Una buena noticia: el presupuesto etiquetado para la equidad de género tuvo un aumento de 55.6%, al pasar de 66.4 mil millones de pesos (mdp) en 2019, a más de 103.4 mil mdp para 2020. Lo malo es que siete de cada 10 pesos de esa bolsa se irán a programas sociales que no están enfocados particularmente en mujeres, como Jóvenes Construyendo el Futuro o el Programa de Becas Elisa Acuña, que promovió el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Por ejemplo, el programa Sembrando Vida fue agregado por primera vez al apartado de género, con más de ocho mil 500 millones de pesos, aunque siete de cada 10 beneficiarios son hombres, es decir, sólo tres mujeres reciben este apoyo para personas agricultoras, según documentó Cuestione.
En total, este y otros seis programas sociales recién creados o modificados con la entrada del gobierno de López Obrador, acaparan el 71% de todos los recursos públicos destinados a la igualdad de hombres y mujeres:
Fuente: Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2020
El problema es que estos programas asistencialistas –de los cuales la mitad no tiene reglas de operación– no están pensados en superar las desigualdades entre hombres y mujeres, y refuerzan estereotipos de género, como el de encasillar las tareas de cuidado sólo para las mujeres, como en el caso de las estancias infantiles, explica Ana Joaquina Ruíz, consultora en género y académica de la Universidad Iberoamericana, en entrevista con Cuestione.
“La apuesta más importante del gobierno federal se traduce en programas asistencialistas que parecen estar empujando a las mujeres a dedicarse a las labores domésticas y de cuidado, lo cual no ayuda a romper con la desigualdad de género”, dice Ruíz.
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Salud y DDHH, los más afectados
Mientras estos siete programas se llevaron más de dos terceras partes de los recursos, otros que sí están enfocados a la prevención de la violencia o la atención para la salud de las mujeres y los derechos humanos de ellas, sufrieron recortes graves.
Uno de los recortes en la “capacitación para garantizar los derechos humanos de las mujeres”, de la Fiscalía General de la República (FGR), el cual pasó a tener 1.1 millones de pesos en 2019 a 100 mil pesos para este año, es decir tuvo un recorte de 91%.
También en este año, más de 365 mujeres activistas y periodistas en riesgo tendrán 80% menos recursos, debido al recorte que sufrió el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, herramienta que las protege después de que sufrieron violencia y amenazas.
En el sector salud hay al menos tres programas que tuvieron una reducción importante. Primero está “el modelo de calidad con perspectiva de género” de la Secretaría de Salud con un recorte de 95%; después las investigaciones de salud mental de las mujeres, con 50% menos de presupuesto y con 43% menos para el Centro de Investigación en Enfermedades Infecciosas con perspectiva de género en VIH, de acuerdo con el PEF 2020.
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Los que sí aumentaron
Uno de los programas con mayor aumento para 2020 es el de “impulsar una cultura de igualdad que contribuya a todo tipo de desigualdad basada en género” de la UNAM, al pasar de 130 mdp en 2019, a 740 mdp para este año, es decir aumentó 450%, esto en el contexto de acusaciones de abuso sexual y violencia contra las estudiantes que mantiene en paro a siete planteles de esta universidad.
Otra de las acciones que sí tuvieron un incremento fue la Construcción de Centros de Justicia para las Mujeres, de la Secretaría de Gobernación, con 49% más de recursos.
Con un aumento mínimo (13%) los refugios para las mujeres víctimas de violencia también tuvieron un mayor apoyo este año, aunque la Red Nacional de Refugios ha dicho que no es suficiente para acoger a todas estas mujeres.
En general, los recursos para el combate contra la violencia de género tampoco tuvieron incrementos significativos para este año, pues sólo aumentó 1.3% el presupuesto para prevenir feminicidios y trata de personas, entre otros delitos.
¿Por qué un presupuesto aparte?
Este etiquetado de género está contemplado en el Anexo 13 del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) y se separa del presupuesto general para para evitar la discriminación de género y erradicar la violencia contra las mujeres.
El problema que tenemos es que no hay una estrategia clara al combate contra la violencia de género, la idea de crear este apartado era para eliminar las desigualdades, pero si no se entiende que hay necesidades distintas para hombres y mujeres, seguirá la discriminación y violencia contra las mujeres, concluye la experta.
