019. Y para este año le aprobaron 240,000,000 de pesos que se traduce en una caída real de 44% respecto a lo pagado en 2020.
¿Hasta cuándo serán una prioridad las niñas, niños y jóvenes para esta administración?
