El reto del regreso a clases: falta de infraestructura que aumenta la desigualdad

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Desde hace años, la falta de infraestructura en las escuelas de México reproduce la desigualdad. Sin embargo, después de la pandemia por la COVID-19, las y los estudiantes aprenderán a combatir el nuevo coronavirus con medidas de higiene básicas, la falta de agua y de instalaciones precarias que pueden disminuir sus oportunidades para tener un mejor futuro. 

Lo anterior, de acuerdo con Guadalupe Oropeza, académica de la Universidad La Salle, puede evitarse exigiendo a los políticos del país que aseguren los elementos mínimos de protección a las niñas, niños y adolescentes que vuelven a los salones de clases.

“Es un problema de políticas públicas. Esos medios -la ventilación, el agua, el jabón y los baños limpios-, deben de ser lo mínimo para nombrar a cualquier instalación como un centro educativo. Hay que hacer un esfuerzo extraordinario para que los niños y nuestros jóvenes vuelvan a las escuelas”, nos dijo la profesora de La Salle.

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En abril de 2021, Claudia Sheinbaum anunció que cuando se transitara al semáforo epidemiológico amarillo, se podrían reanudar las clases presenciales y que su administración trabajaría en un diagnóstico sobre las condiciones de las escuelas. 

“Se está haciendo un diagnóstico de qué requieren las escuelas para que puedan estar en excelentes condiciones para el posible regreso a clases”, dijo la jefa de Gobierno.

Durante la conferencia de prensa del 11 de abril, Sheinbaum aseguró a las y los maestros que no había motivos para sentirse inseguros, ya que además de esta revisión, estarían respaldados por el plan de vacunación contra la COVID-19. Pero, ¿las y los niños?

“Efectivamente las condiciones no son parejas”, agregó Guadalupe Oropeza.

Una de las alternativas que plantea la académica ante el problema que viene, es el trabajo multidisciplinario entre universidades, especialistas y la sociedad civil, que ayuden a las escuelas marginadas a iniciar clases de manera segura. Esto, a la par de las acciones que deben de tomar las autoridades, que señaló, deben de ser inmediatas.

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Un problema viejo

El Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales (CEMEES) realizó un diagnóstico en el 2019 sobre la mala infraestructura en las escuelas de México, en el que explica que el rezago y la falta de infraestructura adecuada en las escuelas del país es un problema crónico que padece el sistema educativo nacional.

De acuerdo con el CEMEES, del total de las escuelas de educación básica, el 45% no cuenta con drenaje; 20% no tiene agua potable; 5% no está conectada a una red eléctrica y 63% no tiene internet. 

El 75% no cuenta con taller de cómputo; el 76.5% no tiene biblioteca, 36.6% no cuenta con canchas deportivas; el 24.2% carece de mobiliario básico; 51.8% no tiene áreas verdes; el 31% tiene daño estructural en sus instalaciones y 33.4% tiene una estructura atípica, es decir, que sus instalaciones no son las adecuadas para llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje.

De acuerdo con el CEMEES, hasta 2019, los estados con mayor rezago social son en los que la desigualdad en la educación es más aguda: en Guerrero, por ejemplo, el 37.6% de las escuelas no cuenta con agua potable; el 59.4% no tiene drenaje y el 76.6% no tiene internet. 

En Oaxaca, el 72.8% no cuenta con drenaje, el 70.9% no cuenta con internet. En Chiapas, el 66.1% de las escuelas no tiene drenaje y el 84.1% no tiene internet. 

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“Si se comparan las carencias por tipo de localidad (rurales y urbanas), se muestra una gran desigualdad. En las zonas urbanas solo el 13.6% no cuenta con drenaje y el 31.1% carece de internet; en cambio, en las zonas rurales el 64% no tiene drenaje y el 80% no cuenta con internet”, detalla el CEMEES. 

“Pudiera ser que las áreas de investigación y de trabajo social de la zona centro del país ayuden a las autoridades para poder ayudar a esas comunidades marginadas. Que propicien ambientes ventilados, que se mejore la infraestructura y que se impida que la desigualdad aumente por la pandemia”, concluyó Guadalupe Oropeza.

En el caso de la Ciudad de México, la jefa de Gobierno dijo que la Secretaría de Obras y Servicios, así como las alcaldías, van a colaborar para mejorar la infraestructura de las instituciones educativas.

¿La pandemia provocada por la COVID-19 hará que las niñas, los niños y adolescentes del país tengan las escuelas que merecen?

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