Para evitar pensar que las decisiones que toma la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y su titular Santiago Nieto Castillo son por venganza, sobre todo cuando está involucrado algún ex funcionario de la administración de Enrique Peña Nieto, Jaime Cárdenas Gracia, investigador y ex titular del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (INDEP), recomienda revisar si estas investigaciones y acciones están respaldadas por la ley.
Jaime Cárdenas conoció a Santiago Nieto, doctor en derecho, durante su posgrado en la Facultad de Derecho de la UNAM.
“Como estudiante, fue muy destacado, muy aplicado, de los mejores estudiantes, tuve oportunidad de dirigir su tesis de doctorado, fue una tesis muy revisada y participamos varios profesores de la Facultad de Derecho”, nos cuenta el también doctor en derecho, Jaime Cárdenas Gracia.
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Santiago Nieto fue designado como titular de la UIF en septiembre de 2018. En 2015, fue titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), de donde fue despedido en 2017, por el encargado de despacho de la Procuraduría General de la República (PGR), Alberto Elías Beltrán.
Antes, fue parte asesor en el Instituto Federal Electoral (ahora INE), trabajó con Manuel González Oropeza, cuando éste fue vocal de la elección de 1997 en la Ciudad de México, cuando Cuauhtémoc Cárdenas llegó a ser jefe de Gobierno.
De acuerdo con Cárdenas Gracia, durante esta etapa no fue muy cercano a Santiago Nieto, pero esa distancia concluyó en 2019, cuando Nieto publicó Sin filias ni fobias, memorias de un fiscal incómodo, y en el que el ex funcionario participó en el prólogo.
“Santiago es una víctima de un sistema que se niega una y otra vez a consolidarse democráticamente; víctima de la gran corrupción y la impunidad imperantes en nuestro país”, dice parte del texto que escribió Cárdenas Gracia.
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De acuerdo con Cárdenas Gracia, el evento que transformó la carrera de Santiago Nieto fue su estancia en la Fepade.
“Cuando intentó hacer aquellas investigaciones sobre Odebrecht, el papel del esquema de los políticos del PRI como Luis Videgaray Caso y Emilio Lozoya. Ahí entendió lo que era el poder. Cuando el poder te impide, te coacciona, te cohesiona, por simplemente cumplir con tu obligación legal”, nos explicó Jaime Cárdenas Gracia.
Santiago Nieto fue despedido de la Fepade en octubre del 2017 por presunta trasgresión de códigos de conducta internos.
Antes del despido, Santiago Nieto otorgó una entrevista al periódico Reforma en donde revela que el ex director de Pemex, Emilio Lozoya lo presionó para que declarara públicamente su inocencia y le ofreciera una disculpa por investigar y revelar los sobornos que el ex funcionario recibió por parte de la compañía transnacional Odebrecht.
“Me envió una carta diciendo que quería que yo hiciera un pronunciamiento público sobre su inocencia y me envió un currículum diciéndome quién es su papá, quién es su mamá, en dónde estudió. Nunca entendí esa parte. Creo que esa carta refleja en gran medida la impunidad, es decir, el planteamiento de que ‘soy una figura pública. La autoridad se tiene que disculpar’”, dijo Nieto el 18 de octubre del 2017 a Reforma.
Ante la noticia, el Senado de la República reaccionó mandando llamar a Alberto Díaz Beltrán, quien en ese entonces se desempeñaba como subprocurador de la Procuraduría General de la República (PGR), con el fin de conocer los argumentos que respaldaban el despido de Nieto.
Los senadores de oposición se manifestaron a favor del ex fiscal, pero eso no cambió nada.
“Se enfrentó a la maquinaria del PRI y por eso salió de la Fepade. El papel de los senadores que no lo apoyaron, no lo defendieron, que no defendieron su posición, eso lo marcó. Fue muy duro”, dijo Jaime Cárdenas Gracia.
