Reforma electoral afianza la centralización y omite paridad de género

Compartir:

La iniciativa de reforma electoral que presentó en abril de 2022 el presidente Andrés Manuel López Obrador ya está en manos de las y los legisladores para su discusión.

La propuesta dice que busca garantizar elecciones limpias y libres, la aplicación plena de la democracia para que la ciudadanía elija a sus representantes y se procure la participación de la sociedad mexicana, así como una reducción del número de representantes en las Cámaras de Diputados y Senadores.

Para algunos especialistas, esta iniciativa responde a una intención de mejorar nuestro Instituto Nacional Electoral, que si bien funciona, sigue siendo perfectible. Para otros, es de nuevo un atentado centralizador que trabaja para los intereses particulares de la clase política. Además, la propuesta omite mecanismos para garantizar la paridad de género.

Te puede interesar: En Coahuila se perfilan puros hombres para buscar la candidatura al gobierno por todos los partidos

“Algo que se ha buscado desde las primeras reformas electorales es justamente garantizar la independencia del órgano electoral. Tenemos que recordar que las instituciones electorales que tenemos partieron, de algún modo, de la desconfianza”, nos dijo Dora Alicia Martínez Valero, secretaria en Coahuila y tesorera nacional de la colectiva 50+1, una organización que impulsa desde todos los ámbitos la participación pública de las mujeres.

Para la especialista, el hecho de que la propuesta de reforma electoral venga desde el Ejecutivo no tiene que tener en automático un tinte autoritario, para poder decir esto habría que hacer un análisis más profundo, ver el contenido, cómo se procesa y todo el contexto.

“Me parece que sería muy reduccionista pensar que solamente porque la presentó el Ejecutivo ya es mala”, nos dijo Martínez Valero.

En consideración de la entrevistada, en el proyecto de reforma hay aspectos que pueden hacer mucho ruido, como el hecho de que quienes se encargan de organizar elecciones tengan que ser electos por el voto popular. 

Y dijo que eso puede hacer que el poder se incline de manera inequitativa si no se opera de manera correcta.

Por ejemplo, la propuesta implica que los consejeros electorales se elijan de 20 candidatos presentados por el Poder Ejecutivo, 20 por el Legislativo y 20 por el Judicial, para seleccionar finalmente a siete. 

Te puede gustar: Ministra de la SCJN nombrada por AMLO frena entrega de investigación del caso Pío López Obrador al INE

“Esos siete, lo más probable es que terminen siendo los de la lista que presentó el Ejecutivo y eso es lo que puede no dar tanta certeza”, nos dijo la especialista.

“Además, quienes tienen estructura para recorrer el país haciendo campaña, son los partidos políticos y lo que queremos es que también se separe el INE de los partidos. Ya que esto puede crear esta ‘tentación’ de pedir apoyo a los partidos políticos haciendo compromisos una vez ganado el cargo”, detalló.

Para Javier Santiago Castillo, ex consejero electoral de 2014 a 2017 y presidente de 1999 a 2006 del Instituto Electoral del entonces Distrito Federal, la propuesta de reforma electoral es una regresión centralizadora, como también lo fue la del 2014 en la que se mermaron las atribuciones de los institutos electorales estatales.

“Esto es reflejo de una visión centralista de la clase política, de todos los partidos, quienes pensaron que se iban a beneficiar de esta centralización y de la homologación de los calendarios electorales”, nos dijo el ex consejero electoral.

“Creo que no podemos opinar el día de hoy sin tomar en cuenta este antecedente que es muy cercano. Desde mi punto de vista, esa reforma fue una regresión que atentó contra el federalismo y la propuesta del Presidente (López Obrador) ‘clava más el puñal’, pues atenta nuevamente contra el federalismo con mayor profundidad en una lógica centralista”, agregó el también investigador de la UAM Iztapalapa.

Para Javier Santiago el planteamiento de Morena sigue enfocado en la centralización, pero con una variante que agrava el posible escenario ya que en el procedimiento presentado, la elección de consejeros se vuelve elitista y el Ejecutivo vuelve a participar con sus propuestas.

“Yo creo que el contexto no da para que se lleve a cabo una reforma electoral que mejore los procedimientos, que baje el costo, que modifique el modelo de financiamiento a los partidos, para que no los deje descobijados ni los eche en brazos de la delincuencia organizada ni en los de los poderes económicos”, consideró el entrevistado.

“Pongo como ejemplo que el PAN propone la segunda vuelta. ¿Por qué el PAN? Como es el partido de oposición que se mantiene en segundo lugar, podrían participar en la primera vuelta con su candidato y en la segunda vuelta el PAN tendría altas posibilidades de que toda la oposición se sumara a él, sobre todo por la coyuntura de que están en contra de Morena”, nos dijo Santiago Castillo.

Es decir, para el especialista, los partidos están pensando en sus propios intereses, no en generar las reformas electorales de Estado con visión a futuro, no están viendo la manera de consolidar la democracia y hacer un juego parejo que abone a la equidad en la competencia electoral, más bien están viendo cómo al reformar las leyes pudieran ser favorecidos electoralmente.

La propuesta de reforma reforma electoral omite la paridad de género

Dora Alicia Martínez Valero, especialista en temas electorales, resaltó que dentro de las condiciones que se expone la reforma electoral, no se prevé la parte de la paridad de género.

También puedes leer: ¿Cómo quedan el INE y la democracia tras la Revocación de Mandato?

“Esa parte me parece que es fundamental, son de las cosas que creo que pudieran incluirse en la discusión de cómo lograr la paridad de género en sistemas basados en listas, como lo plantea la propuesta”, nos explicó.

Esta problemática la han vivido históricamente las mujeres dentro de la vida política de México, en donde han sido sistemáticamente relegadas, por lo que se ha visto por demás vulnerado el ejercicio pleno de sus derechos político-electorales, consideró Martínez Valero.

La especialista acusó que se debe tener claridad que el principio de paridad de género, no solo busca una integración de las mujeres en condiciones de igualdad con los hombres para la conformación de órganos políticos, sino que la finalidad que se persigue es que las mujeres participen en la construcción de la vida política y democrática de México.

Aunque hemos avanzado en lograr una participación más equitativa entre hombres y mujeres en los espacios de decisión del país, como en las elecciones de 2021 cuando se logró por primera vez la paridad de género en la Cámara de Diputados, con 250 mujeres y 250 hombres, no se puede quitar el dedo del renglón. 

Lo anterior se puede tomar como un gran logro en una batalla incansable que las mujeres mexicanas han librado a través del tiempo; sin embargo, no se debe perder de vista que si bien se ha dado un gran paso en la dirección correcta, lo cierto es que existen aún muchas desigualdades para lograr hacer valer de forma íntegra el principio de paridad de género, consideró la especialista. 

Para Martínez Valero resulta indispensable que en el marco de esta reforma electoral se establezcan bases y reglas claras con el firme objeto de garantizar el principio de paridad de  género y para esto habrá que diseñar los mecanismos adecuados que sirvan para que no se pierda el equilibrio que apenas estamos alcanzando.

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

Recibe las noticias más relevantes de México cada mañana, inicia tu día informado.