Economía de guerra: el impacto del conflicto Rusia-Ucrania en las finanzas de México y el mundo

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La invasión de Rusia a Ucrania generó una subida en los precios del petróleo crudo, el cual llegó a precios que el mundo no veía desde hace una década. El 2 de marzo, el West Texas llegó a 110.60 dólares por barril, 30 centavos más alto que el 7 de abril del 2011, cuando tocó los 110.30 dólares.

El crudo Brent, cuyo precio es la referencia mundial, llegó a 112 dólares por barril, un nivel no visto desde 2014; mientras que el barril de crudo mexicano alcanzó los 105 dólares por barril, su nivel más alto desde el 28 de febrero de 2013.

Durante la pandemia, el petróleo cotizó a menos cero, por lo que consultamos a economistas sobre si estas cifras van a tener un impacto en la reactivación económica o si servirán para mejorar las finanzas globales.

Aumento de precios

“El petróleo representa alrededor del 18% de los ingresos de México”, explicó a Cuestione la economista Adriana García, coordinadora de análisis económico en la organización México, ¿cómo vamos? y profesora de introducción a macroeconomía en el ITAM. García dijo que en la Ley de Ingresos 2022, el barril de crudo mexicano tiene un precio de referencia de 55 dólares pero aunque esto es una buena noticia para los ingresos públicos, acotó que una subida de precios en el petróleo genera un aumento en la inflación.

“La inflación va a pegar a todo el mundo y también a México, y la Comisión Federal de Electricidad va a sufrir con su balance financiero porque el petróleo es un insumo para producir energía. Únicamente los ingresos petroleros van a mostrar mejores resultados, aunque no esté alcanzando la plataforma de producción de 1800 barriles diarios, sólo tenemos 1600, pero con casi el doble del precio esperamos que vaya a haber un colchón en las finanzas públicas”, dijo en entrevista.

La economista enfatizó que una guerra nunca es deseable y que además del impacto humanitario, económicamente se ve muy complicado el horizonte de este año: “La mayor parte de los países avanzados ya habían recuperado su PIB pre COVID y habían retomado sus ideas de crecimiento; estábamos esperando una economía más robusta en 2022, así como mayor actividad económica y sinergias en el tema de inversiones. Ahora, con el escenario de la guerra, lo que se prevé es que el crecimiento mundial se ralentice”.

Que exista una guerra en Ucrania y Rusia toca fibras más conectadas al mundo globalizado, detalla García, que las guerras en Yemen o Siria, porque Rusia es el segundo exportador más grande de petróleo en el mundo y es el principal proveedor de gas natural a Europa.

Ucrania, por su lado, es de los cinco países más importantes en la producción de granos y tiene una importante capacidad de producción instalada, nos explicó Víctor Gómez Ayala, economista y politólogo por la Universidad de Pennsylvania.

Gómez agregó que Ucrania tiene una contribución mundial importante en fertilizantes, que son fundamentales para la agroindustria global, y el país tiene una posición estratégica desde el punto de vista de la OTAN: “Colinda con los Balcanes, donde hay otro proceso de desintegración de mediados de los noventa, colinda con el Mar Negro y es cercano a Turquía”.

“Hay que entender que la relación entre Ucrania y Rusia es una relación político-económica que precede muchos años atrás a este conflicto, incluso data desde tiempos en que existía la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la URSS; Ucrania era un territorio importante dentro de la URSS”.

Tras la desintegración de la URSS en 1991 y con el trazado de nuevas fronteras, mucha población rusa se quedó en Ucrania, lo que genera en el gobierno ruso la necesidad de atender a esa población, explicó Víctor Gómez.

“Desde el punto de vista estrictamente económico, son tres los intereses que relacionan a Ucrania con Rusia: las necesidades de la población de origen ruso que de alguna manera el gobierno ruso quiere administrar de manera directa, aunque esto implica cierta invasión sobre la soberanía de Ucrania. Por otro lado, el tema de los recursos que produce Ucrania y la parte productiva”.

La importancia de las materias primas

En general, la zona tiene un valor global muy importante en la generación de commodities, es decir, materias primas (metales, energéticos y granos) de las que se elaboran otros insumos y suelen fluctuar de precio en conjunto: si uno sube de precio, el resto también y al contrario, nos explicó Gómez Ayala.