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De perseguido a autoridad
Para José Antonio Caballero Juárez, profesor investigador titular de la División de Estudios Jurídicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), el hecho de que Santiago Nieto haya sido fiscal de la Fepade, le da mucho acceso a la información financiera y al rastro de los partidos políticos.
En septiembre del 2018 Santiago Nieto fue nombrado por Carlos Urzúa -el primer secretario de Hacienda de la actual administración-, como titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con el fin de “seguir la pista al lavado de dinero y con ello combatir de manera frontal la corrupción”, dijo en ese momento Urzúa.
“Él -Santiago Nieto-, tiene ahora una misión muy importante dentro el Estado que es la UIF, en la que su obligación legal constitucional debe de ser realizada lo mejor que pueda. Y creo que volverá a encontrarse con Videgaray, Lozoya y otros personajes de este tipo”, nos dijo Jaime Cárdenas Gracia, sobre el rastro que Nieto sigue sobre Emilio Lozoya.
De acuerdo con el investigador José Antonio Caballero, al parecer no hay hasta el momento muchos más elementos en contra de Emilio Lozoya y, por la naturaleza del caso, el método por el cual podrían acercarse a él, sería a través de testigos.
“Me parece que si hubiera algo muy claro ya lo hubieran hecho valer en su contra. Por lo que se ha publicado en la prensa, al parecer no pasó el escrutinio judicial. Hay operadores -de dinero- que no dejan huella y en estos casos, los instrumentos financieros tienen muchas limitaciones”, dijo Caballero respecto al seguimiento de recursos de Lozoya.
El investigador del CIDE destaca que si bien se ha filtrado a la prensa mucha información al respecto, los fiscales tienen la facultad de mantener en sigilo una investigación. Recordó que Emilio Lozoya y Luis Videgaray Caso tuvieron a su alcance una gran cantidad de recursos y que si un funcionario no se enriquece o no hay prueba de ello, no significa que no haya cometido actos de corrupción.
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“No significa que no te hayas enriquecido, se pueden generar beneficios a otros, como los partidos políticos”, agregó el investigador.
¿Cómo no pensar en venganza?
Cuestione ha documentado la cantidad de investigaciones que han sido anunciadas por la UIF, sin que una haya sido vinculada a proceso o resultado en juicio, así como el manejo de nombres y adelantos de investigación, con el fin de beneficiar las pesquisas o sólo de anunciar avances de la institución.
En el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la UIF -a cargo de Santiago Nieto- estableció un récord (de los últimos 16 años) con 161 denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR) por presunto lavado de dinero. Sin embargo, de las 161 denuncias que presentó la UIF en 2019 ante la FGR, sólo 51 (32%) se integraron en carpetas de investigación.
“Los ex funcionarios del PRI a veces piensan que Santiago -Nieto Castillo- actúa por venganza. Entonces lo que hay que valorar siempre en sus decisiones, es si éstas tienen un fundamento legal. Si no hay un fundamento legal en su investigación, en su decisión, pues creo que sí se le podría cuestionar -a Nieto- por venganza”, nos dijo Jaime Cárdenas Gracia.
Agregó que si lo hace con fundamentos en la ley no se trata de venganza, sino simplemente, del cumplimiento de la ley.
Cárdenas Gracia nos explicó que como toda persona, todas y todos estamos sujetos a sentimientos, a subjetividades, a prejuicios, “no podemos decir que esté exento de eso”, agregó.
“Hay que determinar y evaluar caso por caso, es lo que yo pediría. Que se analizara caso por caso, decisión por decisión, procedimiento por procedimiento y vean en cada procedimiento, en cada decisión, si tienen fundamento legal, si lo tiene, no es arbitrario, no es venganza”, concluyó Cárdenas Gracia.
¿Logrará el titular de la UIF mostrar la evidencia de corrupción durante la administración pasada sin que se le incluya en la lista de revanchas de López Obrador?
