La reforma que el presidente quiere apresurar
¡Qué frío se siente en la Cámara de Senadores! Y es que la reforma de revocación de mandato parece que será guardada en la congeladora hasta dentro de cuatro o cinco meses.
Esto, a pesar de que la Cámara de Diputados la aprobó en lo general y en lo particular luego de haber obtenido 326 votos a favor, 153 en contra y dos abstenciones.
¿Para qué la revocación de mandato?
Es una propuesta –vista como modificación a la Constitución– para que Andrés Manuel López Obrador participe en las elecciones intermedias de 2021, cuando se vote por 500 legisladores, 13 gobernadores y miles de ayuntamientos.
¿Qué plantea?
La iniciativa de revocación de mandato presentada por López Obrador plantea que el mismo día de la elección intermedia, en junio de 2021, se pregunte a la gente si quiere que continúe en la Presidencia o se retire tres años antes de acabar su sexenio. Otros mandatarios sujetos a esta revocación de mandato son gobernadores, senadores, diputados locales, federales, alcaldes y hasta quien sea jefe de Gobierno.
¿Tendríamos nuevas elecciones?
No. Si perdiera, Andrés Manuel López Obrador podría dejar el cargo, pero no se convocaría a nuevas elecciones. Sería la Cámara de Diputados –con mayoría de Morena– quienes decidirían la persona que ocuparía su lugar. Tendrían un plazo de 60 días de interinato, cuando ya hayan llegado a San Lázaro los nuevos diputados.
Si pierde el poder el presidente, dejará sus funciones al día siguiente y mientras el Congreso decide un presidente interino, mandará en el país el o la titular de la Secretaría de Gobernación.
¿Por qué hacer la consulta de revocación?
Según analistas y columnas de política, López Obrador busca influir en las elecciones para darle más peso a Morena –como si no lo tuviera– y arrollar a la oposición, así como absorber todo el poder político.
¿Antes cómo era?
México no tiene un sistema de revocación de mandato de carácter popular, lo que sí existe son normas para remover presidente de la República, gobernadores y alcaldes. La reforma en espera busca que la decisión radique en la ciudadanía.
¿Hoy se puede?
Sí. El Congreso puede remover al presidente de la República mediante un juicio sin intervención popular.
¿Por qué no es recomendable?
Porque la realización de la consulta coincide con elecciones intermedias, por lo que se presta a creer que la democracia es calificada en dependencia del día de la votación.
¿Dónde se quedó?
Ricardo Monreal confirmó que será llevada a un período extraordinario de sesiones, probablemente entre junio y agosto. Esto, si no consigue las dos terceras partes, o sea, mayoría calificada de 85 votos a favor en la Cámara de Diputados. De no lograrlo, la reforma diría adiós.
¿Dónde sí existe?
En Latinoamérica, solo en Ecuador, Venezuela y Bolivia.
