La sequía y la previsión de escasez de agua no son agenda prioritaria para las autoridades en México.
Para Anaid Velasco, gerente de investigación del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA), esta escasez de agua es más grave por la sequía que afecta a todo el país, consecuencia del cambio climático, prácticas agrícolas poco amables con el ambiente, las características demográficas del país, como la zona centro del país, donde la densidad poblacional requiere mayores servicios y la falta de mantenimiento de la infraestructura hidráulica.
“En esta escasez o falta de acceso al agua también influyen factores como la gestión y administración del agua. Cómo se otorgan las concesiones a distintos usuarios para explotar el agua así como el uso industrial en refresqueras y lecheras; la contaminación de los cuerpos de agua y la falta de inversión en infraestructura hidráulica”, nos dijo la investigadora del CEMDA.
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Hasta abril de 2021, de los 2,463 municipios del país, 1,319 tienen de sequía moderada a excepcional, de acuerdo con el Monitor de sequía de México de Medio Ambiente y la Comisión Nacional del Agua.
Seguridad hídrica
De acuerdo con IMTA, las lluvias disminuyeron un 30% en México durante los primeros cuatro meses del año, en comparación con el promedio histórico.
El instituto señala que a finales de marzo de 2021, más del 70% del territorio nacional presentaba algún nivel de sequía, siendo los estados del norte y centro del país las regiones más severamente afectadas. Los cinco estados en donde existe sequía severa y extrema en todo su territorio son Durango, Coahuila, Zacatecas, Sonora y Sinaloa.
Es por ello que la seguridad hídrica, es decir, la garantía de que se provea de agua cuantitativa y cualitativamente a la población para todas sus actividades se ha visto afectada, según el documento del IMTA.
“La sequía ha impactado los vasos de almacenamiento pertenecientes al Sistema Cutzamala, con una disminución del 23% con respecto a las condiciones históricas para estas fechas del año. Mientras tanto, en la zona metropolitana de Guadalajara, más de 200 colonias de los municipios de Zapopan, Guadalajara y Tonalá han tenido problemas de abastecimiento”, detalla el documento.
Esto, agrega la experta, afecta directamente a la ciudadanía debido a que disminuye el agua potable que tiene disponible para ser productiva.
La situación de escasez de agua en todo el país tiene impactos más drásticos en el centro debido a sus características demográficas, la Zona Metropolitana del Valle de México que comprende a la Ciudad de México, el Estado de México y un municipio del estado de Hidalgo, alberga a más de 20 millones de personas, lo cual implica un gran reto para abastecer de agua a toda la población ante los escenarios de escasez actuales y futuros.
Estas consecuencias se extienden a los sectores alimentarios, que podrían verse afectados en la producción y abastecimiento de alimentos para todas las zonas del país, tanto rurales como urbanas.
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¿Por qué falta el agua?
De acuerdo con Anaid Velasco, podríamos decir que la sequía tiene un origen natural, cuyas consecuencias son más visibles debido al cambio climático, lo que coloca al territorio nacional en un escenario de falta o escasez de agua.
Sin embargo, en esta falta de acceso al agua influyen más factores, como las concesiones de grandes volúmenes de agua, como las industriales, que de acuerdo con Velasco disminuyen este recurso para consumo de la población, específicamente, para su uso doméstico y público por parte de la ciudadanía y sus actividades productivas.
“El otro aspecto a considerar es también la contaminación de los cuerpos de agua. Por como estamos regresando el agua a la naturaleza en donde, claro que tienes cuerpos -acuíferos- más contaminados, entonces requieres de procesos de potabilización más sofisticados. Eso también crea en un escenario que, de alguna manera, contribuye a la escasez”, explicó la gerente de investigación del CEMDA.
El siguiente factor que empeora la sequía en México es la poca inversión por parte del gobierno, tanto federal, como a nivel estatal, en infraestructura para otorgar acceso al agua.
“Por ejemplo, y no solo en el Valle de México, está muy localizado y está sobrediagnosticado, que muchas veces la infraestructura del sector hídrico pues tiene un rezago en su mantenimiento, lo cual hace que haya fugas en la red. O que si bien, en una planta potabilizadora – en la que el agua sale con una calidad aceptable, no óptima-, cuando llega al usuario final, el agua está llena de contaminantes”, dice.
Esto, la experta lo califica como un gasto de recursos no óptimo. Respecto a la captación de agua de lluvia, Anaid Velasco explicó que existen esfuerzos considerables como los de la organización social Isla Urbana.
Este proyecto fue propuesto en abril para combatir la escasez de agua en Guadalajara, Jalisco a través de depósitos y “tinacos” adaptados que captan la lluvia de los techos en las ciudades.
Isla Urbana ha desarrollado sistemas de captación de agua de lluvia en la Ciudad de México, en San Miguel de Allende, Guanajuato, la Sierra Tarahumara, Chihuahua y Playa del Carmen.
¿Hay consecuencias por una sequía mal tratada?
El IMTA advirtió en abril pasado que la falta de prevención en materia de sequía puede impactar de manera negativa a la seguridad alimentaria, la migración y los conflictos políticos.
El instituto explica que en Siria, a inicios de la década pasada, “la falta de gestión de sequía fue una de las variantes clave que desató el conflicto armado, dada la magnitud del descontento social que esta sequía generó a nivel nacional”.
En 2015 un estudio de las universidades de California y Columbia, en Estados Unidos, expuso que la sequía que afectó entre 2007 y 2010 la región conocida como “El creciente fértil- Mesopotamia”, conformado por Siria, Israel, Palestina y parte de Egipto, fue uno de los desencadenantes del levantamiento en Siria y la posterior crisis bélica en este país.
¿La ciudadanía estará preparada para una sequía prolongada?
