Cuando la autoridad te echa la culpa: así opera el fenómeno de la revictimización

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El 3 de diciembre de 2021, Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, escribió cuatro tuits en los que violó varios preceptos de la Ley General de Víctimas, al revelar datos confidenciales de una menor de edad reportada como desaparecida, pero sobre todo la revictimizó al señalar que se ausentó por una decisión personal, acompañada por un hombre que ella conocía y que se negaba a volver a casa.

Los mensajes recibieron varias críticas, pues apuntaban que el gobernador había cometido una revictimización, lo que de acuerdo con la Organización de Estados Americanos (OEA), ocurre “cuando las autoridades muestran mayor interés en la vida privada de la víctima que en el esclarecimiento de los hechos y la sanción de los responsables”.

Con sus tuits, Alfaro se convirtió en un obstáculo para resarcir el daño a la víctima, de acuerdo con Geru Aparicio Aviña, experta en víctimas que ha dirigido áreas de atención a este grupo en la PGR, la FGCDMX y la Secretaría de las Mujeres de Ciudad de México.

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“Si bien la revictimización puede cometerla la sociedad al dudar de la víctima, si la revictimización proviene de los impartidores de justicia se convierte en un obstáculo para resarcir el daño; constituye una violación de los derechos humanos de las víctimas, pues no respeta ni protege los derechos y principios establecidos en la ley ni permiten la impartición de justicia”, nos dijo en entrevista.

“Muchas veces en administración de justicia dicen que la revictimización es una intervención poco empática hacia la víctima pero no es un tema de manejo emocional sino uno de derechos humanos”. 

Estos mensajes violaron el principio de buena fe y el de no criminalización incluidos en el artículo 5 de la Ley General de Víctimas; la no criminalización se refiere a que “las autoridades no deberán agravar el sufrimiento de la víctima ni tratarla en ningún caso como sospechosa o responsable de la comisión de los hechos que denuncie”. 

También violó el principio de victimización secundaria del mismo artículo, el cual señala que “las características y condiciones particulares de la víctima no podrán ser motivo para negarle su calidad”. 

El gobernador Alfaro violó incluso la Ley de Atención a Víctimas de su propio estado, la cual apunta en su artículo 5 que las autoridades no podrán tratar a las víctimas como responsables de los delitos que denuncian y que deberán promover directrices para que los medios de comunicación fortalezcan la dignidad y el respeto hacia las víctimas. Estas acciones incluso pueden provocar una sanción a la autoridad que las cometa.

De acuerdo con el Centro de Estudios de Género de la Universidad de Guadalajara, los mensajes de Alfaro reprodujeron “el discurso machista que se ofrece recurrentemente como explicación de la desaparición de mujeres, que de forma implícita o explícita consolida la narrativa de que las mujeres, las adolescentes y las niñas huyen con el novio por su voluntad. Esto, obviando el hecho de que se trata de una menor de edad y de que no se ha concluido una investigación que esclarezca los hechos y contexto en que se dio la desaparición”.

Obstáculo para la justicia

La revictimización no sólo obstaculiza la justicia cuando las autoridades dudan de la víctima o la culpan de lo que le ocurrió, sino que desincentiva la denuncia: “En el caso de las víctimas mujeres, muchas de ellas prefieren no denunciar ante las autoridades por diversos motivos, uno de los principales es el temor que tienen de que las personas encargadas de escucharlas y permitirles el acceso a la justicia las agredan con una serie de comentarios que las hagan sentir violentadas y poco protegidas”, señala la abogada Dalia B. Carranco en un artículo publicado por la UNAM en 2020.

“Y es que muchos servidores públicos no suelen tener una educación enfocada a la no revictimización y tienden a agredir con comentarios inadecuados a las víctimas. Aún más, algunos buscan la causa del delito en las acciones de la víctima, justificando al perpetrador”, explica Carranco.

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Uno de los casos más sonados de revictimización por parte de una autoridad ocurrió el 4 de mayo de 2017, cuando la entonces Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México informó que Lesvy Berlin Osorio, asesinada dentro de la Ciudad Universitaria de la UNAM una día antes, había pasado las horas previas a su asesinato “tomando y drogándose”. Además, escribieron que Lesvy ya no estudiaba.

Estos mensajes, que se enfocaban en la vida personal de la víctima y no en el esclarecimiento de los hechos, desataron la indignación de muchas mujeres en las redes sociales, que de manera espontánea posicionaron el hashtag #SiMeMatan, creado por la periodista María José Evia Herrero.

En una columna para El País en la que el Evia Herrero habló sobre el hashtag, señaló: “Lo que compartimos en #SiMeMatan no fue un ejercicio de imaginación sino una mirada fría a lo que sabíamos bien podría hacerse realidad en estos días. Miles de mujeres compartieron datos de sus vidas. Había verdades conocidas y grandes secretos. Pero todas esas palabras tenían el potencial de convertirse en armas en su contra si algo malo les pasaba. “Me gusta salir por la noche”, por ejemplo, es una afirmación neutra, casi aburrida. A menos que seas una mujer en México”.

Así ocurrió en el caso de Mara Fernanda Castilla, una estudiante que fue asesinada por un conductor de Cabify el 7 de septiembre de 2017, sólo cinco meses después que Lesvy. Mara fue una de las miles de mujeres que participaron en #SiMeMatan.

“#SiMeMatan es porque me gustaba salir de noche y tomar mucha cerveza”, escribió Mara el 5 de mayo. El día que fue asesinada, tomó un taxi después de ir a un bar con amigos. Salió de noche, tomó cerveza y la asesinaron, lo que nuevamente fue usado para revictimizar a la víctima por parte de medios y la opinión pública.

En el caso de Lesvy Berlín Osorio, la Procuraduría borró los tuits y la directora de comunicación de esa institución renunció. Pero los medios continuaron revictimizando a mujeres víctimas, como en el caso de Ingrid Escamilla, cuyo cuerpo destazado fue exhibido por los medios de comunicación.

¿Qué hacer si una autoridad te revictimiza?

El abogado Gadiel Alcaraz Gil, excoordinador del Consejo Estatal Ciudadano de Búsqueda del Estado de México (Cecibem) y acompañante legal de víctimas de feminicidio en el Estado de México, apunta que siempre se debe de acudir al órgano interno de control de la institución donde se cometió la revictimización.

“Toda institución pública tiene un órgano interno de control que comúnmente conocemos como Contraloría. También debe de acudir a la Comisión de Derechos Humanos, ya sea estatal o nacional. Depende de las atribuciones de la institución, si son federales o locales”, nos explicó en entrevista.

Agregó que muchas instituciones tienen direcciones internas de derechos humanos, entre ellas el Ejército y la Fiscalía del Estado de México.

A nivel jurisdiccional, es decir al actuar de los juzgadores, se puede acudir a los consejos de la judicatura en los estados o al federal.

Finalmente, añadió a las comisiones de víctimas, tanto la nacional como las estatales: “Para que las víctimas puedan encontrar apoyo están todas estas oportunidades; hay que acudir a una institución que vea por los derechos de las víctimas”.

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