Redes sororas: conductoras de plataformas como Uber forman estrategias para protegerse

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Era pasada la medianoche cuando el carro del servicio de transporte ejecutivo se detuvo en una calle de Tlaxcala. Por costumbre le preguntamos a la conductora a quién estaba buscando, ella respondió ¿cuál es el nombre de tu conductora?

La extraña respuesta de Judith –la conductora quien trabaja en horarios nocturnos para plataformas como Uber, Didi y Pronto nos llamó la atención y le pedimos una explicación. Lo que pasa es que a veces los usuarios mienten y se suben a carros que no les toca, nos dijo. “Por eso ya no les damos el nombre del cliente que pidió el servicio”, agregó.

Judith es madre de dos niños que estudian la primaria a quienes mantiene sola, como también a su mamá de edad avanzada. Por la mañana la conductora aprovecha el tiempo que los niños están en la escuela para adelantar el trabajo doméstico y por las noches sale en su carro esperando que la aplicación le notifique un viaje nuevo.

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Nos contó que desde hace más de dos años se dedica casi exclusivamente a trabajar como chofer para plataformas de transporte: “es de las pocas opciones que encontré para poder cuidar a mis hijos, a mi mamá, la casa y que me deje ganar lo suficiente. Este carro lo pagamos con lo que sacamos en las plataformas. Antes usaba el de mi sobrino, pero ya pude comprarme el mío”, detalló.

“¿Por qué trabajas de noche, Judith? ¿No te da miedo?”, le preguntamos. Nos explicó que el horario nocturno era menos estresante y más ágil. “No hay tráfico y mis niños ya están durmiendo a esta hora. Mi mamá les “echa ojo” y listo, yo puedo trabajar unas cinco o seis horas. Pero sí nos dimos cuenta de que hay que cuidarnos más, porque las personas siempre buscan como hacer maldades”, comentó.

Los riesgos para las mujeres que conducen de noche

Entre los principales riesgos que denuncian los hombres y mujeres que conducen para plataformas de transporte ejecutivo se encuentran los asaltos y el robo parcial o total del vehículo.

“Ojalá ya se acaben estas fallas, deberían aplicar lo de reconocimiento facial a usuarios para mayor seguridad, a mis dos vecinos ya los asaltaron y a mi primo casi le quitan el auto, deben ponerse más abusados en eso”, reclamó una usuaria en 2021 en la página de Facebook de compañía Pronto, una plataforma digital de origen tlaxcalteca que se creó en 2017.

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Esto a pesar de que los fundadores de la aplicación -Gabriel Cano, Nydia Cano y Miguel Martínez- habían asegurado que la plataforma contaría con tres medidas principales de seguridad: rastreo en tiempo real de la unidad; botón de pánico que se enlaza con servicios de emergencia; y conexión de la aplicación del usuario con familiares o personas de confianza aunque no tengan la aplicación instalada en sus teléfonos móviles.

A dos años de su inauguración (2019), la plataforma Pronto fue acusada de esconder delitos que se cometían en contra de las y los conductores quienes acusaron que la plataforma ni siquiera respondía a las denuncias, mucho menos ofrecerles acompañamiento o respaldo.

Como mujeres además estamos expuestas a que nos hagan algo más feo incluso hasta que nos desaparezcan”, nos dijo Judith. No es un temor infundado. En México tan sólo de enero a marzo de 2023 hubo 30,680 mujeres víctimas de homicidio, feminicidio, secuestro, extorsión, lesiones y otros delitos que atentan contra la vida y la integridad corporal según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Los datos del SESNSP indican que en el 54.82% de los reportes se debieron a lesiones dolosas contra las víctimas, en el 18.68% fueron culposas y también se reportaron 220 presuntos feminicidios en los primeros tres meses del 2023. El año pasado -2022- este delito alcanzó los 991 reportes.

Crean bloques de monitoreo para cuidarse

Antes de iniciar el viaje, Judith -nuestra conductora- tomó su celular y mandó una alerta por la aplicación Zello que funciona como un radio -o como un sistema de walkie talkie- que crea canales privados ilimitados y seguros a través de redes celulares. Le contestó una mujer quien le dictó en forma de clave, una serie de códigos como los que usan los policías.

Judith contestó con otra serie de números y códigos. “Estoy informando que estoy en servicio para que mi bloque me empiece a monitorear”, nos explicó al ver la confusión en nuestro rostro. La conductora detalló que aunque las plataformas sí tienen ciertas medidas para proteger a las y los conductores, no logra ser tan efectivo y oportuno el apoyo cuando les pasa algo.

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Lo que tuvieron que hacer fue organizarse entre ellas y construir sus propias herramientas para protegerse entre quienes trabajan en las mismas horas. El bloque al que pertenece Judith es de puras mujeres, unas 40 en la capital de Tlaxcala, señaló.

Cada una de ellas paga una cuota para mantener el monitoreo constante, se comparten las ubicaciones en tiempo real, avisan si la o el usuario tiene algo sospechoso o se encuentra en estado de ebriedad. Y si hace falta auxiliar a una compañera, hay quienes están “de guardia” para salir al rescate.

Algunas de las herramientas con las que cuentan las plataformas para proteger a sus socios y socias conductoras son botón de pánico, tecnología GPS para seguir los viajes y detectar si hay algún cambio o anomalía en la ruta, verificación facial para asegurarse de que el o la usuaria sea la persona registrada y códigos de verificación que se deben de compartir con las y los conductores antes de iniciar el viaje.

Judith trabaja para tres plataformas –Uber, Didi y Pronto– y nos dijo que nunca está de sobra tomar todas las precauciones necesarias para asegurarse de regresar a casa con sus seres queridos. “Estoy haciendo esto por ellos, imagínate si me pasa algo”, nos dijo al finalizar el viaje y nos deseó buenas noches.

La seguridad es una preocupación para toda la ciudadanía. Como dijo Judith, nunca está de más cuidarse y crear redes para cuidar a las demás personas.

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