A raíz de la pandemia, las cadenas de suministro han tenido problemas de producción, agregó el economista, lo que incrementa los precios de las materias primas: “Que a los problemas de inflación que estábamos viendo se les atraviese un conflicto geopolítico, sólo aumenta la incertidumbre. Y esa incertidumbre se canaliza en diferentes indicadores de riesgo que se relacionan con el comportamiento de los de los activos financieros”.

Esto se traduce en más inflación: “Dentro de este proceso de inflación, con problemas en las cadenas de suministro, con preocupación por la pandemia que mantenía los commodities al alza, llega este evento hasta cierto punto inesperado: no se esperaba que viviéramos una guerra en este momento. Y eso da presión adicional por la posición que tiene Rusia en la administración de energía del occidente de Europa, occidente no ha vivido un día sin que el gas ruso no esté. Que un exportador importante en el mercado global de gas y de petróleo, como Rusia, esté involucrado en un conflicto armado, de alguna manera se interpreta como riesgos al suministro, a la exportación”.

Los beneficiados de la guerra

Preguntamos en si hay alguna parte positiva en esto: “La respuesta creo que es sí. Sin dejar de lado lo que representa la guerra desde el punto de vista humanitario, sí hay industrias que se benefician de los conflictos armados, hay activos financieros que se han recuperado como los commodities, hay portafolios y estrategias de inversión que se ven beneficiadas por este crecimiento. Van a crecer otras industrias no relacionadas directamente con las guerras, como las manufacturas y las telecomunicaciones o las empresas de tecnología; se genera la activación de ciertas industrias con el envío de  ayuda humanitaria, o el envío de dinero en el sistema monetario”.

A pesar de lo anterior, la presión que van a generar los crecimientos en los precios de las materias primas energéticas es una señal de que el proceso de recuperación podría ser más lento. Esto, porque el aumento de los energéticos como materias primas de otros productos y servicios, como el transporte, impacta la inflación y el bolsillo de los consumidores.

A nivel nacional, Adriana García plantea que los efectos serán diferentes para cada país. Ucrania está respaldada por prácticamente todos los países menos China y tiene acceso a los mercados financieros internacionales. Ese país emitió un bono de guerra con el que recaudó 277,000,000 de dólares y el Fondo Monetario junto con el Banco Mundial anunciaron un paquete muy grande de financiamiento para Ucrania. 

“Independientemente de que tengas el dinero para poder reconstruir, es muy triste que estén bombardeando la infraestructura en las ciudades en Ucrania. Ahorita se están echando toda la infraestructura de telecomunicaciones, tiraron la principal antena de televisión en Kiev y cortaron la fibra óptica para internet. En el momento cero que estalla la guerra, hay una destrucción total de sus capacidades productivas”, lamentó García.

Además, la guerra tendrá un impacto humanitario que va a representar una pérdida muy grande de capital humano, tanto de trabajadores como de años escolares. 

El precio para Rusia

Para Rusia, las afectaciones son reputacionales. García explica que aunque no ha dicho que dejará de proveer energéticos, en este momento está mal visto comprarle. También explica que si bien ningún país tiene la mayoría de su riqueza dentro de sus fronteras, Rusia no puede acceder a su dinero por la desconexión del sistema SWIFT: “Pensemos en fertilizantes. El intercambio de 10 millones de dólares en fertilizantes que se harían a través de este sistema no podría hacerse en estos días”.

Incluso aunque hubiera alguien que se salte el riesgo reputacional, ya no pueden apoyar a Rusia por que el sistema ya se los bloqueó: “Si yo fuera un empresario ruso y le dijera al presidente ‘no te preocupes, ahorita vendemos esta producción y financiamos gasolina para los tanques que están en Ucrania’ no van a poder convertir esos bienes en dinero”.

Sólo China podría intervenir: si le compra petróleo a Rusia, eso tendría un ligero impacto en el precio internacional, porque va a disminuir la demanda que en este momento tienen los exportadores internacionalmente aceptados. Pero García aclara que el impacto sería breve pues como el mundo ya se estaba reactivando y se esperaba crecimiento en 2022, el precio del petróleo ya venía elevándose.

Al final, ambos economistas concluyen lo mismo: el impacto de la invasión de Rusia a Ucrania será negativo para la economía pues el aumento en el precio de los commodities sólo beneficia a ciertas compañías e inversores y elevará la inflación pero la guerra siempre será peor en términos humanitarios.

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